Unos chicos se encontraban a unas mesas hablando entre ellos en grupito, lanzaban unas miradas nerviosas hacia mí y seguían discutiendo. Mientras tanto yo esperaba a que Ailish acabara su arroz con leche para ir a dar una vuelta con Pet. El cual se acercó mirando también a los chicos que iban caminando hacia nosotras sin seguridad.
-Corre el rumor de que los chicos de primero quieren organizar una fiesta de bienvenida, ya sabes, la novatada de todos. - Se sentó a mi lado izquierdo, Ail lo señaló con la cuchara.
-¿Alguien ya lo confirmó?-
-Nadie, incluso los nuevos saben que tienen que hablar con Kari antes que nadie. Si ella no da su visto bueno, será un fracaso. - Me miró de reojo y yo me encogí de hombros.
Esto no había sido culpa mía, simplemente sucedió. Creo que comenzó a mediados del segundo año. Las personas comenzaron a acercarse a mí antes de hacer una fiesta, por supuesto que yo asistía a todas. Una buena fiesta siempre me alegra el día. Pero hubo una vez que no me apetecía ir a la de una chica, así que rechacé la invitación con amabilidad.
No se realizó. Nadie fue, ni siquiera a acompañar a la solitaria chica. Y me sentí algo mal al respecto.
Desde entonces existe ese rumor de que tienen que invitarme a mí antes, de hacerlo a otra persona los demás lo consideran una falta de respeto y los tiran a la cancha de americano con no más que interiores. De yo decir que no. No se efectúa. Y los chicos no se esfuerzan siquiera por armar la fiesta.
Lo considero una verdadera tontería. Pero acabé acostumbrándome a todo ese ambiente. En realidad no me molesta, voy a la gran mayoría; a menos que me encuentre enferma o algo por el estilo. De pararlo, lo habría hecho al principio, ya que ahora es completamente imposible. Pero parece que los demás tampoco lo llevan tan mal así que en realidad todos acaban contentos.
Uno de los chicos, un rubio de ojos miel asintió por fin decidido. Sus demás amigos lo tomaron del hombro dándole fuerza. Lo observé un poco fijamente pero después sólo con el rabillo del ojo, hacía como que observaba a Pet para no poner más nervioso al chico de lo que estaba. Por dentro me reía; esta situación siempre me parece divertida. Acomodó su cabello y levantó un poco el cuello de su camisa a cuadros azules. Visto así parecía bastante apuesto. Se aclaró la garganta al llegar, lo miré con fingido desinterés y sus mejillas se pusieron rosas. Muy adorable el muchacho. "Hazte el valiente. Que cuando llegues con la Diosa de Greengrass vas a querer desaparecer".
-¿Karina Russer? - Educado. Un punto para ti muchacho.
-Sí. ¿Puedo ayudarte? - Ailish y Peter se quedaron viendo al muchacho y él desvió algo la mirada, cerró los ojos con fuerza y trató de no balbucear. Decidido. Dos puntos.
No me había dado cuenta que la sala se había quedado en silencio. Los chicos nuevos (que eran bastantes), miraban expectantes.
-Los chicos de primero. Eh... Queríamos... Tenemos pensado hacer una fiesta por la bienvenida de hace un mes - A cada palabra se ponía más rojo pero sus ojos no dejaban de mirarme fijamente. Gallardía. Tres puntos.
-¿Si? Suena bien. - No fingí mi interés. Tenía que darles un empujón. Su mirada se iluminó.
-Sí. Y pues, queríamos invitarte oficialmente. Será en una semana, los detalles están por aclararse aún. - Sofisticado. Cuatro puntos. -¿Irías? -
Fingí que pensaba demasiado. Conté con los dedos y miré hacia el techo de la cafetería. Había un tomate pegado. Volví mi vista a Ailish quien me siguió el juego y Peter rió en silencio. El chico se puso algo nervioso y cambió el peso de una pierna a la otra.
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Bad bitch
Teen FictionSiendo la chica más popular de la escuela y la más deseada, parece una reina en su último año de bachiller. Karina ha pasado por cada uno de los chicos y con una reputación más de una diosa que de una fácil, su intención siempre ha sido divertirse y...