「mi hogar」 「joerick」 「terminada」

Parte 15

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Y sin poder evitarlo, Joel cortó la distancia y unió sus labios a los de Erick.

Solo fue una pequeña presión de labios contra labios, pero Joel sintió como la totalidad de su piel empezó a arder.

Después de unos segundos, ambos se separaron. Joel abrió los ojos y se encontró con los ojos verdes brillantes de Erick clavados en los suyos.

Bajó la mirada a los labios del menor y los vio brillando un poco por la saliva.

"A la mierda." murmuró Joel y con una mano en su nuca, jaló al menor hacia él y volvió a besarlo.

Esta vez, Erick correspondió el beso y sus labios empezaron a moverse en sintonía. Empezó como un suave roce de labios, pero las manos de Erick empezaron a explorar y hacer tirones de ropa con frenesí y Joel perdió el control que había tratado de mantener.

"Joel..." suspiró Erick cuando Joel bajó a besar su cuello y el mayor sintió como todo su cuerpo se encendía al escuchar su nombre salir del menor de aquella manera.

Succionó con fuerza la piel bajo sus labios y sonrió complacido al escuchar el gritito que soltó Erick, alentándose a seguir explorando con sus labios y con su lengua la piel que tenía bajo su merced.

Los sonidos que salían de los labios del menor solo provocaban más y más al mayor así que cuando un gemido especialmente alto escapó de la garganta de Erick, Joel lo tomó de las piernas y lo alzó.

Erick tomó una bocanada de aire por la sorpresa y ató sus piernas a la cadera del mayor. Enredó sus manos en el cuello de Joel y se dejó cargar hacia lo que asumía era la habitación del mayor.

En ese momento ninguno de los dos podía pensar en algo que no fuera el cuerpo sólido y caliente que tenían al frente.

Llevaban mucho tiempo de soledad y ambos necesitaban saciar su sed de contacto.

Al llegar a la habitación, Joel acostó a Erick en su cama y se arrodilló sobre él. Erick se sentó y llevó sus manos al borde de la camisa del mayor y se la quitó de un tirón. Seguido, se quitó la suya propia y jaló a Joel de la nuca para unir sus labios en un desesperado beso.

Joel por su parte y sin romper el beso, fue empujando a Erick hasta dejarlo acostado de nuevo y se acostó sobre él, apoyando la totalidad de su cuerpo sobre el del menor.

Ambos soltaron fuertes gemidos al sentir el contacto de sus calientes y desnudos torsos.

Sin tapujos, Joel empezó a mover sus caderas sobre las del menor, provocando el roce que ambos tanto estaban necesitando.

"M-Mierda." murmuró Erick y clavó sus uñas en la espalda del mayor. Joel aprovechó y volvió a pegar sus labios a los del cuello del menor.

Sus labios succionaban sin compasión dejando salvajes marcas rojas y sus caderas se movían en frenesí. Sabía que no iban a durar mucho, ninguno de los dos, y que no llegarían muy lejos por lo mismo, pero en ese momento no le interesaba.

"Joel, Joel, Joel..." Erick repetía su nombre una y otra vez y cada vez que lo pronunciaba, Joel sentía que se acercaba cada vez más su orgasmo.

"Mierda, eres tan bonito." murmuró Joel al levantar su rostro para mirar al menor e inmediatamente vio a Erick abrir su boca en un gemido silencioso y su cuerpo se estremeció.

Con un par de estocadas más, Joel se corrió y dejó su peso caer sobre el del menor.

Sentía como si su piel estuviera ardiendo en fuego y sentía el pecho ligero. No se había dado cuenta realmente de lo mucho que le hacía falta tener algún tipo de conexión con alguien.

Con la poca energía que tenía, se bajó del cuerpo de Erick y lo jaló hacia él, estrujandolo contra su pecho.

Y lo último que sintió Joel antes de caer profundamente dormido fueron los dedos de Erick acariciando su pecho desnudo con delicadeza.