Capítulo 20

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Hospital 8 de la tarde. Acaba de dar a luz. A nosotros de momento no nos dejaba verlo Harry había salido a tomar el aire. Liam tenía algo extraño. Hablaba poquísimo.

-Yo no sé cómo puede ir a tomar el aire...

-Está agobiado.-Le digo yo apoyada en su pecho.

-Yo no podría. Me quedaría a tu lado hasta saber que tanto tú como el bebé están bien.-Acaricia mi mejilla.-Y si tengo que pegarle a algún médico para que me dejen verte le pego.

-Eres un bruto.-Me río.

-Y tú eres lo que más quiero en esta vida.-Traga saliva. Recuerda la foto de Margaret.- Y sabes que sólo quiero lo mejor para ti, y que no pretendo hacerte daño en nada.

-¿Por qué dices eso ahora?

-Porque quiero que lo sepas... Por si algún día ocurre algo entre nosotros sepas que no te voy a dejar de querer.

-¿Insinúas que va a pasar algo?

-No, pero quien sabe...-Vuelve a acariciar mi mejilla y se acerca a mi oído.-Doy lo que sea por una vida contigo.

Palabras que hacen sonreír. Se le veía con los ojos brillantes y una mirada tierna, no puede ocultar que algo le pasa. Algo cómo un miedo a perder. Si supiera que ese mismo miedo es el que tengo yo por las noches. A que esa sea la última noche a su lado. Si algún día esta historia se acaba, ¿Qué sería de mí? Esa fuerza que sólo él me ha dado desaparecería. No puedo evitar supirar en su pecho y da un suave beso en mi frente.

-Aquí ya no hacemos nada, estará agotada... Lo mejor es venir en otro momento a verlos.

-Edtoy contigo.-Digo levantándome.-Vamonos.

Salimos por esa puerta enorme en silencio. Él seguía manteniéndose serio, triste. Yo no sabía qué ocurría pero el pensar s que se esté replanteandose lo nuestro me asustaba. Su mano sin esperarmelo me rodea el cuello y me pega a él. Hacía frío, la noche hacía tiempo que había llegado. Sin soltarme hasta el coche caminamos. Me abre la puerta y entro, espero un rato a que entre él y marchamos a casa. Y sin decir nada, el día acaba. En casa sigue sin hablar y sube directamente a la habitación, se cambia y se acuesta a dormir. Me cambio yo también y entró en la cama. Miro a la pared dándole la espalda. Permanezco despierta esperando una señal, una palabra... que no llega. Solo me abraza por detrás y lo escucho suspirar varias veces. Hasta que yo quedo dormida, pero él no.

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Al rato de yo haberme quedado dormida.

Liam se levanta, coge el móvil y se encierra en el baño. Marca un número y llama.

-¿Louis?

-¿Qué?

-Hijo de la gran p###, ¿Cómo te atreves a enviarle esas fotos a Margaret? ¡Teníamos un pacto!

-Yo no le he enviado esas fotos.

-¿No? ¿Y cómo es que las tiene?

Louis recuerda la noche de ayer, esa tía se la había jugado para conseguir esas fotos.-Pues... Ni idea pero te juro que yo no he sido.

-Por tu bien, espero que estés diciendo la verdad o te acordarás de mí toda tu vida.

Cuelga el teléfono y se mira en el espejo. Estaba temblando y no era de frío. Los ojos llorosos. Rabia, mucha rabia. Abre el grifo, moja sus manos y después se lava la cara. No sabe lo que es capaz de pedirle Margaret por esas fotos. Seca su cara con una toalla y vuelve a salir.

-¿Liam? -Digo yo despertandome.-¿Qué haces despierto?

-Nada, cariño... Solo quería ir al baño.-Se sienta a los pies de la cama con una mano acariciando mis piernas.-Duerme, mañana trabajas.

-¿Y tú?

-Yo no tengo sueño...

-¿Quieres hablar?

-No quiero molestarte.

Me levanto de la cama y me siento.-No me molestas.

Se ríe, ya sabe por qué se enamoró de mí. Puedo estar cansadisima que me quedaría despierta por él días.

-Pues vale...-Acaricia mi pelo.-Hablemos. ¿De qué?

-De ti. Cuéntame lo que te pasa.

-Nada...

-Liam... No me engañes que se te nota. Si es que hay que ser ciego para no darse cuenta.

Sonríe.-Son los nervios, dentro de poco estaremos casados y tengo miedo a que pase algo antes de que nos casemos.

Lo abrazo.-No pasará nada, mi amor.

-Eso espero. -Dice acariciando mi espalda.

Después de esa conversación los dos pudimos dormir.

.....

Me desperté y Liam ya estaba despierto. Me había preparado un té y unas tostadas.

-No deberías de haberte molestado, nunca desayuno.

-Por eso son tus mareos.-Me da un beso en lo labios.-Espero que te guste.

Me tomé el té y una tostada.

-Me tengo que ir, se me hace tarde.

-Mi amor...-Me agarra de la mano y me da un suave beso en los labios.- Ten cuidado.

-Lo mismo digo yo... Adiós.

Marché más rápido que volando al trabajo. La falda me hacía daño en la caderas. Lo siguiente que voy a hacer como jefa es llevar pantalones vaqueros. O pijama. Entré en la empresa y para mi sorpresa, una de las caras que estaba ahí era Louis. El pelo lo llevaba muy peinado, raro en él, estaba muy serio, firme.

-¿Qué haces aquí? Yo ya te hacía de luna de miel en las islas Canarias.

-No... No me voy de luna de miel. Tengo mucho trabajo. Necesito saber si al final te vienes a ver los pisos. Para sacar los billetes ya y salir lo más pronto posible, antes del domingo debemos estar.

-No... Ve tú, compra los pisos tú.

-Sabía que dirías eso.-Se ríe y pone un mano sobre la mesa, con una pose dura y retante. ¿Qué le pasó anoche para que esté así? Me retiro un poco hacia atrás.- Lo que te diferencia a ti de tu padre es que él arriesgaba parte de su vida, de estar con las personas que más quería para conseguir dinero y el bienestar de su familia. -Mirs a su reloj.- Esperaré media hora para que cambias de opinión y te vayas a Italia. Si no, no podré ayudarte más.

Vuelve a ponerse serio y sale por la puerta. Nunca lo había visto así. Jamás.

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Liam entra en el trabajo, le falta el aire. Por una vez en su vida solo quiere ver a Margaret. La busca y la encuentra en la cabina de la radio. ¿Cómo no se le había ocurrido ir a buscarla primero ahí? Respira profundo.

-Margaret...

-Oh, Liam, te estaba esperando.

-Ya... ¿Quién te ha enviado las fotod?

-Digamos que las conseguí por mi cuenta.-Se ríe

-... Vale, te voy a pedir que por favor esas imágenes no lleguen a las manos de ___

-¿Y por qué debería de hacerlo?-Se hace un silencio.-Haremos una cosa. Tú me besas, me tocas y esas fotos no llegarán a ella.

-Ni en sueños.

-Vale, pues me agradecerá que le envie las fotos.-Hace amago de enviarlo.

-ESPERA.

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Yo en mi oficina recibo un mensaje de un mensaje de un número extraño.

"Ven a la oficina de la radio. Es urgente."

¿Le habrá pasado algo a Liam? Cojo las llaves de mi coche, el bolso y corro por toda la oficina.

-Julia, debo salir, es urgente. Cualquier cosa que pase pide que me llamen all móvil. Chao.

-Adiós

Soy tuya. [Segunda parte de El Hijo Del Director]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora