Presente:
—Día tras día, Eve se levantaba temprano por la mañana, desayunaba en el comedor del orfanato y se iba a los bosques de Edmonton hasta bien entrada la noche. Una vez allí, caminaba hacia la laguna del centro, donde una vez me contó que había sido su primer beso con Chris, y se dedicaba a esperar su regreso con ilusión.
Sonrío y niego con la cabeza.
—Al darme cuenta de lo que estaba pasando, me propuse subirle el ánimo y acompañarla tantas veces como fuera posible. Sin embargo, lejos de lograrlo, vi cómo empeoraba de forma gradual —bajo la mirada—. Su locura fue en aumento y ya no solo lo buscaba en el bosque.
La luz roja de la cámara parpadea para indicar que sigue grabando lo que digo.
—Gritaba su nombre por horas hasta quedar afónica, empezó a perder peso, dejó de dormir; y un día simplemente no regresó.
Por otra parte, los demás niños, en su crueldad, se dedicaban a decir que era una loca y que su novio nunca iba a volver. Y aunque hice lo posible por evitar que aquellas palabras llegaran a sus oídos, más temprano que tarde lo hicieron.
Aun así, me atrevería a decir que lo más doloroso para ella fue cuando las autoridades dejaron de buscar el cuerpo de Chris y se le hizo un funeral con el ataúd vacío. Creo que nunca he visto ni veré a alguien con el corazón tan destrozado como el suyo.
En esa ocasión me permitió acompañarla sin oponer mucha resistencia, y más tarde pude observar cómo se llevaba a cabo el entierro. También estaban presentes la hermana y el padre del chico, pero este último no derramó ni una sola lágrima por él.
Supongo que ese fue el inicio del final para ella.
9 años antes:
Joey avanzó rápidamente sobre la alfombra de hojas marchitas mientras que su mirada recorría los alrededores con desesperación. Ya comenzaba a anochecer y eso hacía que la búsqueda fuera mucho más complicada.
—¡Eve! —gritó a todo pulmón—. ¡Eve! ¿Puedes oírme? —Habían pasado casi tres días desde la última vez que la vio en el orfanato y eso lo preocupaba—. No puede ser —murmuró—. ¡Eve! ¡Responde, por favor!
Continuó caminando a través del principal sendero de tierra, aunque de vez en cuando creía ver la silueta de Valentine y se desviaba unos cuantos metros para ir a investigar. Todo sin obtener ni un solo resultado.
Después de otros treinta minutos de búsqueda infructuosa, se encontró con la laguna donde ella solía sentarse esperar. Esta, cristalina como siempre, reflejaba una hermosa media luna en su superficie.
—¡Eve! —insistió el niño, cada vez más angustiado—. ¿Estás ahí?
La respuesta a su pregunta llegó cuando, al levantar la vista, divisó una figura femenina recostada de un enorme sauce; y con el corazón latiéndole a toda velocidad, Jonathan corrió en su dirección. Por desgracia, ya era demasiado tarde como para hacer algo.
La chica yacía con la espalda apoyada del tronco de un árbol, la cabeza inclinada hacia adelante y dos largas cortadas a lo largo de ambos antebrazos.
—No, por favor —el niño la agarró de la camiseta—. Despierta, Eve, despierta.
Al darse cuenta de que esto no funcionaba, optó por sacudir su cuerpo para hacerla reaccionar, pero lo único que consiguió fue darse cuenta de que la chica también se había practicado un corte en medio de la garganta.
Joey retrocedió horrorizado, y se preparó para salir corriendo por ayuda, cuando vio que el cadáver aún sostenía un papel arrugado entre sus dedos.
—¿Será...? —olvidó el miedo por un momento y volvió a acercarse para leer su contenido.
"Espérame", era lo único que decía. Y eso fue exactamente lo que ella hizo.
Canción: Tourniquet
Banda: Evanescense
ESTÁS LEYENDO
Joey
FantasyPoco antes de suicidarse, Joey decide grabar un último vídeo de desahogo, donde cuenta cada una de sus experiencias, e incluso los secretos que tanto había ocultado desde que era un niño. Sus poderes mentales, sus enormes alas negras, su pirokinési...