El lugar de la fiesta era bastante llamativo, una casa enorme de alguno de esos chicos de primero, de dos pisos y cientos de metros. Antes de llegar al aislamiento del lugar había un campo de césped perfectamente cortado. Iba en el convertible de Peter, con Trent y Ailish en la parte de atrás, yo de copiloto y jefa del radio; que de los tres, era la que mejor gustos musicales tenía. En el patio del frente se hallaban jugando algunos de tercero con balones de americano, las chicas cuchicheaban y soltaban risitas cuando ellos las veían. Al pasar por ahí los chicos me saludaron y yo les sonreí y devolví el saludo con un beso. Eran bastante animados y eso siempre es un buen comienzo en las fiestas.
-Señorita, tan temprano y ya volvió loco al mundo. - Reía Trent con un brazo en el hombro de Ail.
-Las cosas como son, muchacho. - Respondió Peter al volante.
-Chicos, me sonrojan. - Reímos mientras aparcábamos cerca de la puerta, siempre teníamos un lugar así reservado. Aún si eramos los últimos en llegar.
Peter bajó de un salto y abrió mi puerta, me tendió una mano como un caballero y la tomé con gusto para bajar. Podía ser lindo si se lo proponía. Debajo de todo ese músculo y testosterona había un chico de un gran corazón y grandes cualidades. Sobre todo grandes. Trent cargó a Ailish con su pequeño y ceñido vestido azul marino y dando una vuelta la dejó en el piso entre risas. Yo iba con un vestido negro con brillos dorados y un par de botines a juego. Tomé las manos de Ail y dimos vueltas como niñas pequeñas antes de mirar la gran casa que se encontraba frente a nosotras. Eso si que era tener dinero. Pero lo que nos emocionaba era la gran fiesta que se montaría dentro.
Peter me tendió su mano y Trent a mi amiga, ambos entramos al mismo tiempo. Dentro la música se colaba en nuestros oídos, la típica de nuestro DJ favorito de seudónimo SauLanders; un chico de penúltimo curso del instituto que desde que era chico componía música para luego editarla y mostrarla al mundo. Desde que lo escuchamos de casualidad una vez hace un par de años ha sido importante para cada fiesta grande que se da en Greengrass. Con una X en el rostro y sus cascos flourescentes saluda a su público mientras que pasa un micrófono a Trent. Baja la música hasta pasar al fondo y el chico de al lado se aclara la garganta.
-¡La Diosa de Greengrass, ha llegado! - Muchos aplausos y gritos se oyeron en todo el recinto al grito de Trent, saludé a todos con mi mejor sonrisa y di una vuelta sobre mi lugar, haciendo que la falda se levantara un poco dejando mucho a la imaginación. Bajo el rubor me enrojecí un poco; aún si había hecho esto tantas veces, la atención de tanta gente nueva me causaba euforia, miedo y una adrenalina que no podía explicar.
Un momento después la música subió y todos comenzaron a bailar al ritmo. Peter me jaló del brazo y dando una vuelta comenzó a bailar conmigo, tomándome de la cintura en ciertos momentos y alzándome en el aire en otros. Miraba hacia los demás chicos que bailaban. El espacio era tan grande que todos se habían parado a bailar con vasos en mano. Las chicas con sus ceñidos vestidos dejando poco a la imaginación y sus respectivas parejas. La mayoría con una X de mi parte.
Los novatos se habían acoplado muy rápido al ambiente adolescente que inundaba el lugar. Unos se encontraban en la cocina bebiendo de los enormes barriles de cerveza. Algunas chicas enrollándose con los mayores y otros jugando juegos típicos de las convivencias. Alcohol no hacía falta.
Con la música a tope de nuestros oídos y cantando a todo pulmón alguna que otra letra, saltando con euforia y bailando con una creciente adrenalina en las venas. Miré a mi costado y se encontraba Ail riendo con Fernando; el chico que me había pedido ir -Hacer- la fiesta. Le di un beso en la mejilla a Peter y salí corriendo hacia ellos.
-¡Hey Ail! - Saludé con la mano y la pelirroja esbozó una gran sonrisa.
-Kari ¿Qué tal? - Miré al chico que se había sonrojado un poco bajo las luces de colores y la oscuridad.
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Bad bitch
Teen FictionSiendo la chica más popular de la escuela y la más deseada, parece una reina en su último año de bachiller. Karina ha pasado por cada uno de los chicos y con una reputación más de una diosa que de una fácil, su intención siempre ha sido divertirse y...