Aitor (Furry/Yaoi)

1. ¿Qué Está Pasando Aquí?

Hola mucho gusto, mi nombre es Aitor, soy un husky un tanto peculiar por el color de mi pelaje,  mis padres dicen que es especial, yo realmente lo considero así me encanta el azul jeje.

Narra Aitor.

Era otro día normal, de preparatoria, yo no suelo hablar mucho con mis compañeros, solo para hacer algún trabajo con ellos cuando la materia lo requiere y así. Estoy en mi 4to semestre de preparatoria, así que solo me falta un año para graduarme.

Era la última hora de clase y como siempre el profesor dejando tarea extra, no es como si me llegase a molestar, al final terminó haciéndola.

—De tarea jóvenes, la página 65 de su libro y contestar los ejercicios del 3 a 9 —dijo el profesor mientras borraba el pizarrón.
—Si, profesor... —dijimos todos en un tono más bien de frustración.
—Muy bien, entonces ya pueden salir —dijo y comenzó a guardar sus cosas.

Guardé mis cosas y me dirigí a la puerta del aula cuando escuché que alguien me llamaba desde el otro lado del aula.

—¡Aitor, espera! —gritó una fursona tratando de alcanzarme.

Miré hacia atrás y vi que era mi compañero Aarón; él es un oso de pelaje café un poco más alto que yo, no lo conozco mucho, pero a mí criterio es un chico agradable.

—¿Qué pasa? —pregunté mirándolo extrañado.
—Quería saber sí... ¿Querías hacer conmigo la tarea de filosofía? —preguntó con algo de nerviosismo.
—Oh pues... Sí, supongo que estaría bien, así ya no se hace tan difícil buscar la información —contesté sonriéndole.

Noté un leve sonrojo por parte de él.

—Vamos a la biblioteca a investigar un poco, entonces —dije y me propuse a salir de ahí.
—Eh, Aitor... Y ¿sí mejor hacemos la tarea en mi casa? —preguntó tratando de evitar el contacto visual conmigo.
—¿Huh?... Pues bueno, vamos a tomar el bus entonces —respondí y salí del salón.

Me adelanté un poco y podía escuchar al tras de mí queriendo alcanzarme.

—E-espera... Tengo un auto, no es necesario que vayamos en bus —dijo jadeando un poco y ante la mención de su auto lo miré sorprendido.
—Oh vaya... Bueno, entonces vamos a tu coche —dije.

Salimos de la escuela y caminamos hacia el estacionamiento, pude ver un Mustang rojo, esto hizo que me sorprendiera aún mas, siendo mi compañero de clase nunca había pensado que ese coche fuera de él, siempre había pensado que pertenecía a un profesor o incluso al director, pero nunca a él.

—¿Éste carro es tuyo? —pregunté sorprendido.
—Si, es mío —respondió sonriente.

...

«¿Cómo es que nunca me percaté?»

—Bueno súbete, y nos iremos — dijo con la misma sonrisa para entrar a su carro.

Sin decir nada entré en el asiento del copiloto, tratando de no cerrar la puerta tan fuerte, miré un poco del interior del carro, me ajusté el cinturón y voltee a ver al oso al lado mío.

—¿Cuánto tiempo llevas con este carro? —pregunté.
—¿Hm?, Ah, desde 2do semestre, o sea desde hace un año —dijo y encendió el auto.
—Ya veo... —comenté.
—¿Pasa algo? —preguntó preocupado.
—Oh no, no es nada jeje —reí nerviosamente y saque mi celular para ver algunos mensajes e intentar distraerme.

Finalmente partimos hacía su casa, pasando por algunos lugares que conocía y otros no tanto, llegamos a una zona que un tanto rural pero con ciertos toques urbanos. A todo esto no fueron ni 15 minutos de viaje.