Eden

111 11 0
                                    

Hope comenzó a entrar en la atmósfera de Eden, el momento que tanto, o tan poco, habíamos esperado había llegado, mil novencientas noventa personas corrían, a sus casilleros donde habían guardado sus pertenencias, se encontraban ansiosos por al fin respirar aire de un planeta sano y nuevo, placer del cual nuestros antepasados nunca habían gozado, para ellos solo estaba, como algo normal, para nosotros era un tesoro. La nave comenzó a disminuir su velocidad mientras todos esperábamos en las grandes compuertas, me sorprendí al ver a un grupo bastante grande de personas cargando con Christian, me acerqué a ellos.

-Lo siento, ya se ha decidido que este hombre será exiliado-

-Lo entendemos, decidimos ir con el- Su respuesta me alarmó, dos bandos, esto llevaría a conflictos mas adelante, estaba seguro, pero ¿Quien era yo para detenerlos? Solo asentí con decepción, Christian no dejaba de mirarme, pero en su rostro no había furia, solo paz.

-Elegidos, hemos aterrizado en Eden- La voz de Lex nos llamó a todos la atención, nos indicaba que Hope había pisado tierra y pronto las compuertas se abrirían dejándonos salir a nuestro nuevo hogar. Corrí en dirección a Shannon, esta sonrió al verme y rodeó mi cuello con su brazo izquierdo.

-Llegamos-

-No quiere decir que puedas escaparte de mi hermanita- Shannon rió y guardó silencio al escuchar el sonido de una puerta sellada por décadas al fin abrirse, la luz tardó pocos segundos en filtrarse por la apertura e incandilarnos a todos, algunos intentaban trepar las compuertas sin lograrlo, estas se abrían cada vez más hasta crear una rampa que llevara al suelo, en ese momento se detuvieron y todo el mundo guardó silencio, incluso quienes habían intentado salir cuando estas aun estaban cerradas se habían quedado paralizados. Chris fue quien rompió el silencio.

-Creo que por la ayuda que nos brindó en este conflicto debe ser Alex quien ponga sus pies en Eden por primera vez- Se levantaron muchos murmullos, la mayoría de aprobación, probablemente estuviera rojo de vergüenza pues Shannon no pudo contener la carcajada al ver mi rostro. Al final todos terminaron a favor de Chris, dándome palabras de animo y gritando que me apresurara, sonreí y suspiré, poner mis pies sobre césped sería entonces el logro mas importante de mi vida.

-Adelante Alex, no hay ningún peligro- Me alentó Lex, sonreí y di un paso adelante, todos guardaban silencio mientras bajaba por la rampa, cuando al fin puse un pie en la tierra todos comenzaron a aplaudir y ovacionar a Lex, nos había traído al paraíso, nos había traído a Eden.

Shannon bajó tras de mi y me abrazó por la espalda, sonreí y sostuve sus brazos mirando al cielo y pensando, "Lo logramos, Papá, Mamá, llegamos". Todos comenzaron a bajar de la nave, miles de personas, todos contemplando por primera vez su nuevo hogar. Shannon y yo nos sentamos en el césped, lo acariciamos con nuestras manos, respiramos profundo el aire puro y limpio, observamos el cielo y aquellos extrañísimos arboles cuyas ramas se abrazaban junto a las de sus compañeros para crear sombras tan oscuras como la noche, allí al fondo, imponente, un árbol gigante, del tamaño de una montaña, se alzaba.

-¿Cómo deberíamos llamarlo?- Preguntó Chris mientras se sentaba junto a nosotros.

-Tamarisco- Respondí, Chris frunció el ceño.

-Terrible-

-Era un símbolo sagrado de Egipto, Isis perdió una vez un cofre, este fue a parar a un arbusto de tamarisco, el arbusto creció hasta ser un árbol inmenso y el cofre quedó atrapado dentro-

-¿Dices que hay un cofre en ese árbol de allí? Vamos entonces- Respondió bromeando Andreas quien se había unido a la conversación-

-No un cofre pero si un tesoro, ese tesoro es Eden-

-Que ingenioso Alex- Dijo Lex, sonreí. Los elegidos comenzaron a bajar todo lo que habíamos traído, se apresuraban a montar un campamento, los noventa hombres de Christian estaban agrupados de pie junto a su líder, supuse que esperaban a que yo terminara con lo mío para poder darme a conocer su partida. Me puse de pie y dejé a los demás conversar, me acerqué a Christian.

-Siento que tenga que ser así-

-Yo no, no podría haber sido de otra forma-

-¿A que te refieres?-

-Ve a Tamarisco, allí encontraras las respuestas- ¿Cómo sabía el nombre que yo le había dado? ¿Cómo sabía que ese árbol era importante? Ese hombre escondía demasiados secretos, quizás esa fuera la razón por la que decidió provocarme a exiliarlo, pero... ¿De verdad era tan inteligente? -Hasta que nos volvamos a ver Alex- Me extendió la mano para que se la estrechara, en ese momento ya me había arrepentido de haberlo echado, pero no podía estar así de indeciso, todos verían aquello y desconfiarían también de mi. Se la estreché.

-Buena suerte- Antes de soltarme la manó tiró de ella para poner mi oído junto a él.

-Ten cuidado, no todos son tus amigos en este grupo- Me soltó y comenzó a alejarse de mi, yo quedé totalmente inmóvil, ¿De donde había salido aquel hombre? Probablemente el estado hubiera tenido algún plan y él fuera su agente, querían asegurarse de algo, pero... ¿De qué?

Volví junto a mi grupo, Brink, Chris, Shannon, Andreas y Faith quien acababa de llegar. Sonreí al verla y ella hizo lo mismo. Lex nos mostró un mapa no muy amplio de la zona donde nos encontrábamos. Marcó algunos puntos de interés, como un riachuelo a cuatrocientos metros, allí había agua dulce, muchos se emocionaron y comenzaron a correr con depósitos vacíos que la nave había traído.

-Ya vuelvo- Me alejé de todos, detrás de unos arboles y me dejé caer sobre el tronco, quizás mi mente no, pero mi cuerpo había añorado mucho la suavidad del césped o la frescura de la sombra que proyectaba un árbol, me sentía como en un sueño, pero esa no era la razón por la que me había alejado -Oye Lex-

-Dime-

-¿Escuchaste mi conversación con Christian?-

-Si, nada de lo que dice tiene sentido, pero aun así no parece estar mintiendo, creo que deberías preparar una excursión a Tamarisco y ver a que se refiere-

-Los elegidos no pueden verme desaparecer sin mas, creerán que mantengo algún tipo de trato con Christian, y si casi mil novecientas personas se ponen en mi contra entonces estaré en una situación incluso peor que la de él-

-Entonces no vayas, ¿Acaso todo esto no era un tablero de ajedrez para ti? Mueve tus piezas-

-Temo perderlas-

-Yo temo perderlos a todos, pero aun así dejé que noventa personas se fueran con Christian-

-¿Sientes temor?-

-También siento alegría, tristeza, y sobre todo emoción por lo desconocido, digamos que deberías comenzar a tratarme mas como tu nueva madre adoptiva que como un programa con un montón de algoritmos para comportarse como un ser humano- Bromeó, sonreí y comencé a cerrar los ojos, pero justo antes de caer dormido Brink apareció corriendo a mi lado y me sacudió para despertarme.

-Alex, tienes que ver esto-


EdenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora