Soy tuya. [Segunda parte de El Hijo Del Director]

Capítulo 13

Liam, después de enseñarme la casa desganado, se mete en la cama y permanece en silencio aunque yo se mejor que nadie que no tiene sueño. Me quito el traje y me quedo en ropa interior. Suspiro y me meto en la cama.

-Mi amor, ¿Qué te pasa?

-Estoy cansado...

-Sé que no es eso.-Digo bajito.

Suspira.-Odio que es tío te esté llamando, que te veas con él...

Q

-¡Pero si sabes perfectamente que yo solo te quiero a ti!

Se da la vuelta en la cama y clava su mirada en mí.- También sé que él solo te quiere a ti.

-Se va a casar... Me pidió que fuera la madrina.

-Dios...-Se lleva las manos a la cara y se restriega los ojos.- ¿Y qué le has dicho?

-Que sí... Es lo menos que puedo hacer, lo he dejado plantado en el altar por...

-¿Por mí? ¿Estás insinuando que te arrepientes de haberlo hecho?

-No Liam...-Digo con voz tranquila aunque él se esté enfadando por momentos.

-Sí es eso dilo, prefiero que me lo digas y desaparecer antes de seguir con una pantomima.

-¿Piensas que lo nuestro es una pantomima?-Digo esta vez algo más enfadada.

-No, pero si quieres a Louis sí que lo es.

-¡Qué no lo quiero!

-Pues demuestramelo, no vayas a esa boda, borra su número y dile que ya no pretenfes de su ayuda.

-Sin él mi empresa se iría a la quiebra.

Se ríe.-Sí así lo crees... Buenas noches.-Apaga la luz y se vuelve a girar.

Trago saliva y me acuesto, por supuesto que no lo quiero ¿Qué se cree? Pero necesito su ayuda para llevar la empresa, me encantaría ser la nadrina en su boda porque me ha ayudado demasiado y al fin y al cabo no dejamos de ser amigos. Unas lágrimas salen de mis ojos, nos acabamos de prometer y estamos empezando mal, un pequeño sollozo sale de mi boca, Liam parece darse cuenta y alarga una de sus manos hasta la mía. ¿En señal de perdón quizás? En 10 minutos me quedo dormida.

A las 10 y media

Me despierto, me estiró en la cama y no hay Nadie, ni a la derecha ni a la izquierda. La puerta del armario blanco que hay a la derecha está abierta. Trago saliva, ¿Se habrá ido? Bajo las escaleras, huele a café, debe de estar por aquí. Camino por el enorme salón con un sofá azul en L y me meto en la cocina. Ahí está, preparando café, tenemos un cruce de miradas cuando entro por la puesta pero enseguida nos dejamos de mirar. Cojo aire y me vuelvo a estirar. Entro en la cocina, miro en las estanterías y encuentro un paquete de té verde con menta, mi favorito. Me hará falta tomar de esto porque el café me pondra más nerviosa, saco una bolsita y la meto en un vaso de agua. Liam me mira con el rabillo del ojo sin decir palabra. Meto el vaso en el microondas y coloco el paquete sobre la estantería. Nervios. El café empieza a salir y el pitido me saca de mis pensamientos.

-Liam, lo siento de verdad. Si quieres ahora mismo llamo a Louis y le digo que ya no necesito ayuda.

Liam me mira y sin responder apaga la vitrocerámica. Pasa el café a una taza.

-Perdóname tú a mí. Es que la idea de perderte... Me mata y sé que te quiere. Y que te puede dar todo lo que una chica como tú, de tu gama, merece. Al fin y al cabo solo soy un triste locutor de radio mientras ustedes mantienen empresas de gran calidad.