Soy tuya. [Segunda parte de El Hijo Del Director]

Capítulo 11

Fuimos a mi casa donde después de cambiarme y maquillarme volví a salir. Mi madre no estaba en casa lo cual me extrañó. Cuando salí de mi casa, Liam estaba apoyado al coche con unas gafas de sol puestas. Ya eran las 6 y en poco el cielo se tornaría a oscuro así que no entendí el por qué llevaba las gafas de sol. El hecho es que ewtsba increíblemente irresistible. Me sonrió a lo lejos y se acercó un poco a mí.

-Sabía que te quedaría genial.- Era verdad, el traje se ajustaba perfectamente a mi cuerpo. Me había mirado varias veces al espejo antes de salir porque aún no me creía que fuera yo.

-Gracias.-Le sonrío y doy un beso en sus labios.

-Antes de irnos deberás taparte los ojos con esto.-Saca un pañuelo negro de su bolsillo.

-¿Todo el tiempo?

-Sí, pero tranquila, está cerca.-pasa la cinta negra por mis ojos y hace un nudo en la parte de atrás, lo suficientemente fuerte cómo para que no vea nada sin hacerme daño. Me agarra de la mano y me ayuda a subir al coche. Segundos después entra él.

-¿Nerviosa, verdad?-Me Susurra.

-Un poco.

Lo escucho reír.- Te encantará, te lo juro.

Pone en marcha el coche y algo de música, Counting stars de One Republic. Voy cantando esa canción y unas cuentas más que suenan hasta Que Liam apaga la música.

-¿Por qué la apagas?-Digo saliendo de mi transe mental.

-Hemos llegado.- Apaga el coche y escucho como se desabrocha el cinto de su asiento

-Por fin ya me puedo quitar esto.

-No, aún no.-Rodea el coche y me ayuda a salir del coche. Me conduce agarrándome de la cintura. Escucho una puerta abrirse y un suave olor a menta me invade. Entramos y la puerta se cierra.-Ahors te vas a quedar aquí unos minutos en lo que yo termino una cosa.

-Vale.

-Prometeme que no vas a mirar.

-Te lo prometo.-Siento como acaricia mi pelo y da un suave beso a mi mejilla. Derrepente me encuentro sola, no hay sonido alguno. El olor a menta mre acompaña, ¿Dónde estaremos? Imposible que ses la costa, hubiéramos tardado mucho, muchísimo más. ¿Y dónde se habrá metido ahora? Un fuerte sonido de algo cayendo me saca de mis pensamientos.

-¿LIAM?-no consigo respuesta.- ¿Liam, estás bien?-Sigo sin conseguir respuesta y dudo en quitarne el pañuelo y justo cuando me lo voy a quitar unas manos me agarran por detrás y me sujetan las manos. Me da un mini infarto.

-Eii, ¿Qué ibas a hacer?-Escuchobla voz de Liam y respiro más tranquila.

-Me asustaste, pensé que te había pasado algo idioto.

-No, tranquila, solo fue un fallo técnico. Ven...-Dice caminando conmigo de la mano, una brisa suave con olor a hierba me impregna ahora. Hemos salido por otra parte al aire libre.- ¿Estás preparada para tu segunda sorpresa?

-Sí...

-No te escucho muy segura.-Dice cerca de mi cara.

-Sí estoy Preparada Li... Venga, por fa ¿Qué escondes?

-SHH...-Me da un beso en los labios y con cuidado me quita con cuidado la cinta que me impedía ver. Deja de besarme y me Sonríe, se hace hacia un lado y deja ver un caminito en un jardín lleno de velas. No respiro ¿Qué?. -¿Te gusta?

-Es precioso.- Me atrevo a decir sib quitarle la Mirada a todo. Él se quita su chaqueta y me la pasa por los hombrod

hombros.

Pasa su mano por mi cintura y caminamos por ese camino de velas hasta un banco de piedra de cantería que al lado tiene una mesa con un champán y dos copas.

-¿Sabes en dónde estamos?-Dice cogiendo la botella y descorchándola.

-No...

-En el jardín de nuestra casa.

-¿nuestra casa?- Abro mucho la boca.- Liam, vivir aquí debe de ser muy costoso...

-No seas boba.-Dice pellizcando mi mejilla.- Esta era la casa de mis abuelos, he reunido dinero y mi padre y tu madre me han ayudado a reformarla.

-Ah, que no es sólo obra tuya...-Digo mirándolo seria.

-No... ¿No te gusta? Si no te gusta la vendo y volvemos a la casa de tu madre...

Me abrazo a él lo más fuerte que puedo y le susurro al oído.-Me encanta, es una de las mejores sorpresas que me has podido dar nunca.

-¿En serio?-Dice sonriendo.

-Sí, soy envidiada por tener un novio tan guapo y detallista como tú. Te quiero.

- Y yo...- Sirve las copas de champán y me entrega una. Sonríe para sí.- ¿Te acuerdas de la primera vez que nos vimos?

-Claro, eras odioso. Me estabas acariciando la espalda con el boli.

Se ríe- Sí, sí... Pero esa fue la primera vez que tú me viste a mí. Yo te había visto antes... El día en el que llegaste en un taxi tú sola con dos maletas enormes, una cara de pocos amigos y sujetando un bolso marrón en la otra mano.

Lo miro confundida.-¿Dónde estabas tú?

-En mi coche, hablando por teléfono.- Se ríe. - Ibas con un pantalón corto y una blusa blanca de tiros. Recuerdo que se te calló una mochila y empezaste a gritar "¡Joder!" le metiste una patada y ni siquiera se movió, te dolió y te agachaste a ver si te habías hecho daño, viste que no era así, así que volviste a cogerla y enfadada tocaste el timbre...

-¿Por qué no me lo habías contado?-Digo sonrojada, habría pensado que estaba loca.

- No creía que fuera algo esencial, pero hoy he querido contártelo... Y que sepas que me gustaste desde ese instante.

-Aunque eras insoportable y solo querías meterme mano.

-Y sigo queriendo, pero me controlo. Pero si quieres vuelvo a ser como antes.-Se ríe.

-No, por favor...

-Nunca lo haría... -Coge las dos copas ya vacías y las pone sobre la mesa. - Hay otra sorpresa.

-¿Más?

-Sí...-Se levanta y me hace señales para que lo siga. Caminamos por el pasillo hacia otro lado del jardín y cuando llegamos, Liam baja la palanca de la luz y solo se ven las luces de las velas por todo el jardín, era precioso.- Mira, al cielo ¿No es genial?

-SÍ...- miles de estrellas se veísn desde ese lugar, era espectaculsr e incluso perdí la cabeza mirándolas y cuando me quize dar cuenta Liam no estaba a mi lado, sino en el suelo, de rodillas.-Liam...

-No, _____, no me interrumpas por favor que llevo ensayando para esto toda la semana.- Dice riendo.