Entro al salón con un aura de neutralidad. Veo las caras de mis compañeros y ahora me parecen tan iguales, no sabia porque pero simplemente las veía como si fueran lo mismo, la misma sensación, la misma aura, el mismo olor. Todo me estaba dando igual con ellos, pero un aura peculiar llego a mi, mirándome con emoción y alegría, obviamente me percate de ese sentimiento diferente pues era de mi mejor amigo quien se encontraba sacudiendo su brazo con una gran sonrisa en sus labios el cual no seso aun después de que me sentara junto a el.
-Hola rubio.
-Hola cascarrabias. ¿Como pasaste la noche?
-Bien, dormí en el sofá pero no me quejo. ¿Tu?
-Pues bien, me siento espectacular desde ayer. No se pero me sentí mas liviano ante el mundo, todo es de otro color, todo brilla, todo es como si fuera rosa varonil.
-¿Rosa varonil?
-¡El rosa para machos!- Dice fingiendo seriedad pero con un aura de seguridad.
Rio ante el acto y las palabras de mi amigo.
-Que bueno, ayer me preocupaste. ¿Como esta la abuela?
-Mejor que nunca, hoy preparo unos panqueques que sabían a gloria y hablo conmigo, me dijo que me perdonaba por haberla empujado sin querer.
-Me contenta bastante que abuela se encuentre bien.- Sonrio al escuchar la buena noticia.
-Tu me tuviste preocupado estos días. ¿Como es posible que no hayas asistido a la universidad estando tan cerca de los exámenes?
-Estuve haciendo algunos cursos.- Mentí.
-¿Cursos? ¿Porque no me dijiste? Hubiéramos entrado juntos. Eres un egoísta.- Se cruza de brazos con un puchero.
-Perdón, te la debo.
-No tranquilo, ya me la pagaste.- Me sonríe ampliamente recordando lo de ayer.
La clase siguió con normalidad. No esperaba mucho con ver a la docente hablar y hablar mientras yo simulaba que escuchaba mas en realidad estaba escribiendo cada cosa que ella decía aunque mi cabeza estuviera en otro lado.
-Vamos por un bocadillo antes de la próxima clase, tengo mucha hambre.- Dice David cubriendo su estomago.
-Dijiste que tu abuela te había hecho unos panqueques inmemorables.- Saco una pequeña sonrisa.
-Y como para después del almuerzo saldrán. Quiero bocadillos, vaaaamos.
Pesadamente asiento y me levanto de la silla para acompañarlo a la cafetería de la universidad. Ya en medio camino, en todo el pasillo de la universidad logro ubicar a lo lejos una melena castaña caminando hacia nosotros mostrando una pequeña sonrisa en sus labios pero obviamente era forzada.
-Hola Sarah, ¿Como estas?- Saluda primeramente David cuando estamos frente a ella con total naturalidad.
-Hola muchachos, estoy bien.- Parece detenerte ante nosotros y saludar por inercia y cordialidad.
-Hola Sarah. ¿Te pasa algo? Te noto algo desanimada.- Intento romper el hielo.
-Para nada, ¿porque lo dices?- Mira al suelo evadiendo el contacto con mi mirada.
-Hasta yo lo note, llevas casi dos minutos hablando con nosotros y no me has dicho ni oxigenado ni a james cascarrabias, ademas, usualmente nos saludas con un beso en la mejilla.- El rubio acerca su rostro al de ella levantando la ceja de manera juguetona.
Ella lo empuja y suelta una sonrisa que si parece real.
-No tengo nada, pero gracias por preocuparse muchachos.- Sonríe y pone sus manos en el hombro de ambos. Puedo sentir como me da un leve apretón al tocarme. Una extraña aura comenzó a emanar de ella, pero fue por un instante fue como un brillo que fugazmente desprendió de su mano.
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Descendientes Del Pecado
ParanormalneCreditos: Portada por @pixieliz en @RoyaltyNightmares Una leyenda urbana. Muy pocos la conocen pues nunca fue escrita en los libros antiguos. Una historia que ha permanecido intacta durante miles de años, ni la santa biblia la contiene...