Aitor (Furry/Yaoi)

2. Sentimientos Guardados.

Narra Aitor.

—¿Su yerno?, ¿Cómo así? —pregunté confundido.
—Si, tú y mi hijo son pareja, ¿no? —preguntó tomando asiento.
—Eh, yo... —no sabía que decir, miré a Aarón quien estaba completamente sonrojado.
—Por favor cariño, dejemos eso para después de la comida, ¿quieres? —preguntó la mamá de Aarón.

«Gracias a Dios»

—Si creo que estaría mejor, hablarlo con calma —respondió el papá.

El ambiente mientras comíamos se sentía muy tenso, claro, más para mi que para nadie, no sabía a que venía toda esa inesperada escena, tan repentina que me había tomado completamente por sorpresa. ¿Qué le diría Aarón a sus padres?, ¿Esto es algún tipo de broma? Eran preguntas que rondaban en mi cabeza, tomando toda mi atención y que afortunadamente me distraían por completo de aquella incómoda comida.

Después de un rato por fin había terminado de comer.

—Iré un momento al baño —dije a lo que los padres de Aarón asintieron.

Una vez en el baño me miré en el espejo y moje un poco mi cara, seguía en shock por lo que había dicho el padre de Aarón.

—¿Aarón le dijo a sus padres que éramos novios? —murmuré y no pude evitar sonrojarme— bueno él realmente no está nada mal, y es buen tipo, pero no lo sé.

«Demonios, parezco un jitomate»

Seguí en trance hasta que el sonido de alguien golpeando la puerta me devolvió a la realidad.

—¿Aitor, estás bien? —preguntó Aarón del otro lado de la puerta, algo nervioso al parecer.
—Oh si, estoy bien, ahora salgo —respondí y procedí a secarme la cara con una toalla que había por ahí.
—Te espero en mi habitación —dijo levemente y se alejó de la puerta.

Una vez salí, noté que los padres de Aarón estaban distraídos por lo que aproveché para escabullirme hasta la habitación de Aarón. Entré y cerré la puerta lentamente, al voltear vi a Aarón sentado en su cama con una mirada preocupada.

—Quiero una explicación —dije directo.
—Te la daré, pero, por favor no te enojes o avergüences de mí —dijo en tono triste.
—Está bien... —suspiré y me senté a su lado en la cama.

Él me miró de reojo y giró a verme con un notable sonrojo en su cara.

—Verás, no hace mucho yo empecé a sentir cosas por un chico especial —dijo con una sonrisa.
—¿Qué tipo de cosas? —pregunté.
—Realmente no se describirlas, pero, se sienten bien y me dan bienestar —dijo sonriendo.
—Ya veo... —comenté no tan convencido.
—Aitor —dijo.
—¿Qué sucede? —pregunté.
—Llevo mucho tiempo conociéndote y siento un gran aprecio por ti, porque eres especial para mi, yo quería saber sí tu... ¿Quisieras ser mi novio? —preguntó con una sonrisa y tomó mis manos.
—¿Tu novio?—pregunté sorprendido.

Él asintió. 

—Está bien si no quieres, lo entendería —dijo cabizbajo.
—Es que todo esto es tan sorpresivo y repentino, aunque debo admitir que eres un chico guapo y me agradas, pero no lo sé jaja —comenté.

Aarón solo me miraba con cierta impaciencia, yo lo pensé por un momento, no parecía ser mala idea.

—Sí quiero ser tu novio —respondí con una sonrisa.

Él volteo a verme y expresó una cara de sorpresa y felicidad, juraría que nunca lo había visto tan feliz.

—Oh Aitor, ¡muchas gracias!, me haces un oso muy feliz —dijo abrazándome.
—Me alegra mucho escuchar eso, y tu me haces un husky feliz  —dije correspondiendo al abrazo y con una sonrisa.

Ambos nos reímos levemente, el oso me miró aún con ese sonrojo en la cara, lentamente me acerque y le di un suave beso en la mejilla haciendo que Aarón se exaltara un poco.

Él me miró sorprendido.

—¿Qué tiene de malo?, ¿No puedo besar a mi novio? —pregunté pícaro y reí.

Una vez más me acerque a él, cerré los ojos por instinto y sentí sus cálidos  labios uniéndose con los míos, había sido mi primer beso, y a la vez uno muy especial, este duro sólo unos minutos y después me separé de Aarón por falta de aire.

—Eso fue... Mágico —comenté algo jadeante.
—Tienes razón —dijo Aarón para soltar una pequeña risa.

El oso me tomó de los hombros para volver a besarme tan apasionadamente como la primera vez, noté como tenía intenciones de quitarse la camisa por lo cual me alarme.

—No vayamos tan rápido, por favor —dije separándome de él.
—Está bien, si no te sientes seguro aún puedo esperar... Solo por ti —sonrió— prometo que te haré muy feliz, y te daré muchos regalos.
—No deberías gastar en mí jaja, con tu amor y compañía me basta —comenté algo sonrojado.
—Bueno, de vez en cuando te demostraré mi amor en forma física —aclaró.
—Jajaja, está bien Aarón —dije abrazándolo para darle un beso en la frente— gracias por entenderme.

Ya casi era hora de irme y no había terminado la tarea, me enderecé en la cama y volví a tomar mi cuaderno para continuar con ella, Aarón hizo lo mismo instantes después de acomodarse su camisa.

Un rato después ya habíamos acabado la tarea, salimos entonces Aarón y yo de su habitación, los padres de Aarón me miraron y sonrieron, yo solo les devolví la sonrisa antes de despedirme de ellos, salí de la casa de Aarón y él me alcanzó.

—Aitor, déjame llevarte a casa —dijo mostrando las llaves de su carro.
—Oh, no es necesario, puedo tomar el bus —comenté sonriendo.
—De ninguna manera, no puedo dejar que mi novio se vaya sólo por ahí y mucho menos en bus —comentó algo enojado.
—¿Qué tiene de malo el bus? —pregunté extrañado.
—No es para ti estando con alguien como yo —dijo con cierta altivez.

Sabía que él solía ser un poco creído por tener dinero a costa de sus padres y algunas veces me llegaban a molestar sus comentarios hacia la gente de diferente extracto social.

—Muy bien, tu ganas —comenté algo molesto por su comentario.
—Vámonos entonces —dijo subiendo a su carro.

Nuevamente me senté en el asiento del copiloto y partimos, durante el viaje estuvimos hablando de cosas que queríamos hacer a futuro, él se notaba realmente emocionado por la idea y por supuesto que yo también. Aunque solo me delimitada a asentir y a pensar en cómo esto podría cambiar mi vida.

Digo, quiero creer que el primer amor siempre es el que te cambia por completo o al menos eso es lo que dicen.

Entonces llegamos a mi casa, Aarón detuvo el carro y giró a verme.

—Aquí estamos Aitor, una vez más gracias por todo —sonrió.
—Por nada, gracias a ti por quererme —dije devolviéndole la sonrisa.

Él se despidió de mi con un pequeño beso y yo salí del carro, me despedí y vi como se alejaba por la calle, entré a mi casa, caminé a mi habitación y dejé mis cosas en sus respectivos lugares.

Sentí algo de nervios, pero quería suponer que sería por el amor, ¿no?, me dispuse a ignorar ese sentimiento y me acosté en mi cama, dormí plácidamente pensando en mi lindo oso.

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Hasta aquí el segundo capítulo de esta historia.

Espero les guste :)

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Se despide.
—MadSoul345.