Endurance

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-No-

-Alex escúchame, Andreas no debería estar aquí, no es su culpa, es necesario-

-No son motivos suficientes, ¡No voy a matarlo si me dices que no es su culpa!-

-Alex, si Andreas no muere podría desencadenarse algo peor-

-¿Algo peor que qué?-

-Haz lo que debas, nos volveremos a ver- Comenzó a caminar hacia el arbusto de donde había salido, no intenté detenerlo, no sacaría nada mas de él, ¿Algo peor? No debía confíar en Faith, debía matar a Andreas, todo congregaba en una pregunta. ¿Hacía bien en confiar en Christian? Quizas solo estaba manipulandome, pero no habría un motivo razonable, despues de todo me había guiado a Tamarisco, de cualquier modo, debía discutir esto con Shannon.

Comencé a caminar de vuelta a Hope, contemplando el firmamento, una estrella fugaz lo dividió en dos en su camino hacia el infinito, cerré los ojos y, por capricho mas que nada, pedí un deseo. Los abrí al sentir agua entrando en mis botas, la marea... no se suponía que subiera tanto, Hope pasaría la noche bajo el agua, y yo debía buscar un lugar elevado, ya no podía llegar a la nave. Comencé a correr en dirección contraria, la luna... estaba mucho mas cerca, podía ver la inmensidad del satélite imponente en el cielo, iluminando la misma noche como un foco gigante, tropecé con algo que no pude ver, sentí el sabor metálico de la sangre en mis labios, intenté ponerme de pie, pero mis piernas me dolían demasiado como para poder pedirles que me levantaran, dejé de esforzarme cuando el dolor se tornó insoportable, ya no había nada mas que hacer, no sabía cuanto había corrido, no sabía si la marea subiría tanto, me volteé con un gran esfuerzo para observar el cielo nocturno, aquella luna de color sangre amenazaba con acercarse hasta que Eden la destruyera, ese sería el peor de los casos, nada sobreviviría en este planeta rebosante de vida, pero si no había ocurrido antes, no ocurriría ahora.

-¿Alex?- Una voz me despertó de un susto, aun era de noche, pero amanecería pronto.

-Oh dios, Lex eres tu-

-Lo creas o no, la luna evitaba mis comunicaciones con el resto de Eden, cada vez que enviaba una señal esta rebotaba, ¿Estas bien? Tu pulso esta débil-

-Estoy vivo, supongo que es suficiente, creo que me rompí algo-

-Resiste, apenas se retire el agua avisaré a Andreas que vaya a buscarte- Era facil decirlo, el agua aún  subía, y este no era territorio de elegidos. Las criaturas comenzaron a darse cuenta de aquello, había violado el "acuerdo de paz". Podía escuchar pasos por todas partes, rodeandome, acorralandome.

-Lex, tengo un problema-

-Estoy trabajando en eso, pero te digo que la señal...-

-¿Lex?- Maldije e hice un esfuerzo por ponerme de pie, aun me era imposible, fue entonces cuando bajé la mirada hacia mis piernas, no me quedaba piel en ellas, la carne se dejaba ver sin problemas, y también vi a pocos metros  aquello con lo que había tropezado, era una especie de red pero hecha de una sustancia que no conocía, una de las criaturas me desvió la mirada para acercarse con curiosidad a aquel artefacto, al tocarlo con una de sus patas soltó un chillido y dio un salto atrás ¿Quién habría colocado una trampa así?

-¡Aquí!- Una voz masculina cercana se dejó escuchar, luego varios gritos y comencé a ver lanzas con puntas de algo similar al neón acribillando a las criaturas, estas comenzaron a huir, algunas cayeron pero la mayoría desapareció entre los arboles, sentí que me levantaban por los brazos.

-No permitan que arrastre las piernas, parece que atravesó la trampa con ellas, hay que regenerar el tejido lo antes posible- Al cabo de un rato llegamos a una caverna decorada también por dentro, allí había también ruinas como las de Tamarisco, otro pueblo de los antecesores.

-Disculpen...-

-Shh, no hables, luego responderemos todas tus preguntas- Me llevaron hasta una casa, una mujer acompañó a la puerta a todos y la cerró, luego me echó una mirada y al cruzarse nuestras miradas tomó rápidamente una piedra la cual pasó cerca de mi, todo se volvió oscuridad.

Cuando desperté me sentía con muchas energías, como si hubiera dormido muchísimo tiempo, lo primero que hice fue ver mis piernas, para mi sorpresa estas habían sanado, ¿Acaso tenían la misma tecnología de reconstrucción de tejido? Sea como fuese, me alegré mucho de aquello, estaba listo para ponerme de pie, aunque había un problema. No encontraba en mi cerebro la orden que debía darle a mis extremidades para que se movieran, era como si hubiera olvidado que tenía un cuerpo.

-Bienvenido de vuelta al mundo de los vivos- Un hombre me observaba pacientemente desde una esquina del lugar, parecía mas grande que yo, de tez morena y dejando relucir cicatrices en cada parte visible de su cuerpo, un soldado de mil batallas. Sacudí un poco la cabeza para volver en mi, al cabo de unos segundos recuperé el control de mi cuerpo y pude voltearme mas cómodamente a observarlo -Todo esto debe ser muy confuso para ti, ¿Por qué hay ya humanos en Eden? Responderé a esa pregunta solo si crees estar listo para escucharla, en caso contrario te daré una especie de visita guiada por la base y cuando estés listo hablaremos- Fruncí el ceño, luego volví a sacudir la cabeza y me puse de pie cuidadosamente.

-Creo que una caminata y algo de aire me harían bien- El hombre sonrió y me imitó -Me llamo Nolan- Dijo acercándose para estrechar mi mano, le devolví el gesto diciéndole también mi nombre, Nolan apretaba con fuerza pero delicadeza, en ese momento me sentí mucho mas tranquilo y suspiré. El hombre comenzó a caminar hacia la puerta y lo seguí, al salir del lugar pude ver varias edificaciones, una pequeña ciudad, mucho mas grande que la base de Hope, ¿Como Lex no se había percatado?-

-Alex, se que en el momento en que pisaste Eden y te volteaste para ver a Hope creiste que ahí comenzaba todo, lamento decepcionarte... Te presentó Endurance, la capital de Eden-




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