Soy tuya. [Segunda parte de El Hijo Del Director]

Capítulo 29

Último capítulo de la temporada.Pasan ocho meses...

Estábamos Liam y yo sentados en el sillon. Había apoyado mi cabeza en su pecho. Él acariciaba mi barriga.

-Queda poco.-Dije yo

-Lo sé.-Suspira.-Se me ha ido rápido este tiempo.

-Y a mí.-río. -Quiero saber quién es. Si se llamará Michelle o Charlie...

-Se llamará Charlie.

-¿Cómo estás tan seguro?

-Lo sé, intuición paterna.

-Pues mi intuición materna dice lo contrario...-Digo sonriendo.

-Ya verás.-Da un suave beso en mis labios. En la pared habíamos colgado una foto de nuestra boda y otra en la que Liam salía besando mi barriga a los 3, 6 y 8 meses. Sonreí. Parecía que esto no era cierto. Me levanté del sillón, necesitaba ir al baño urgente.-¿A dónde vas?

-Al baño...

-¿Te acompaño?

-Liam, sé dónde está.-Dije rodando mis ojos.

-Ya lo sé mi vida, pero puedes romper aguas en cualquier momento.-Se levantó y se acercó a mí. Miré a sus ojos y sonreí. Era tan atento. Dimos dos pasos.

-Aah...

-¿Qué te pasa?

-Con... Trac.. Cion...-Volví a gritar y de mí salió un líquido que recorrió mid piernas. Liam miró asustado.

-¿Ya es la hora?.- Asentí.-Nos vamos.

Me levantó del suelo y me llevó hasta el coche. Iba rápido, no había un segundo que perder. Aceleró.

-¿Quieres algo? ¿Necesitas algo?

-Sí... Llegar ya.-Suspiré.-Me duele.

-Queda poco, tranquila.-Volvió a acelerar y a tocar el claxon

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Cuando me quise dar cuenta ya estaba dentro, todo había sido rapidísimo por los gritos que Liam les daba. Cuando entramos Liam se puso a mí lado, no me soltaba la mano y me susurraba cosas.

-Venga, será rápido y ya veremos quien es... Te amo.

-Y yo a ti...

-¿Preparada?-Dijo el médico. Asentí. Empezó a contar de 10 a 0.-Respira

El parto duró media hora. Media hora dw gritos. De dolor. De lágrimas. Suspiré agotada.

-Es un niño.-Dijo la enfermera.- enhorabuena...

-Te lo dije.-Dijo Liam llorando.- Te dije que sería un niño.

La enfermera se paró tras las ordenes del doctor. Él le susurró algo a ella y ella corriendo dejó a mí bebé a otra enfermera para que lo bañara y volvió.

-¿Qué ocurre?-Le dije a Liam.- ¿Algo va mal?

-Tranquila...-Me susurro.-¿Qué ocurre?

-No habéis ido a las ecografias ¿verdad?

-No.. ¿Po.. Por qué?- Dijo Liam asustado.

El médico ríe.-Son dos.

-¿DOS?-grité.

Liam abrió la boca. Aún lloraba. Yo estaba asustada. ¿Cómo que dos? En cuanto el médico dio la señal volví a empujar. Está vez era menos doloroso. Más rápido. Pero dolía, fueron 15 minutos de dolor. Miré a mi esposo. El último impulso. Un grito ahogado y terminó.

-¡Otro niño!-Volvió a gritar la enfermera y después de eso caí agotada. Suspiré. Lloré.

-Son dos... Dos niños.-Dijo Liam cerca de mi cara. Rozó mis labios con los suyos.- Hay que comprar otra cuna, buscar otro nombre...

-David...

-¿David?

-Sí, David, como mi padre...

-Pues David.-Me da ub suave beso.

Y en cuestión de minutos trajeron a mis dos pequeños.

-Mamá, papá...-Dicen dandonos a los pequeños.- Enhorabuena.

-gracias...-susurre y miré a mí hijo. Era él segundo por la pulserita que llevaba. Era David.

-Tienen tus ojos...-susurre llenandome de lágrimas.- Y tú nariz...

-Sí...-Dijo sollozando. -Charlie tiene hasta mi misma marca, mira.- Dijo sujetando al pequeño delante de mí. Sonreí al verlo llorar de la emoción, sus ojos estaban iluminados, brillantes. Sonreía.

-Los acabo de ver y ya los amo.-Acaricié la cara de David y después la de Charlie.

En cuestión de minutos todo el hospital se llenó de amigos y familiares. Todos para felicitarnos. Incluido Louis que con aire de frialdad entró. Tres días después volvimos a casa. Liam habia aprovechado esos días para comprar la otra cuna y más ropa.

Entré en la habitación de los pequeños mientras Liam se preparaba para irse a dormir. Estaban durmiendo. Acaricié las manitas de ambos.

-¿No sé supone que deberíamos aprovechar para descansar mientras ellos duermen?

-No puedo dejar de mirarlos...

Se ríe y me rodea con sus brazos.-Son lo mejor que nos podría haber pasado...

-Sí...-Suspiro.-Liam...

-Dime...

-Te amo...

-Yo también te amo.

Y junto a ellos pasó el tiempo. Fuimos felices durante un tiempo... No mucho, quizás menos de un año... Pero eso ya es otra parte de esta historia...