Capítulo 8

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Todos me voltearon a ver con los ojos abiertos. Podía haber preguntado por qué me odiaba, pero en ese estado no sabría ni quien soy yo. Tomó un vaso que ya ni siquiera sabíamos de quién era y examinó el contenido con los ojos entrecerrados como sopesando la respuesta. Sabía que me estaba arriesgando, su expresión hacía parecer que le dolía. ¿Por qué lo hacía entonces? No tengo la menor idea. Pensé que se iba a quedar dormido o no iba a contestar hasta que lo escuchamos carraspear.

-Ella era una zorra.- ¿Qué?

-¿Qué?-

-Mi padre estaba muy enamorado de ella, obviamente. Siempre creí que estaba bien el cómo lo trataba y cómo me trataba a mi. Me gritaba. Me lanzaba lejos.- Dió un pequeño trago a la bebida y arrugó la cara. -Mi padre siempre fue de lo mejor. Y eso era lo único que yo tenía. Mientras aún iba a básico nos mudamos muy muy lejos de donde vivíamos. Yo no lo entendía.-

Todos conteníamos la respiración. Se escuchaban algunos grillos afuera y los autos que de vez en cuando pasaban por la calle. Él se mantuvo un momento en silencio pero decidimos no decir absolutamente nada hasta que volviera a hablar.

-Se habían peleado esos días, lo recuerdo perfecto. Todo apuntaba a que mi madre le estaba poniendo el cuerno. Pero...- Tomó más en esa pausa. Parecía que le pesaba menos a cada trago. -El cuerno era él.-

-¿Pero qué diablos?- Susurró Peter y yo lo callé.

-¿Y por qué huyen?- Me aventuré a preguntar. Seguía sin vernos.

-Mi padre es dueño de una empresa de microprocesadores. Tenemos esa ventaja de poder mudarnos donde sea. Ella me busca porque soy lo único válido que la liga con él y al ser quien me engendró le correspondería legalmente una parte de las ganancias, propiedades y bienes de la empresa.- Hizo una sonrisa algo macabra. -"Legalmente", lo cual no puede ser porque tiene una denuncia de parte de mi padre por jamás cuidarme ni ayudar en mis gastos. Además no están casados, así que es aún menos. En pocas palabras es sólo una interesada y una zorra. A saber con cuántos más habrá dejado descendencia.-

-¿Por qué te siguen si ella no puede lograr nada?- Está vez habló Trent.

-¿Ah? No, ella no puede. Pero sus abogados me siguen. Tratan de que les de mi dirección para atraparme y que testifique en contra de mi padre. Sus sobornos nunca serán suficientes. Jamás le dejaré nada a esa maldita.-

No me gustaba la forma en la que miraba a la nada. Entre burlón y con un inmenso odio. Luego volteó a verme a mí y un escalofrío me recorrió la espalda. ¿Ella es el por qué me odia? No... No me odia. Sólo la odia a través de mi. Luego de un momento de silencio muy muy incómodo pareció espabilarse y todo volvió más o menos a la normalidad.

-Hey ¿Qué tal si jugamos cinco minutos en el paraíso?- Insinuó Ailish detrás de mí.

-¡Claro! ¿Qué tal... Steve y Kari primero?- Trent estaba detrás del mencionado.

-Me parece perfecto.- Él cargó al chico sobre su hombro y se dirigió hacia el armario el cual estaba detrás de mí.

-Vamos Kari.- Río Ail a su vez. Ella no tuvo que hacer más que levantarme y empujarme al cuarto. Caí encima de Steve que no acababa de comprender el asunto.

-¡Oigan! Pero yo quería con Karina primero.- Escuché a Peter a lo lejos.

-No seas aguafiestas.- Luego de eso dejamos de escuchar nada.

Me quedé inmóvil un momento hasta que sentí que algo se movía detrás de mí y me quité rápidamente de Steve. Miraba al rededor como si aún no entendiera que acababa de pasar, aún en la oscuridad pude divisar sus oscuros ojos y su cabello que estaba desordenado, aunque tenía que admitir que se veía muy suave. Él trató de levantarse pero como que le pesaban las piernas y cayó al suelo nuevamente; me acerqué lentamente hacia su rostro y toqué su cabello con ambas manos. Era muy muy suave. Me miró pero estaba casi completamente ido, de vez en cuando miraba mis hombros o detrás de mí.

Bad bitchWhere stories live. Discover now