7. Empezar De Nuevo.

1.2K 133 18
                                    

Narra Aitor.

Llegué un poco temprano y sabía que Alex era muy inesperado, así que de alguna manera estaba algo nervios, pero entusiasmado, al fin y al cabo, ¿Qué podría pasar?

Admiraba aquel bello paisaje del atardecer, recordando aquel día en que él me encontró ahí por casualidad o quizás por cosa del destino, no lo sabía con certeza. Estaba perdido en mis pensamientos que no me había percatado de que alguien me estaba llamando por mí nombre.

—¿Aitor?

Podía escuchar esa voz algo lejana, sin embargo estaba en una especie de trance mental, empecé a recordar también cuando Aarón me confesó su amor, este recuerdo me hizo sentir un leve vacío en mi estómago. Por mi mente paso también aquel golpe propinado por él en mi rostro y él sonido de mi corazón rompiéndose, sabía que no era el momento para pensar en eso, no quería pensar más en eso.

Fue cuando entonces recibí una fuerte sacudida.

—¡Aitor!, ¿Estas bien? —preguntó Alex notablemente preocupado.
—Eh... Sí, estoy bien —respondí sonriendo agradecido.
—Pero, estás llorando —comentó viéndome extrañado.
—No es nada, en verdad —le sonreí.

Me dio un abrazo cálido que hizo que me sintiera mucho mejor.

—Me alegro que hayas venido —dijo soltándome.
—¿Creíste qué se me iba a olvidar? —pregunté.
—Jajaja obviamente sabía que eso no pasaría —comentó con una sonrisa.
—Sí... Y ¿bien?, aquí estamos jeje —dije algo nervioso.
—Si, Aitor espere mucho por este día, tu no sabes cuánto —dijo emocionado.
—Oh ¿si?, ¿Por qué? —pregunté.
—Jejeje esto es algo vergonzoso, pero aún así... —dijo y saco una cajita.

Miré la cajita algo extrañado y más sorprendido.

—Mira —dijo y la abrió dejando a la vista un bonito anillo de color carmesí.

No pude decir nada ante tal sorpresa, estaba completamente anonadado.

—Este es un anillo de compromiso... —comentó algo sonrojado— Aitor... Quisiera que tú fueras mi novio.
—Sí quiero —dije débilmente consumido por la emoción del momento.
—¿Eh? —preguntó Alex.
—Si Alex, si quiero —volví a responder.

Alex no tardó en reaccionar ante mi respuesta y una vez que sacó aquel precioso anillo, lo colocó con cuidado en mi dedo anular, yo solo me sonroje ante tal acción y él por su parte, al notar esto no pudo evitar sonreír y abrazarme con más fuerza. Tenía una pequeña certeza de que este  nuevo comienzo me haría olvidar todo lo pasado y así podría enfocarme en alguien que realmente vale la pena.

Sin previo aviso besé a Alex sentí que debía hacerlo y sacar toda esa emoción retenida en mi, para mi suerte él no dudó en corresponderlo, se sentía muy bien y podría jurar que sentí como mi corazón volvía a unirse, dejando de estar roto. Una sensación indescriptible.

—Te amo Aitor —dijo él.
—Yo también te amo —dije.

Desde ese momento mi vida cambió casi completamente para bien;

Él al no estar de acuerdo de que yo viviera solo, me pidió que me mudara con él, al principio me negué, pero él con su insistencia hizo que terminara cediendo. No volví a saber más de Ángel, quien supuse había vuelto a desaparecer, nunca lo sabré y Aarón sigue distante, no parece importarle nada más que él, como de costumbre.

Finalmente mi noviazgo con Alex parecía tener futuro, un gran futuro a decir verdad, donde aparentemente ya no me volvería a sentir mal, ¿Verdad? Quiero decir, Alex no era nada celoso, me dejaba salir con otros amigos o compañeros de la escuela y yo a él también le daba esa confianza.

Durante ese tiempo conocí a un chico que llegó en el último grado de preparatoria, era un león llamado irónicamente Leo, discretamente observaba como él me veía, pero trataba de no tomarle mucha importancia o simplemente pensar que era mi imaginación, no quería que el chico se ilusionara y luego yo hacerle daño diciéndole que estaba en una relación, solo que un día ya casi al terminar el curso a la salida, paso lo que me temía.

—¡Hey Aitor espera! —escuché la voz de alguien seguido de unos pasó viniendo hacia mi.
—Hola Leo, ¿Qué pasa? —pregunté viéndolo de reojo.
—Quería preguntarte, ¿ya sabes que vas a estudiar? —preguntó.
—Oh, pues aún no lo sé para ser honesto  —respondí.
—Pero ya vamos casi a graduarnos y aún ¿no sabes? jajaja —dijo incrédulo.
—Sí, aún no me decido del todo —dije.

Leo estuvo en un momento de silencio y luego me jalo del brazo pegándome a él.

—¿Eh?, ¿Qué haces Leo? —pregunté nervioso e incómodo.
—Aitor, desde que llegué no he dejado de pensar en ti, me gustas y quisiera algo contigo —dijo sin rodeos.
—Yo... No puedo, tengo novio —dije apenado.

Pude ver como su rostro se transformaba de uno feliz a uno enojado.

—¿Ah si?, pues... ¡Lamentarás mucho el haberme rechazado! —gritó.

Yo no dije nada tratando de analizar la situación, el león me soltó y se fue sin decir nada. ¿Qué me lamentaría? Realmente no estaba seguro, aunque me costaba creer esa actitud que había tomado él ante el rechazo y para ser honesto me generaba algo de incertidumbre.

Siempre conocemos algo nuevo de los demás, muchas cosas oscuras y pocas bondades.

Sea como fuera yo era feliz, me gradué de la preparatoria y mi novio estuvo ahí en primera fila, todo salió fabuloso, al final decidí entrar a estudiar psicología, tenía la esperanza de que esto me ayudara un poco a entender a las fursonas y su comportamiento, al menos de alguna manera.

En fin mi relación con Alex parecía ir a viento de popa, claro hasta ese día, el día en que todo dio un giro inesperado en mi vida.

3 años después...

Narra Aitor.

Estaba en casa, ya era algo tarde y esperaba con ansias a que Alex llegara, era nuestro aniversario de noviazgo, debía admitir que estos 3 años habían sido los mejores de mi vida, me encontraba sentado en el sofá cuando escuché que alguien tocó el timbre. Sin pensarlo fui a abrir, quizás hoy Alex había llegado más temprano de lo habitual, cosa que me emocionó.

Al abrir la puerta sentí un escalofrío.

—Amor.... —dije apagado.

En la puerta estaba Leo, no pensé en la posibilidad de volver a verlo después de tantos años, aunque enseguida me vino el recuerdo de la última vez que lo vi.

«Lamentarás haberme rechazado»

Esa palabra resonaba en mi cabeza.

—¿Qué tal Aitor? —preguntó el león.
—Leo... No te esperaba, ¿Qué haces por aquí? —pregunté algo incomodo por la situación.
—Jejeje, para ser honesto, te estaba buscando —respondió sonriente.
—¿Buscándome? —pregunté nervioso.

Él asintió y acto seguido se lanzó sobre mi haciendo que ambos cayéramos en el sofá, quedando él encima mía, inmovilizó mis manos con las suyas y empezó a besarme a la fuerza, era tan incómodo y repulsivo, lo peor de todo era que no podía hacer nada por quitármelo de encima.

Él había empezado a desabrochar su camisa, cuando una voz proveniente de la entrada se alzó.

—¡Hey! ¿¡Qué creen que están haciendo!?

__________________________________________________________________________________

Hasta aquí el capítulo de hoy, perdón por la tardanza, pero he estado algo ocupado, les agradecería mucho sí votan y comentan ^^

Gracias por leer.

Se despide.
MadSoul345.

Aitor (Furry/Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora