30-. Habilidades Motoras

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Observo los alrededores con curiosidad, tratando de descubrir alguna diferencia entre el mundo físico y el astral. Y aunque a simple vista no es tan notorio, me doy cuenta de que aquí las cosas están mucho más detalladas, incluso podría decirse que interesantes. Los colores son más intensos y los sonidos mucho más envolventes, además de que mis otros sentidos se encuentran más estimulados de lo que normalmente estarían.

—Todo lo que ves y verás es completamente real —afirma Larissa—. No te asustes ni dejes que las emociones te dominen, o de lo contrario terminarás llamando a entidades del bajo astral, y eso puede llegar a ser muy peligroso para ti.

En ese momento, otro Igmis aparece junto a mí, aparentemente desorientado.

—Bienvenido y felicidades —mi compañera lo saluda con la mano—. Lo lograste.

—¿Dónde estoy? —pregunta el sujeto, mirándonos con desconfianza.

—En el plano onírico. Los ejercicios de concentración funcionaron y lograste llegar hasta acá —explica ella—. Pero no te preocupes, cuando recuperes la memoria recordarás cada detalle a la perfección.

Dicho esto, el hombre permanece el silencio con la mirada fija en el vacío, como tratando de asimilar lo que acababa de oír.

—Mucha gente se siente desorientada o confusa durante su primer desdoblamiento —dice Larissa, dirigiéndose a mí—. Otros como él sufren de amnesia temporal, y en algunas ocasiones, no hay ningún efecto secundario. Aun así, de haberlos, no es algo de lo que preocuparse. Los afectados siempre vuelven a la normalidad con relativa rapidez.



Durante los siguientes minutos, los demás Igmis comienzan a aparecer junto a nosotros. Algunos se encuentran delirando y repitiendo frases sin sentido, otros en un estado total de confusión, y unos pocos, al igual que yo, permanecen conscientes de lo que ocurre. Debido a esto, nos vemos obligados a esperar un buen rato para que todos estén completamente recuperados, y cuando al fin lo logran, Larissa da un paso al frente para darnos las instrucciones del entrenamiento.

—Como los más observadores habrán notado, por más que las cosas aparenten ser iguales en este plano, tienden a afectarnos de una forma mucho más directa —inicia—. Los sonidos y olores se intensifican, y por otra parte, los colores cobran vida ante nuestra vista de una manera inexplicable.

Varios asienten, dándole la razón.

—Hay una explicación sencilla para eso, y es que este es el plano real, el cual va muchísimo más allá del físico —continúa hablando—. Esta es la realidad que no vemos hasta estar listos para ello, donde habitan las criaturas que se hartaron de las guerras humanas, o las que simplemente no pueden soportar las malas energías que flotan a lo largo y ancho de nuestro mundo.

—¿Te refieres a unicornios y esas cosas que salen en la mitología? —comenta una chica morena y de baja estatura.

—No solo me refiero a esos seres. También hay otros que casi nadie conoce y habitan aquí desde el inicio de los tiempos, evitando a toda costa dar señales de su existencia.

A pesar de que sus palabras parecen sacadas de un libro de fantasía juvenil, la forma en la que habla las hace sonar tan creíbles, que logra despertar mi curiosidad y a la vez me genera dudas.

—En fin, no nos desdoblamos para recibir clases de historia —se aclara la garganta—. Vinimos a aprender cómo movernos en el plano onírico, a hacer viajes astrales a voluntad y a combatir usando el tercer ojo.

De la nada, su cuerpo se desvanece para luego reaparecer detrás de nosotros y empezar a caminar de un lado a otro, haciendo que nos sobresaltemos.

—Los Volavek tenemos una ventaja enorme al estar en este mundo, puesto que aquí la intensidad de nuestros poderes mentales se multiplica de una forma casi exagerada —añade—. La telekinesis y la telepatía trabajan a su máxima capacidad, tanto así, que justo ahora puedo saber lo que piensa cada uno de ustedes sin esforzarme en lo más mínimo.

Deja de moverse por unos instantes.

—No obstante, tengan en cuenta que hay muchas criaturas inmunes a esto que no soportan provocaciones de ningún tipo, por lo que no les recomiendo hacer enemigos aquí. Puede salirles caro en el futuro cercano.

Tan pronto como termina de hablar, Miles aparece frente a nosotros con sus dos alas de murciélago desplegadas.

—Lo primero que haremos es asegurarnos de que funcionen bien sus habilidades motoras —indica—. Si no pueden moverse bien, será complicado luchar.

—¿Y cómo las desarrollamos? —pregunto, con la mirada fija en sus alas.

—A eso voy —sonríe—. Haremos circuitos de entrenamiento, tal y como en el plano físico, solo que a diferencia de los anteriores, no pararemos hasta que todos sean perfectamente capaces de movilizarse en el plano onírico.

—Empezaremos haciendo que caminen, corran, y materialicen o retraigan sus alas con fluidez —añade Larissa—. Una vez que eso esté cubierto, vamos a explotar sus poderes mentales para que puedan usarlos a su favor. A partir de ese momento, estaremos listos para llevar a cabo el ataque contra las Sombras.

—No se frustren si cuesta al inicio, el hecho de haberse desdoblado hoy demuestra que merecen llevar la sangre Igmis en sus venas.

—Ahora tomen una distancia prudencial de sus compañeros y prepárense para recorrer este sitio —ordena la chica, reapareciendo al lado del líder—. Durante la primera vuelta pueden caminar a su propio ritmo y tomarse el tiempo suficiente de asimilar cómo funcionan las cosas, luego van a trotar, y por último, a volar.

Intercambio miradas rápidas con los demás cuando, de repente, Miles da un paso hacia adelante y sentencia:

—Ahora.

Canción: On my Own

Banda: Three Days Grace

JoeyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora