Eden

Aquellos que dejamos atras

Seguí a Brink hacia el interior de la nave, a la pantalla de la sala principal, allí habia cientos de personas observando, Lex había recibido información sobre la tierra de hace siete años.

-¿Aun no las ha mostrado?- Pregunté, Shannon negó con la cabeza, levanté mi brazo para acercarme al reloj y pregunté -Lex ¿Por qué no me despertaste para traerme aquí? ¿Ibas a ocultármelo?-

-Eras feliz Alex, no podía interrumpir ese momento, necesitabas esa paz que recorría tu cuerpo-

-Supongo, de todas formas sabes la cantidad de años que hemos pasado deseando conseguir esa información, ¿Por qué tardó tanto en llegar?-

-No tengo idea, algo interrumpió las comunicaciones por demasiado tiempo, probablemente fueran los daños que causó Christian en mi sistema- Suspiré, otra vez ese sujeto, aun seguía intentando comprender sus palabras antes de irse, recordé que mencionó Tamarisco, allí es donde debía ir, pero primero debía encargarme de otra cosa. Los elegidos confiaban en mi luego de haber descubierto a su anterior líder, supuse que ahora yo había tomado su lugar, la verdad es que no me hacía demasiada gracia poseer una responsabilidad tan grande, pero Lex tenía razón, me necesitaban.
-Oye, muestranos las imagenes y repitelas cada dos horas, somos aproximadamente doscientos, traelos en grupos de esas cantidades para evitar demasiado alboroto-
-De acuerdo Alex- Las puertas de Hope se cerraron y Lex comenzó mostrándonos un video mostrado por un satélite en la tierra, allí podíamos ver explosiones inmensas destruyendo países enteros, la sorpresa nos atrapó a todos, los impactos eran tan increíbles que fragmentos de la misma tierra se desprendían de ella para caer luego en otro lugar del planeta, causando asi aun daños mas graves, nadie decía nada al respecto, no comprendíamos que ocurría, ¿Una guerra mundial? ¿Por qué? Quizas quedaran ya tan pocos recursos que no pudieran ni ser compartidos -Eso ocurrió hace siete años, hace unos pocos minutos obtuve esta fotografía, probablemente la ultima que obtendremos- Lex, mostró una sola imagen, una fotografía de un planeta muy extraño, fragmentos de este orbitaban a su alrededor, como si hubiera explotado desde dentro, todos esperábamos que Lex nos dijera que significaba aquello.
-Alex, ¿Eso es?... - Mi hermana me susurró al oido
-No lo se, eso creo-
-Elegidos, temo decirles que eso es todo lo que queda de la tierra- Un murmullo general que al poco tiempo se transformó en un montón de gritos y discusiones inundó el lugar, los demas elegidos no podían saber esto, no estaban preparados para verlo.
-¡Elegidos!- Algunos callaron al escucharme pero el caos no se había disipado, Lex emitió un sonido grave que asustó a todos para que guardaran silencio. Le agradecí y me subí a una mesa para que me escucharan -Se que lo que acabamos de ver es demasiado chocante, yo mismo pienso sin parar en todo, pero recuerden que pasaron ochenta y siete años desde que aquello ocurrió, nuestros seres queridos se fueron en paz, no presenciaron todo esto, y se que puedo convencerlos a ustedes de que mantengamos la calma porque somos un grupo reducido, pero temo que casi dos mil personas pensando lo mismo sea demasiado mas de lo que podamos controlar y acaben por destruir el único orden que nos queda, asi que les pido encarecidamente que guarden el secreto, de el fin de la tierra, nuestra raza no querría que la noticia de su fin acabara con las ultimas esperanzas de la humanidad, ellos nos eligieron para seguir su legado, no los defraudemos- Permanecí en silencio, me había desahogado y ya no sabía que mas decir, Chris comenzó a aplaudir, a él se unieron los demas y, pronto, todos estaban aplaudiendo, sonreí y levanté el brazo con el puño cerrado, todos soltaron un grito de euforia y levantaron sus puños.
Luego de unos apretones de mano y felicitaciones la puerta de hope se abrió y todos comenzaron a salir, habían prometido no decir nada sobre el final de la tierra, me preguntaba si una noticia como esa podría permanecer oculta mucho tiempo, al menos esperaba que fuera el máximo posible, hasta que hubiéramos sembrado nuestras propias esperanzas y dejado de depender de las que nos habían brindado aquellos que dejamos atras.