Narra Aitor.
Ese día estaba en casa haciendo tarea con mi laptop, tenía que investigar algunas cosas de el pensamiento de Sigmund Freud, de la nada noté que una ventana emergente salió en la pantalla, decía: Nuevo dispositivo "SPY.EXE" ha sido instalado y está listo para usarse.
«¿Eh? ¿Qué es esto?»
Sin pensarlo di clic al anuncio, este me dirigió a una página web, en ella mostraba un mapa de la ciudad, no tarde nada en percatarme que había dos ubicaciones que destacaban en el mapa, una era en mi casa, la otra estaba a unos cuantos kilómetros, era una zona que no solía transitar mucho, sea lo que sea atrajo mi curiosidad, como pude anoté el nombre de la ubicación, tomé mi chamarra tinta y salí de mi casa en mi travesía por ver qué era lo que marcaba en aquella ubicación. El recorrido duró menos de media hora, no tenía nada importante que hacer, aparte quería saber por que aparecía mi ubicación en aquella página y que era el otro punto que marcaba de igual manera. Entonces llegué, la ubicación que marcaba en aquel mapa era un motel de mala muerte, no de más de un piso, había varias habitaciones, tenía las paredes gastadas con los colores muertos, por la zona en la que se ubicaba, era fácil intuir que era un barrio pobre. Eché un vistazo al sitio de un lado a otro, realmente no me sentía bien estando ahí, tenía un mal presentimiento. Entonces vi en el estacionamiento la moto de Ángel.
«Quizás se le hizo tarde y necesitaba llegar a dormir, ¿no?»
Claro que él no era el tipo de fursona que dormiría en un lugar como aquel.
Me acerqué a lo que parecía ser la recepción, la madera del escritorio estaba pudriéndose y se notaba un mal olor en el ambiente, como pude hice sonar la campana, advirtiendo a quien fuese que trabajara ahí, después de unos escasos minutos un gato de mal aspecto y edad avanzada salió a mi encuentro.
—¿Qué se te ofrece? —preguntó con una voz que denotaba poca ebriedad.
—Quería preguntar por el dueño de aquella motocicleta —respondí apuntando a la misma.
—Ah... El toro —comentó.
—Sí, ese mismo, sabe ¿en qué habitación está? —pregunté.
—Hm... Permíteme que revise —respondió y sacó de debajo del escritorio un libro un tanto grueso y gastado.
—Veamos... Aquí está, es la habitación número 5, queda justo a la izquierda —dijo señalando el pasillo.
—Muchas gracias —dije y saque de mi billetera la cantidad de 10 dólares— esto es por las molestias.Dejé el dinero en el mostrador y me alejé de la recepción por el mismo pasillo antes señalado por aquel gato, mientras me acercaba a la habitación me sentía algo raro, como un nudo en el estomago, una vez estuve frente aquella puerta marcada con un número cinco en color blanco respiré y tomé la perilla, la giré lentamente para percatarme de que estaba abierta, silenciosamente la abrí tratando de hacer el menor ruido posible y entré. Al contrario que la fachada de afuera, las habitaciones no eran tan malas después de todo y eran algo amplias a mi parecer. Caminé por lo que parecía ser el recibidor y pase por la cocina hasta llegar a una especie de arco sin puerta, donde lo único que la cubría era una ligera sabana blanca, entonces me asomé y ahí estaba Ángel en una cama, estaba desnudo y a su lado estaba una coneja, igualmente desnuda, lo pude saber fácilmente por las prendas tiradas en el piso de la habitación.
Sentí un dolor punzante en el pecho que ya conocía bastante bien, un viejo amigo que me acompañaba en este tipo de situaciones, esas situaciones que indicaban solo una cosa; una desilusión.
Tomé la mitad del collar que él me había dado y junto con una nota los dejé en la mesa del comedor, La nota era clara y concisa: Terminamos.
Finalmente salí de aquella habitación con la mirada baja, no me había dado cuenta de que había empezado a llover, volví a cerrar de nuevo la puerta y me aleje de aquel sitio. Me sentía como en una escena cliché, donde la pobre alma rota va cambiando por la calle mientras la lluvia cae, una escena bastante triste. Llegué a mi casa, decidí darme un baño con agua tibia para evitar resfriarme y una vez salí, fui directo a mi cama, no hice más que cerrar los ojos y dormir.
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Aitor (Furry/Yaoi)
Fiksi RemajaPasé de ser un chico ignorado, a uno muy querido y amado, sin embargo en las cuestiones amorosas podría pasar algo más... ® Novela Registrada, queda prohibido su plagio o copia. #31 en Furry (13/05/18) #26 en Furry (03/06/18) #4 en Furrygay (19/09/1...