Después de comer la segunda porción de estofado, Joel le dio a Erick el jarabe y le dio las indicaciones de cada cuánto debía tomarlo.Avergonzado, Erick se tomó la copa de jarabe y tomó en sus manos la botella.
"¿Qué hora es?" preguntó el ojiverde al ver a Joel sentarse en el sofá junto a él.
"1:25am." respondió Joel tras revisar su celular. Al escuchar la hora, Erick puso sus pies sobre el piso y se acomodó el cabello.
"Oh mierda, es tarde." dijo Erick y se levantó. Joel lo miró con el ceño fruncido. "Creo que es hora de irme Joel, muchas gracias por tod—"
"¡¿Qué?!" exclamó Joel sobresaltado interrumpiendo al menor y se levantó, quedando al frente de Erick. "No, Erick. Es muy tarde, no puedes simplemente salir a esta hora y—"
"Joel." interrumpió el ojiverde, una expresión muy seria en su rostro. "Yo vivo en la calle, rondo por las calles a todas las horas, no sería la primera vez así que—"
"No, Erick." dijo Joel con voz firme y miró directo a los ojos del menor. "Estás enfermo y no te dejaré ir a dormir en la calle cuando yo perfectamente tengo una habitación libre para que la ocupes."
"No necesito que me cuiden." respondió Erick inflado por el orgullo. "No soy un niño, tengo 20 años y me he cuidado muy bien todos estos—"
"¿¿Solo tienes 20 años??" preguntó Joel exaltado; sabía que el chico era joven, pero no esperaba que fuera tan joven. "No, bonito, te quedas aquí y yo voy a cuidarte, estás muy enfermo."
"¡Ni siquiera me conoces!" exclamó Erick alterado; odiaba cuando lo trataban como un niño, sentía que lo trataban como si fuera 'menos'. "Podría ser un maldito ladrón y tu aquí ofreciéndome tu casa—"
"¿Lo eres? ¿Eres un ladrón?" preguntó Joel aunque ya sabía la respuesta. Erick negó con su cabeza y Joel habló antes de que el menor pudiera abrir la boca. "Listo, eso es todo lo que necesito saber, ahora vuélvete a sentar."
Joel se sentía como un loco al verse en esa situación y sabía que cualquier persona lo juzgaría por ofrecerle su casa a un chico que acababa de conocer no más de dos días atrás. Un chico de la calle, para hacerlo aún peor ante los ojos de las personas.
Pero Erick no era cualquier chico, Erick era diferente, era especial... jodidamente muy joven para Joel, pero en ese momento lo único que pasaba por su cabeza era la necesidad de protegerlo.
"Mierda, Joel, ¡no necesito tu caridad!" exclamó Erick casi gritando y Joel entendió porqué el ojiverde estaba tan reacio a quedarse...
El menor creía que Joel le ofrecía las cosas por lástima.
"No es ninguna maldita caridad, lo hago porque quiero." respondió Joel con voz baja, sonando esta más grave de lo normal. Se acercó unos pasos al menor y lo miró directamente a los ojos. "Porque quiero que duermas bien bajo un techo y porque no soportaría estar en mi cama mientras tu estás enfermo en la calle."
"Joel—"
"Al menos hasta que te cures, ¿sí?" dijo Joel, cediendo un poco ante el orgullo del menor. "Por favor. Quédate hasta que estés mejor y luego puedes irte..."
Le dolía brutalmente decir aquellas palabras y le costó trabajo verbalizarlas.
Esperaba poder lograr hacer a Erick cambiar de opinión antes de que sanara.
Erick lo miró muy serio durante unos instantes y luego suspiró resignado, tomando asiento de nuevo en el sofá.
"Bien, pero dormiré en el sofá." dijo el ojiverde y Joel iba a objetar pero lo interrumpió. "No Joel, agradece que me voy a quedar y lo haré en el sofá."
Joel rodó sus ojos pero aceptó. Realmente no esperaba que Erick aceptara.
Sonriendo, Joel caminó hasta la habitación huésped y tomó las cobijas que estaban sobre la cama. Luego pasó a su habitación y tomó un pantalón de pijama, un suéter y una toalla de baño.
Volvió a la sala y depositó todo sobre la mesita. Erick estaba sentado con Pequeñín en su regazo. Joel rió al ver aquello; parecía ser que cierto cachorrito se había encariñado con el chico.
"No sé si querrás, pero puedes ducharte en aquel baño." dijo Joel señalando una puerta y vio como Erick dudaba en acceder. "A mi siempre me gusta ducharme antes de dormir, me hace descansar más."
Erick sonrió un poco y tomó las prendas ofrecidas y la toalla.
"Eres libre de utilizar todo lo que encuentres allí." dijo Joel emocionado al ver al menor tomar las cosas y caminar en dirección al baño.
Tan pronto Erick cerró la puerta, Pequeñín saltó del sofá y corrió hacia la puerta, soltando pequeños ladridos como si estuviera llamando al ojiverde.
Joel rió y caminó hacia el cachorro para alzarlo.
"Te estás encariñando mucho, niño." dijo Joel con Pequeñín en brazos y caminó hacia el sofá para sentarse. "Pero, ¿te confieso algo?"
Pequeñín soltó un pequeño ladrido como respuesta.
"Yo también... yo también me estoy encariñando."
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「mi hogar」 「joerick」 「terminada」
Fanfiction¿Qué pasa cuando dos personas solitarias se encuentran? Donde Joel es un escritor y Erick es una persona de la calle. ¡Espero disfruten!