Edenianos

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La capital de Eden, siempre había fantaseado con llamarle así a Hope, pero... ¿Qué era esto? Una colonia humana, y no era el grupo que se había ido con Christian, no podía serlo, ¿Lex sabía de esto? No intentaría comunicarme con ella aun, prefería guardarme ese secreto.

-¿Cómo ocurrió esto?-

-Puedo responder tus preguntas con un café si gustas-

-¿Café?-

-Eden recibió con los brazos abiertos las plantas de café que cultivamos, también nos dio tomates y papas, pero los arboles mueren o mutan a las pocas semanas, parece que nos quiere recordar que pertenecemos al suelo, no al cielo- Nolan sonrió mirando hacia arriba, las nubes a la deriva en el cielo del planeta tomaban formas irreconocibles, mi padre me había dicho que amaba ir a los parques con mi madre a echarse en el césped y jugar a reconocer las formas que dibujaban las nubes. Eso cuando la atmósfera de la tierra se podía sostener por medios naturales y sin que tuviéramos que intervenir también, por mas que intentaba imaginarme mi vida en la tierra con un cielo como este no podía, algún día habrían sido cuerpos gemelos, pero hoy no, ni siquiera había ya una tierra a la cual compararla, temblé al recordarlo. Nolan me dio una palmada en la espalda para calmarme -¿Estas bien Alex?-

-Vayamos a tomar ese café- Él asintió y me ayudó a recuperar la orientación, lo seguí por calles de grava, algunas personas caminaban de un lado al otro, trabajando en sus rutinas, algunos saludaban a Nolan y otros me sonreían haciendo un gesto con la cabeza, se los devolvía levantando la mano.

-El trabajo nos ayuda a olvidar que estamos a tantos kilómetros de la tierra, a despejar la mente, por suerte-

Llegamos a un edificio con la típica apariencia de un local de comidas en la tierra, Nolan me abrió para que pasara, varias personas conversaban, comían, y charlaban, que ambiente tan agradable, me recordaba a casa. Nos sentamos en unas sillas junto a una mesa, un hombre se acercó sonriendo, estaba vestido como mesero, llevaba una sonrisa de oreja a oreja en su rostro y parecía totalmente despreocupado, esto era como un sueño, tenía que serlo ¿Cómo lo probaba? Busqué rapidamente algo filoso para hacerme un ligero tajo, no había nada alrededor, Nolan frunció el ceño al ver mi preocupación.

-¿Nunca has estado en una cafetería?- Soltó una carcajada, el mesero continuó sonriendo amistosamente. Si era un sueño entonces al menos lo iba a disfrutar, necesitaba un café, hacia cien años que no tomaba uno... literalmente.

-No te he visto antes joven, ¿Acaso vienes de Hope?- Preguntó el hombre mientras dejaba una carta sobre la mesa a mi alcance, a simple vista pude ver unos pocos tipos de café, la variedad no sería un lujo a extrañar, solo quería beber algo.

-Solo danos dos cafés Bill- El mesero asintió y comenzó a caminar hacia la barra. Nolan, sonriendo, observaba a las demás personas, con un rostro despreocupado y paciente.

-Nolan- Inmediatamente me observó -¿Qué es esto?-

-Ya te lo dije, es la capital de Eden, Endurance-

-Ya lo se, pero ¿Qué hacen aquí?- El rostro de Nolan se transformó a uno mas serio, se inclinó hacia adelante apoyando sus codos sobre la mesa y cruzando los dedos de sus manos.

-Creí que se los dirían, somos la misión Novae, nueva en latín, fuimos voluntarios para llegar aquí y transmitirles información, partimos hace ciento tres años, en 2039, nos sorprendió mucho verlos venir con tanta prisa, tan solo tres años después por lo que calculo, se estimaba lanzarlos en el 2080 para ir enviando toda la información a Hope durante el viaje, ademas, solo podemos enviar información, no recibirla, no contábamos con tanto equipo debido a su peso- Dijo riendo -En fin, ¿Cómo esta la tierra?- No lo sabían, ellos no sabían lo que había ocurrido, habían estado enviando información a la nada durante tres años, ¿Las naciones unidas sabían del fin del mundo? Quizás por eso se apresuraron a enviarnos a Eden..., quizás por eso no pudimos traer a mas personas.

-Oye Nolan- Este me observó con curiosidad, esperando mi respuesta -La tierra...-

-¿La tierra?- No necesitó respuesta, al ver mi rostro comprendió y empalideció -No.. no es posible-

-Lex nos mostró las imágenes, no tengo idea de que lo provocó, pero la tierra esta en pedazos, billones de asteroides sueltos en el espacio, ya no queda nada- Bill llegó con los cafés y los dejó sobre la mesa sonriendo, Nolan se puso de pie bruscamente apoyándose sobre la mesa y provocando un temblor que hizo caer las tazas al suelo y estrellarse en pedazos. El mesero se apresuró a buscar algo para recoger los trozos y todo el mundo se volteó a ver a Nolan, quien temblaba de pie en medio de la cafetería.

-Busquen a todos, tengo algo que decirles- Dijo titubeando, esto no era bueno, quizás había dejado salir esa información demasiado pronto, ni siquiera me preguntó quien era Lex, aunque esto lo agradecí inmediatamente porque seguía siendo mi comodín, si supiera de ella la habría mencionado.

Media hora mas tarde la calle fuera de la cafetería se encontraba llena de gente, podía estimar que doscientas personas formaban parte de este lugar, doscientos Edenianos, los pioneros de la colonización de Eden, y en tres años habían levantado una aldea que funcionaba perfectamente como en la tierra, ellos eran los verdaderos elegidos. Nolan se encontraba en el techo del edificio, y el murmullo general acalló cuando este comenzó a hablar.

-Edenianos, como habrán notado, Hope llegó temprano a nuestro mundo, creímos que fue por optimismo y que lanzarían mas naves con el tiempo, pero no fue así, lo que estoy a punto de decirles es algo chocante, a mi mismo me costó trabajo digerirlo, así que les ruego que se hagan una idea ya de que van a escuchar algo terrible, Alex por favor sube- ¿Yo? No quería formar parte de esto, no quería ser el que lo dijera, ni los elegidos lo sabían... que mas daba, era información necesaria, trepé por la ventana hacia el techo y tomé la mano de Nolan para impulsarme y ponerme de pie a su lado -Este es Alex, un elegido, lo encontramos moribundo junto a una trampa aun funcional de los antiguos habitantes del planeta, por suerte pudimos reconstruir su pierna y salvarlo, pues nos ha brindado información de gran valor... Edenianos... - Me miró un momento como pidiéndome ayuda, sabía que por algo me había hecho subir, suspiré profundamente, no estaba listo para decirlo, pero aun así lo hice.

-La tierra ya no existe-

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