The Drug Lord

Capítulo 12

•••••••••••••Un mes después••••••••••

Regresamos de la cabaña, extrañare la vida ahí, por primera vez en mi vida pude respirar paz... Javier dijo que teníamos que regresar ya que podría ser muy sospechoso que ninguno de los dos estuviéramos en la ciudad, así que volvimos a su apartamento, me había quedado más tiempo de lo pensado. Un mes, lo máximo que pensé fue una semana, pero vaya que he sido feliz, pude al fin tener un poco de paz, sin presión de mis padres, ni policía ni nadie que me molestara, además de que estar un mes con la persona que más amas en este mundo es genial, o lo fue para mí, pero sin dudarlo tendré que volver a casa y volver a la rutina, nada es para siempre...
Lo bueno termina al igual que lo malo.

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Golpearon la ventana con una pequeña piedra, me asomé por la ventana para ver quién era, era mi mejor amiga Indiana.

—Baja ahora mismo maldita—dijo Indiana sería. Bajé y abrí la puerta del edificio, subimos por el elevador y abrí la puerta del apartamento

—¿Qué pasa?—pregunté confundida

—Por tu maldita culpa tuve que interrumpir mi perfecto viaje por todo Europa—dijo Indiana un tanto molesta

—¿De qué demonios hablas?—dije

—Metete y te lo explico—dijo Indiana y me empujó dentro del apartamento

—Tú te escapaste de tu casa, no sé por qué, entonces ya que no apareciste después de una semana tu padre le llama al mío para preguntar si yo sabía dónde estabas, después de eso mi padre decide volver para ayudarlo a buscarte, ¿ya captaste estúpida?—dijo Indiana molesta,me sentí culpable de que su viaje terminará, ya que ella estaba tan ilusionada con el viaje y por mis caprichos en está aquí.

—Si ya, ya capté—dije indiferente

—¿Acaso este lujoso departamento es tuyo?—preguntó mirando el lujoso apartamento de Javier

—De mi novio—respondí

—¿Qué? ¿Tienes novio?—preguntó Indiana y él entró, nos miró extrañado

—¡Está guapísimo!—susurró Indiana

—Cállate—respondí, el celular de Javier comenzó a sonar

—Es tu padre Támara—dijo 

—Por favor no le digas que estoy
aquí—supliqué

—Claro que no, guarden silencio—dijo y obedecimos, Indiana me llevó hasta la cocina

—¿Acaso él no es socio de tu
padre?—preguntó Indiana

—Si, tú tampoco puedes decir nada—dije

—¿Cuántos años tiene?—preguntó Indiana

—Indiana, es MI novio—dije un poco molesta

—Vamos no te molestes—dijo Indiana y la fulmine con la mirada

—Se ve sexy—dijo Indiana mordiéndose el labio inferior

—¡Que zorra!—dije dándole un codazo ya que estaba molesta por su actitud

—Eres una perra, tiene treinta y seis—dije

—Soy una tumba—dijo Indiana, él llegó a donde estábamos, y me besó

—¿Ya te acostaste con él?—preguntó Indiana pervertida

—le dije a tu padre que no sabía dónde
estabas—dijo