Aitor (Furry/Yaoi)

4. Amor De Antaño.

Narra Aitor.

Ángel mi ex-compañero de preparatoria y yo en una motocicleta, ¿Quién lo diría?, ¿Quién diría que nos volveríamos a ver?, era toda una sorpresa para mi, no había sabido nada de él durante el año que se fue, él siempre fue así de reservado, aunque también estaba la posibilidad de que quizás "eso" lo haya hecho cambiar de opinión, quién sabe.

Noté que la velocidad de la motocicleta estaba disminuyendo a su vez estábamos llegando a un tipo centro comercial muy grande donde había muchas fursonas, en lo particular yo no acostumbraba a ir a lugares así de frecuentados, aunque en este caso el estar con Ángel me hacía sentir seguro. Llegamos al estacionamiento donde él buscó un lugar para estacionar su moto y ambos bajamos de esta, entonces se quitó el casco y habló.

—Muy bien, aquí estamos, ¿Qué te gustaría hacer?
—Eh... ¿Esto es alguna clase de cita? —pregunté nervioso.
—Efectivamente, por eso te doy a elegir el lugar —respondió sonriendo.
—Ya veo, ¿Qué hay de interesante por aquí?, Digo, nunca he venido a esta parte de la ciudad —comenté mirando al alrededor.
—Pues... Hay librerías, tiendas de videojuegos, electrónica, música, restaurantes y un lugar donde venden un café muy delicioso —dijo enumerando las tiendas con sus dedos.
—Vayamos a la librería primero, hay un libro que quisiera comprar —dije emocionado.
—Muy bien, sígueme —dijo.

Él me tomó de la mano, me sentí un poco extraño e incomodo, porque tenía novio, Aarón aún es mi novio, ¿Verdad?

Caminamos y recorrimos el inmenso centro comercial, la verdad que se miraba que era un lugar muy completo y cada cosa que veía me emocionaba demasiado, como a un niño pequeño.

—Aquí es —dijo apuntando hacia la puerta de una librería con un tono rústico.

Me enamoré y sin pensarlo corrí hacía ahí, una vez entré empecé a ver las estanterías, agarrando algunos libros y visualizando otros, tenía que admitir que para ser los libros más vendidos no estaban tan caros, fue algo que me sorprendió. En total llevaba unos seis libros, me acerque al mostrador para pagarlos, pero cuando le entregaría el dinero a la cajera Ángel se interpuso dándole una tarjeta color oro.

—A mi cuenta —dijo dándole la tarjeta.
—¿¡Qué haces!?, Son mis libros no tienes que pagar por ellos —comenté algo molesto.
—Aitor yo te invite a venir aquí, es lo menos que puedo hacer por que hayas aceptado —dijo volviéndose a la cajera para firmar el comprobante de compra.
—Esta bien... Pero te los pagaré —dije frustrado.
—Nada de eso  —dijo sonriente para salir de la tienda.

Seguimos caminando y llegamos a lo que parecía la zona de la comida lo supuse más que nada por el olor, había muchos restaurantes que me hacían salivar de solo oler la comida que ahí servían.

—¿Tienes hambre?, porque yo sí —comentó Ángel.
—La verdad es que sí —dije.
—Ven, vamos a comer algo —dijo volviendo a tomar mi mano y llevándome hacia un restaurante algo elegante, por lo que pude ver se especializaba en cortes de carne.

Una vez entramos él le dio su nombre al recepcionista y éste nos indicó una mesa cerca de una ventana, no tardó mucho en ir el mesero, era un gato de pelaje naranja, yo le pedí un bistec tipo arrachera término medio y Ángel pidió una ensalada con abundante soya. A todo esto la comida estuvo bastante deliciosa, no había probado una carne tan bien cocinada como aquella.

—Eso estuvo delicioso —dije limpiando mi boca con una servilleta.
—No por nada son los mejores restaurantes de aquí —comentó Ángel.
—Si, pero esta vez yo pagaré por mi comida —dije sacando mi cartera.
—De ninguna manera, yo pagaré —dijo serio.
—Pero ya pagaste mis libros, no tienes porque pagar esto también, no quiero abusar —dije un poco preocupado.
—No te preocupes, yo te invité, así que no quiero oír más quejas, ¿vale? —preguntó en un tono severo.
—Está bien —suspiré y guarde otra vez mi cartera.