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Había música a todo volumen, mucha gente y una casa realmente grande.

Chicos y chicas bailando, fumando, bebiendo alcohol e incluso drogándose.

Luke había ido porque su ex novia y el habían organizado aquella fiesta y por ser anfitrión no podía quedar mal con sus amigos o con los chicos de la escuela.

El rubio estaba desesperado, discutir con Bárbara no le hacía bien, generalmente le era difícil verla a los ojos puesto que ella era la única chica que el de verdad quería.
A veces Bárbara se aprovechaba del amor que Luke le tenía.

Siempre acostumbraba a encerrarse en el baño. ¿Por qué? En el fondo le gustaba estar solo.

(...)

La castaña buscaba a Luke y bueno, era la costumbre, por lógica sabía que el rubio estaba en el baño y decidió entrar.

-¿Qué haces aquí, Luke?

-Pasando el rato, ¿tienes algo de cocaína?

-Claro, toma.-La rubia había sacado una bolsa pequeña que contenía aquel polvo blanco y Luke la había aceptado.

-Gracias Barbie.

-De nada.

Bárbara prefirió salirse, extrañaba a Luke pero no quería molestarlo cuando estaba triste.

(...)

Michael no estaba seguro de hacer lo que Robert le había dicho.

Pero, joder, ver a Dylan con Emma le daba miles de motivos para hacerlo.

Su Dylan.

Prontamente Dylan se acercó a Michael y Elle.

-Hola Mike, hola Elle.-Dylan los miró desde abajo y notó que sus manos estaban entrelazadas.-Se ven lindos juntos.

-Oh, gracias Dy...-Michael la interrumpió.

-Vámonos Elle.

Se alejaron de Dylan dejándolo solo.

Dylan odiaba que Michael le hiciera eso, estaba harto.

Michael había jugado con fuego y Dylan lo quemaría, le regresaría lo que le había hecho.

Nadie podía burlarse de Dylan Boyle.

(...)

Era el segundo polvo que Luke consumía.

La cocaína ya era parte de Luke.

Dylan había besado a Emma, Michael entró al baño llorando, interrumpiendo el acto que Luke estaba ejecutando.

Michael alzó la vista y notó que había interrumpido un mal momento, era la primera vez que veía a un chico tan guapo desperdiciando su vida en esa mierda, pero ese no era asunto suyo.

-Yo...Perdón.-Apenas pudo hablar.

-N-no hay problema.-Respondió el rubio.

Michael lo miró a los ojos, unos ojos tan azules como el mismo cielo.

Luke también lo miró a los ojos, unos ojos tan verdes como la marihuana, otra droga favorita de Luke.

Ambas miradas chocaron.

Michael decidió salir del baño, estaba apenado.



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