17. Empezando A Recordar.

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Narra Aitor.

—¿Quién eres tú? —pregunté con algo de confusión.
—¿No sabes quién soy?, Yo soy tú —respondió tranquilamente.
—¿Eres yo?, ¿Cómo es eso posible? —pregunté incrédulo, si bien la situación era rara, ahora se había vuelto aún más.

El sujeto o la ilusión en cuestión, caminó un poco y se sentó a un lado mío, observándome, esbozó una sonrisa y se precipitó a hablar.

—Así es, soy tú, bueno, soy tú anterior versión, la versión antes de la amnesia —hizo una pausa—  yo tengo todas las respuestas que buscas, el porque de tus marcas en los brazos, tu pasado, todo.
—¿Por qué apareces hasta ahora?, quiero decir, si hubieras aparecido antes hubiera sido más fácil llevar mi vida, el saber que me paso —comenté confundido.
—¿De verdad quisieras saber el porqué de tu intento de suicidio? —preguntó tentadoramente.
—No, no quiero saber, mi vida nueva estaba tan bien, hasta que toda esta farsa se descubrió —respondí quejándome.
—Hasta que Aarón habló, quisiste decir, sí supieras cuanto influyó él en tu vida y en tus decisiones, aunque claro también hubo "otros" más involucrados en esto —comentó haciendo un gran énfasis en la palabra otros.
—No sé por que, pero estoy empezando a odiar mi antigua vida —dije enojado.
—Vamos, vamos, no te alteres jaja, déjame decirte que no siempre fue tu culpa en todo lo que pasó, verás, siempre hubo alguien de por medio —dijo.
—Como hubiera sido, la situación ahora es que Daven posiblemente me odie y estoy seguro que no tardará en buscarme para hacerme pagar por lo de César... —dije con miedo.
—Ah, el lobo ese, pero tu tienes la culpa, te arriesgaste demasiado tomando el lugar de alguien que ya no vive, aunque no todo es tu culpa, Aarón también tuvo la culpa de plantarle la semilla de la duda —dijo con un tono de enojo.
—¿Qué sabes de ese oso? —pregunte con curiosidad.
—Preguntarme eso, es como preguntarme de ti, sé demasiado, dime específicamente, ¿Qué quieres saber de él? —preguntó para mirarme con un rostro pretencioso.

Lo pensé un poco.

—Aquí no, volvamos a casa, la gente puede pensar cosas raras de mi —dije apenado.

Así junto a mi otro yo, caminé lo que restaba a mi casa, él miraba curioso cada reacción mía ante la situación, incluso parecía que se divertía, ya no sabía si me había vuelto loco o si era parte de algo mayor. Después de lo que serían seis minutos caminando, por fin llegamos a casa, entré y cerré la puerta rápidamente, el otro Aitor me esperaba sentado en el sofá casi como si se hubiera teletransportado ahí, yo solo caminé y me senté enfrente de él.

—Ahora, dime que sabes de Aarón —dije recto.
—Bien, bien, él fue tu primer novio, a decir verdad todo iba muy bien, pero... —paró abruptamente, quizá esperando la obvia pregunta de mi parte.
—¿Pero? —pregunté sin divagar.
—Digamos que él era demasiado materialista, eso a ti te molestó y pues terminaron fin del asunto, después llegó Ángel —se detuvo.
—¿Ángel?, ¿Quién es Ángel? —pregunté por la mención repentina de este personaje.
—Ángel es un toro, muy guapo la verdad, parecía ir serio después de tu ruptura con Aarón, pero no le diste oportunidad, después regresó y todo iba bien, aunque término engañándote —respondió.
—¿Y entonces? —pregunté esperando más, no me sentía seguro en continuar, sin embargo tenía que saber más cosas de mi pasado.
—Llegó Alex —respondió sonriente

No dije nada y esperé a que continuara.

—Fue tu más larga relación ¿sabes?, Tres años, podría decir que la boda estaba a la vuelta de la esquina, sin embargo un mal entendido te hizo saber que él no confiaba en ti, que triste ¿No?, Tres años de un amor falso —comentó burlándose de mí.
—Ya no sigas por favor... —supliqué, si bien eran muchas decepciones, me ponía triste el estar escuchando cada una de estas.

Suspiré, yo había iniciado está conversación, tenía que soportarla ahora.

—Y por último la cereza del pastel, tu primer amor tan altivo como siempre, creyendo que el dinero lo puede todo, tan idiota, eso fue lo que pasó —se cruzó de brazos— eso fue lo que te dejó esas marcas —dijo apuntando a mis brazos.

Los miré aún vendados, a pesar del tiempo me seguían doliendo un poco, sin embargo ahí estaba la marca eterna, ahora ya sabia el por qué de mi intento de suicidio, aunque, aún me faltaba por saber una cosa, ¿Qué haría ahora? Me paré del sillón ignorando lo que aquel ente abstracto decía y solo caminé a mi recámara, me sentía muy extraño, un gran dolor se formó en mi pecho, y al tocar mi cama las lágrimas salieron. Volvía a sentir aquella desesperación que había sufrido antes, aquel dolor, aquella decepción, y por si fuera poco, volvieron esas ganas horribles de acabar con todo.

«¿Qué tengo que hacer?, ¿Completar aquello que mi otro yo no pudo? Ó ¿Vivir en agonía?»

—¡No lo sé! —grite aferrándome a la almohada, estaba lleno de furia e impotencia.

Eché un vistazo rápido a la sala, el otro yo se había ido, al parecer había cumplido su propósito de hacerme recordar la miserable vida que tenía antes y que al parecer tendré siempre, me senté sobre mi cama y respiré tratando de calmar mis ánimos, revisé de nuevo para corroborar que el otro Aitor ya no se encontraba ahí. Volví a suspirar apesadumbrado, me levanté y tome una sudadera gris que tenía por ahí y miré la hora, eran las siete con treinta y ocho minutos ya era algo tarde, aún así salí de mi casa guiado por mí celular, mi destino era el puente Rosewood de la ciudad de Lex. Caminé, tratando de ser lo más discreto posible, que nadie notará mi rostro y cuidando que no me siguieran. Mientras caminaba por la ciudad pude empezar a recordar, la mayoría de estas eran recuerdos buenos, pero luego se volvían turbios, todo eso estaba en mi cabeza, repitiéndose en un vaivén casi eterno, las lágrimas volvieron a salir, pero trate de disimular y aumenté el paso de mi ritmo, ya estaba cerca, solo unas calles más. Lo miré entonces desde la lejanía, aquella estructura no muy antigua color rojo, que conectaba Lex con la ciudad de Sedpia. Y entonces llegué, para mi suerte no había muchos carros pasando por ahí, eché un vistazo a lo que parecía ser una gran caída o quizás una liberación.

Está vez mi intento sería completado, está vez dejaría de estar aquí.

Con sumo cuidado subí a la barrera que separaba el vacío de la carretera y me preparé para saltar.

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El próximo capítulo: 18 será el final, muchas gracias por sus votos y comentarios, por todo el apoyo que le dan a la historia ^^

Los quiere
MadSoul345.

Aitor (Furry/Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora