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Michael había llegado a casa, nadie estaba, generalmente a esas horas de la tarde su mamá seguía en el trabajo y sus hermanos también iban a trabajar.

Michael notó que había un sobre tirado, era una carta.

Le habían dado la beca de cada año.

Michael estaba feliz, esa beca significaba mucho para él.

Quería ponerse a gritar, a saltar pero aquella dulce voz lo interrumpió.

-Felicidades Michael.

-G.gracias, ¿qué haces aquí?

-Dejé a Bárbara en su casa y decidí venir a verte.-Respondió el rubio como sí tuviese lógica su acción.

-¿Cómo entraste Luke?

-Había una nota en la puerta que decía "Bebecito, la llave está donde siempre"

Michael se sonrojo por el apodo que su madre le había puesto desde que tenía dos años.

-¿Cómo supiste donde estaba la llave?

-Michael creo que es lógico y básico que la llave siempre esté bajo la alfombra de la puerta, ¿no crees?

-Sí, supongo.

Luke se paró del sillón donde se encontraba sentado y se fue acercando a Michael.

-Me gustaría que Bárbara fuera como tú.-Soltó aquellas palabras.

-¿Cómo yo? Bárbara es realmente linda y tierna.

-Tú lo eres aún más.-Aseguró Luke.

¿Acaso Luke le estaba insinuando algo?

-G-gracias L-luke.-Michael apenas podía hablar.

El rubio comenzaba a acercarse más y más a Michael, era más que obvio, su intención era besarlo y Michael no se negaría.

De pronto alguien abrió la puerta, la figura de Robert estaba posada en la puerta.

-Vaya, supongo que perdón por interrumpir.-Habló Robert, mirándolos, quería reírse y también incomodarlos.

-No hay problema, Luke estaba a punto de irse, ¿cierto Luke?

El rubio miró extrañado a Michael.

-Sí, claro, adiós Michael.

-Adiós Luke.

Luke salió de la casa de Michael cuando se topó con Dylan.

-¿Qué haces aquí Hemmings?

-Michael es mi amigo, ¿qué haces tú aquí?

-Eso no es de tu incumbencia, en fin, ¿tan accesible fue?

-¿De qué hablas?-Respondió extrañado Luke.

-No sabía que lo homosexual se contagiaba tan rápido.

-Sueñas, ¿yo gay? Dylan, no todos caemos tan bajo.

Luke se fue alejando pensando en lo que había dicho.

Había intentado querer besar a Michael, pero, en realidad, ¿era lo suficientemente gay para besarlo?

No, claro que no lo era.

Luke Hemmings no era gay.

O al menos eso era lo que él pensaba.





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