Miro hacia los lados, luego detrás de ella, puedo oler su cabello desde aquí, tomo mi bandeja de almuerzo y me paro para alejarme de ahí, pero antes que pueda siquiera separarme de la mesa me toma de la chaqueta.
-¿A dónde vas?- Me volteo y se ve desconcertada.
-Lejos, no pienso jugar ésto- Me sacudo un poco pero no me suelta, a veces puede ser terca.
-No es una broma- Sus ojos parecen desesperados.
Me quedo así unos segundos, con el rabillo del ojo observo que ya hay algunos curiosos con la mirada sobre nosotros, no quiero que haya malos entendidos, pienso en quitarle la mano e irme inmediatamente. En cambio suspiro y me dejo caer sobre la banca, me aprieto el puente de la nariz con los dedos.
-En caso de que fuera cierto, supongamos que te creo- Agito mis manos. -¿Por qué yo?-
Relaja los hombros y juega con su cuchara en el arroz con leche.
-Bueno, sin ofender, fuiste mi última opción- No me sentí nada ofendido. -Pero todos están ocupados- Comenzó a contar con los dedos. -Peter tiene día de pesca con su abuelo y su padre, todos los domingos es día de pesca. Y Ailish va a ir a una cita con Trent. - Deja caer su cabeza sobre la mesa y su cabello se desparrama sobre ella.
Quito el bote de arroz con leche para que no vaya a mancharse.
-Y no quiero a ninguno de los otros idiotas de ésta escuela- Levanta la cara y rueda los ojos.
Se produce un silencio incómodo que quiero romper pero ella comienza a hablar sobre la mesa, tengo que acercarme porque no logro escucharla. -Mi madre es alguien muy importante para mí. Y no quisiera que cualquier idiota, mono, bruto- Suspira. -Esté frente a ella-
Recuerdo entonces los rumores de ella, que nadie más que Ailish conoce a su madre, hay muchas especulaciones acerca de quién es, o lo que hace. De repente Karina levanta su cabeza y su cabello vuela, yo salto un poco, trata de acomodarse y noto muy levemente el rubor en sus mejillas y la torpeza en sus manos.
Decido que le creo.
-Lo haré- Mi voz suena más ronca de lo que me gustaría, pero ella abre los ojos con sorpresa. Pienso en añadir algo más pero me abstengo. Se levanta y pone sus manos sobre las mías.
-Gracias, muchas gracias. De verdad que me has salvado, no sé cómo- Se ve interrumpida por una chica que llega a mi lado.
Tiene el cabello castaño lacio y le llega más arriba de los hombros, lleva una blusa tinta con una falda blanca que, a mi parecer, es corta. Se miran con genuino odio un momento y ella voltea hacia mí con un cuaderno en sus manos.
-Steve, venía a traerte tu cuaderno, gracias por prestármelo- Aparto mis manos de las de Karina y lo tomo, la chica se acerca más y volteo a la otra frente a mi por impulso para no verle el busto.
-No hay problema- Le respondo y deseo que se vaya.
Karina frunce el ceño y no sé por qué intento decir algo, pero decido callar. Entonces la chica de al lado pega sus labios en mi mejilla en un beso y me sobresalto.
-Nos vemos- Guiña el ojo y se va dando saltos.
Karina gruñe algo entre dientes y cuando la volteo a ver se levanta y se va también, no sin antes gritar:
-¡Te digo los detalles en un rato! Ya no puedes retractarte-
Definitivamente tengo que alejarme de las chicas.
Días después me encontraba frente a la casa de Karina tratando de acomodarme el cabello en el reflejo de su auto, mi padre había insistido tanto (y me había perseguido por toda la casa) para intentar peinarme porque "es una fiesta formal Steve y tú pareces espantapájaros". Volví a agitar mi mano y lo acomodé hacia un lado, revisé mis dientes, acomodé mi moño y observé mi reloj, bueno, prestado de mi padre. Estaba un poco nervioso, lo notaba en mi pecho, pero no era por Karina, sino por su madre. Prácticamente no sabía nada de ella, ni cómo era ¿cómo debía comportarme? ¿y si decía algo inadecuado? Palpé mi cara con las mano e inhalé hondo. Tenía que dejar de hacerme el marica.
Subí los escalones hasta la puerta de la entrada y toqué el timbre, presioné una vez más pero no producía ningún sonido. Traté de mirar por la ventana pero la cortina estaba cerrada, antes de tocar una tercera vez escuché el cerrojo y me paré rápidamente con las rosas en mi mano, una blanca para Karina y una roja para su madre (fue idea de mi padre), me recibió entonces una mujer que parecía sólo un poco mayor que ella, debía ser su hermana. "No", me abofeteé mentalmente, ella no tiene hermanos. Sus ojos eran verdes con un ligero toque azul que me buscaron curiosos, frunció el ceño un segundo y luego pareció recordar, alzó una gran y perfecta sonrisa. Puso sus manos frente a su cuerpo y emitió un sonido, pero no dijo nada, no me dió ni tiempo a saludarla porque volteó hacia su izquierda y tocó una campana que cerca sonaba muy fuerte. Su cabello estaba sujeto en un moño y el fleco le caía a los lados de la cara, tenía un vestido color azul marino con algunos toques brillantes.
Después de unos segundos una luz roja se iluminó casi sobre nuestras cabezas, la mujer se balanceó suavemente sin dejar de sonreírme, le tendí la flor roja y ella puso una cara de sorpresa, inclinó su cabeza y continuó sonriéndome. Escuché pasos en los escalones y dirigí mi mirada hacia ahí, se asomó la falda de un vestido turquesa con brillo plateado, bajó Karina con el cabello sujeto en media cola por detrás. Se veía completamente distinta a como la había visto en las fiestas. Estaba impresionado.
-Hola Steve- Habló quedamente y sonrió un poco.
-Eh, si. Hola- Sacudí la flor blanca y la tomó rosando sus dedos con los míos.
A mi derecha su madre tenía las manos entrelazadas sobre su pecho, mirándonos a intervalos.
-Oh, si- Volteó hacia ella y comenzó a hacer señas con sus manos, la mujer le correspondió las señas.
Oh. Es sordomuda.
-Steve, ésta es mi mamá Eva Russer. Mamá- Comenzó a hablar mientras seguía haciendo señas. -Este es Steve-
Tomó mi mano con una radiante sonrisa y la sacudió suavemente. Hizo unas señas y volteé a ver a Karina.
-Dice que es un gusto conocerte- Me tradujo.
-Oh, el gusto es mío-
-Bueno, deberíamos irnos- Entonces me pregunté si sería complicado hablar y mover las manos al mismo tiempo.
Antes de salir su madre nos pidió una foto juntos y pensé en la graduación que sería en este año, me pregunté con quien iría ella ese día. Subimos al auto y me ofrecía a conducir, Karina se sorprendió y su mamá aceptó gustosa. Estaba tan nervioso por nada, es una mujer maravillosa y gentil. Ella se sentó al lado de mí y Karina en el asiento de atrás.
-Pon esto- Me pasó un CD y lo coloqué en la ranura. -Es música, las vibraciones transmiten el mismo "sonido" a mi mamá-
Nos pusimos en marcha, Eva miraba todo el tiempo a la ventana, con una suave sonrisa, y movía la cabeza levemente de un lado a otro.
-Te pediría que no menciones nada a ella sobre mi vida en la escuela- Escuché su leve voz, creí que la había imaginado. -Pero ya sabes, no puede oírte. Así que no tendré que matarte-
Me sonrió por el retrovisor y atiné a reírme. Era una persona desconocida ahora mismo. Todo lo que conocía sobre Karina Russer se había parado y éste era una clase de mundo alterno. Habría que ve cuánto más podría sorprenderme.
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Holaaaaaaaaaa
Ya estoy de vuelta por acá xd
Otra vez me disculpo :'v tenía muchísimos problemas, ni ganas me daban de escribir. Pero ahora que está todo medio estable dije YA, hora de seguir con esto 7u7
¿Cómo le irá a Steve en la fiesta? va a ser entretenido crear eso xd
Los quiero!!!! No olviden votar y dejar un comentario ;3 siempre los leo <3
Baiiiiii
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Bad bitch
Teen FictionSiendo la chica más popular de la escuela y la más deseada, parece una reina en su último año de bachiller. Karina ha pasado por cada uno de los chicos y con una reputación más de una diosa que de una fácil, su intención siempre ha sido divertirse y...