Aitor (Furry/Yaoi)

9. Segunda Oportunidad.

Narra Aitor.

Los días venideros fueron normales y de alguna manera me ayudaron a concentrarme en la escuela y despejar mi mente, aún me dolía un poco el asunto de Álex, aunque, para buena mía lo que había pasado ya no me suponía gran dolor, gracias a mi mejor amiga fui capaz de recuperarme de los cinco días que no fui a la escuela y ella me apoyó en todo momento, era como una bendición, enviada a ayudarme. Mientras yo sanaba de alguna forma los restos de mi corazón, trataba de rechazar a aquellos que quisieran algo conmigo, podía verme como una mala fursona en la escuela o en la calle, pero preferí la amistad a una relación concreta.  Durante mi soltería y rehabilitación, por decirlo de alguna forma, mi amiga nunca me abandonó, me invitaba a salir, íbamos a comer, al cine, a todos lados, platicábamos de todo y de muchas cosas, sobre ella, la escuela, el futuro, todo parecía estar bien para ambos.

Entre otras noticias Leo, al parecer se arrepintió de lo que hizo, lo digo porque un día me llegó una carta de él, dude en abrirla y por consiguiente leerla, pero finalmente la curiosidad me ganó.

La carta decía:
"Aitor, quisiera darte mis más sinceras disculpas de lo que hice hace tiempo, no debí entrometerme en tu vida sentimental y sé  que te cause muchos problemas, incluso  la ruptura con tu ex-pareja, no puedo soportar estar aquí sabiendo lo que he hecho, me iré por un tiempo de Lex, espero volver y que me hayas perdonado.
Mis más sinceras disculpas.
Leo.

No sabía que pensar, él había arruinado mi relación de tres años con Álex, una relación que parecía ir viento en popa, aunque al final me hizo ver lo que Álex pensaba de mi... Debo admitir que no soy rencoroso y por lo mismo trato de no ser enemigo de nadie, pero para mi desgracia no me sale del todo bien.

En cuanto a Aarón, supe que se fue de Lex también, a estudiar derecho en otro estado o país, no lo sé con certeza. ¿Cómo lo supe?, me encontré a su madre por casualidad en el supermercado y platicamos, aún no me queda del todo claro de dónde sacó Aarón esa parte suya tan arrogante, siendo sus padres tan humildes y buenas fursonas, tengo la teoría de que es en parte por haber sido hijo único y el hecho de la posibilidad monetaria de sus padres. Aunque son completamente opuestos. 

Como sea, espero que encuentre lo que quiere y no sea a expensas de su ego. Tampoco he sabido nada de Álex ni de Ángel, supongo que se fueron del país o simplemente ya no coincidimos en lugares, afortunadamente, aunque, siendo honesto extraño mucho a Álex, él ha sido el único que me ha sabido amar con ternura y sin interés, aunque me pone en duda su falta de credibilidad hacia mí. ¿Qué le costaba creer en mí cuando ocurrió aquel incidente? Esa pregunta siempre está rondando en mi cabeza, con el tiempo que ha pasado trato de que no me afecte demasiado esto ocupándome lo más que pueda.

Pero bueno, basta de resumir mi vida en las pocas semanas de "descanso amoroso" y vamos a lo importante.

Era una tarde de viernes, me encontraba leyendo en mi cama, relajado, no tenía tarea ni preocupaciones, estaba a punto de acabar el último de los libros que hace unos años Ángel me había regalado. El pensar que Ángel fue mi primer amor, me rechazo y luego yo lo mandé a volar era irónico y gracioso aún así. Ya había terminado el libro, suspiré y me puse a reflexionar las últimas palabras de este, después de unos minutos, pensé en llamar a mi mejor amiga y ver qué día estaría libre para ir a la librería, soy de esos que si no tengo que leer o me aburro o me vuelvo loco. Saqué mi celular y estaba por llamar cuando de pronto.

Toc toc toc

¿Quién sería a estas horas y en pleno viernes?, tenía la esperanza de que fuera mi amiga, visitándome o con la intención de invitarme a algún lugar, con esa posibilidad me dirigí a abrir la puerta. Al abrirla me encontré con Ángel tenía más cabello y barba de lo usual también parecía que había crecido un poco.

—Hola Aitor —saludó.
—Ángel, ¡que sorpresa!, ¿Cómo has estado? —pregunté algo sorprendido.
—Pues bien, supongo, entré a estudiar la carrera de ingeniería industrial y digamos que es interesante —respondió.
—Vaya, suena llamativa, la verdad... —hice una pausa— ¿Qué te trae por aquí?
—Venía a visitarte, después de lo que pasó hace algunos años, te extrañaba —respondió con tono de culpa.
—Ya veo... Bueno, a mi también me da gusto verte —dije sonriendo.
—Si, también quería pedirte otra oportunidad... —dijo.

 Me sorprendió un poco eso y para ser honesto no sabía que decir.

—Otra oportunidad, ¿Para qué? —pregunté extrañado.
—Mira sé que las cosas se dificultaron para ti después de mi pelea con el oso ése, sin embargo, yo aún sigo queriéndote y no me rendiré hasta que tú sientas de nuevo lo mismo por mi —respondió.
—Oh, pues yo... No sé la verdad, han pasado muchas cosas... —dije.
—Si, supongo que sí... Pero, por favor déjame quererte —dijo tomando mi mano y besándola.

Me sonrojé un poco, recuperé la compostura y di un leve suspiro.

—V-vale, supongo que tú también mereces otra oportunidad... —comenté aún no convencido del todo.
—Aitor, ¡muchas gracias! —dijo, me abrazó y besó mi mejilla.

Su rostro demostraba que estaba feliz y emocionado, entonces vi como sacaba algo de su chaqueta, era una caja, involuntariamente recordé los anillos de compromiso que Alex me había dado, de la caja sacó un collar, este era un corazón que se partía en dos, lo partió y me dio una  de las mitades.

—Esto nos reconoce como novios, me alegro mucho que hayas aceptado —dijo feliz colocándose el collar para luego hacer lo mismo conmigo.

Yo sonreí, aunque por dentro tenía miedo, no sabía que pasaría, a qué llegaríamos y si es que llegaríamos lejos, así comenzó mi relación con Ángel, él solía ser un poco serio a veces, eso me causaba cierta incertidumbre, él también me visitaba todos los días, hablábamos o comíamos y después de unos besos él se iba. No me parecía que fuera mal, sin embargo con el tiempo noté que se hacía más frío, trate de no darle importancia, pero empezó a reclamar por sexo, yo le decía que no me sentía listo y que necesitaba más tiempo, la relación estaba tomando un rumbo muy raro, sin embargo creí que las cosas podrían mejorar, que tonto fui. Ángel ya casi no me visitaba y si salía algún lugar misteriosamente me llamaba para preguntar qué hacía ahí y porque, en sí la relación se volvió cada vez más monótono y aburrido. Como me lo temía al principio de todo esto, pasó otra vez, pero esta vez llegaría a un punto culminante en mi vida.

Ese día estaba en casa haciendo tarea con mi laptop, tenía que investigar algunas cosas de el pensamiento de Sigmund Freud de la nada noté que una ventana emergente salió en la pantalla, decía: Nuevo dispositivo "SPY.EXE" ha sido instalado y está listo para usarse.

«¿Eh? ¿Qué es esto?»

Sin pensarlo di clic al anuncio y me dirigió a una página web.

__________________________________________________________________________________

Hola a todos, hasta aquí el capítulo, espero que les esté gustando cómo va la historia y muchas gracias por el apoyo, comenten que les está pareciendo y no olviden votar ^^

Se despide.
—MadSoul345.