Descendientes Del Pecado

Capitulo 29

En cuanto David se separo de mi abrazo Rafael sale del cuarto con total neutralidad. Su rostro no expresa ningún signo de traer malas noticias, así que me ayude a calmarme al igual que el rubio.

-Tu abuela estará bien. Esta despierta, quiere verte.- Señalo Rafael a David.

El rubio se asomo lentamente por aquella puerta desde la sala. Estaba asustado, estaba nervioso, tenia miedo de verla a los ojos, vergüenza de hablar con ella. Creía que no se merecía si quiera que ella le dirigiera la palabra. Daba pasos muy lentos como si su corazón le indicaran que fuera para allá, pero su mente lo impulsaba con una fuerza increíble a retroceder y no entrar. Pude ver como su frente sudaba, sus piernas temblaban y tragaba saliva fuertemente.

Toque su hombro llamando su atención. Este giro su cabeza con el ceño fruncido y yo le regalo una sonrisa.

-Ve. No tengas miedo.

El igualmente sonríe y aprieta los puños fuertemente. Respira profundo y se decide a entrar. Al pasar a la puerta puedo escuchar claramente lo que dice.

-Hola... ¿Abuela? Que bueno que estas bien, yo...- Comienza a sollozar. -Quiero que me perdones.- Inmediatamente la puerta se cierra.

Ya lo que pasara allí dentro era asunto de David, tenia que arreglar las cosas con su abuela. Ella lo ama demasiado, así que lo perdonara, pero... ¿Como hago para perdonarme a mi mismo lo que yo provoque?

-James.- Volteo a ver a Rafa quien se para delante de mi.

-Rafael. Muchas gracias por lo que hiciste hoy.

-No hay de que, sabes que estoy a tu orden.- Me muestra aquella hermosa sonrisa.

-Confié en que usarías tus poderes para sanarla, igual que como lo hiciste conmigo.

-Puedo controlar bastante bien lo que conozco de mis poderes hasta ahora.

-Que bueno, ¿Y serias capaz de hacer algo por David? El...

-Lo se. Me di cuenta en el momento en que sentí su aura.

-No fue mi intención hacerlo.- Lo miro a los ojos completamente arrepentido. -El me puso en una situación apretada.

-No resolvamos esto ahora. Puedo hacer algo por el, pero no erradicara por completo tu pecado.

-¿Que se puede hacer entonces?

-Ninguno de nosotros va a tener poder sobre el entonces, solo el puede decidir su camino. Solo el sera capaz de elegir si cae o no cae en la tentación del pecado.

-El único que puede salvarse, es el.

-Solo disminuiré tu influencia en el, después dependerá de su fuerza mental y espiritual.

-Esta bien.- Sonrió relajándome un poco mas, si se apoya a David como se debe hay una gran probabilidad de que no sea afectado por mi pecado, David puede ser salvado.

Siento la mirada de Rafael sobre mi. Yo simplemente me quedo mirando a la nada sintiendo la calidez de su enfoque, el como con sus ojos detalla mi cabello, mis mejillas, mis ojos, mis labios. No soporte mucho la presión que termine sonrojandome delante de el, soltando una pequeña risa.

-¿Que pasa?- Pregunta el riéndose.

-Que me miras con lujuria.- Digo juguetón.

-No confundas lujuria con sentimientos alternos.

-¿Y cuales serian esos sentimientos?- Levanto la ceja manteniendo la sonrisa en mis labios.

-Ahm, ¿James?.- Llama David desde la puerta del cuarto de su abuela.