Mr. Bunny Killer 《KookMin》

#20

—Vas a términar con una bala en la cabeza, no seas idiota Jungkook -Dijo Nam mientras observaba como el nombrado cargaba su arma- no puedes ir ahora, Yoongi aún está en la jefatura de policía, ir allí sera un suicidio además de seguro el detective Jung estará allí.

—¿Por qué estaría ese imbécil allí? -preguntó el pelinegro observando al rubio que yacía dormido en uno de los sofá de la oficina de Nam-

—Sabe que trabaja con nosotros, bueno, más bien contigo, ese detective tratara de sacarle información tuya, además ¿por qué tanta prisa en sacarlo? pensé que se llevaban mal

—Es nuestra manera de expresarnos cariño -el pelinegro hablaba mientras observaba las pequeñas muecas que hacía el rubio al dormir- ustedes son la única familia que tengo... Tae, Jin hyung, Yoongi y tu... incluso Hoseok lo fue en algún momento

—Ya no somos seis... Hoseok tomó su propio camino -Nam suspiró ahora tratando de descifrar la mirada que el pelinegro le dirigía al rubio-

—Fue mi culpa -dijo sin rodeo alguno-

—No lo fue, tenías tus razones para hacer lo que hiciste... si Hoseok lo supiera de seguro te comprendería -trató de sonar amable, si bien era duro con el menor le tenía un gran cariño-

—No te engañes Nam, él ya no es el Hoseok que conocimos -suspiró con frustración-

—Pobre Yoongi -dijo Nam- espero que no diga nada

—No lo hará, confió en él, lo siento más por Hoseok que tendrá que soportar su carácter, supongo que aún recuerda que Yoongi sin dormir es el mismo demonio -ese comentario hizo a ambos reír-

—Bien, dejemos de hablar del pasado -aclaró su garganta- hace cinco días te mande a llamar con Tae y no llegaste, se suponía que sacariamos a Yoongi durante su traslado a la estación de policía pero como no apareciste y solo tu puedes hacerlo ahora hay un cambio de planes, según información que Tae me entregó dentro de tres días Yoongi será trasladado a una de las cárceles con mayor seguridad del país, esa sera nuestra oportunidad.

—Está bien lo haré, puedo con esto -respondio calmadamente-

—Está vez no lo harás solo -habló Nam-

—Sabes que trabajo solo -respondió sin ánimo-

—Recuerda lo que prometimos -ambos se miraron y sonrieron- si se meten con uno de nosotros

—Se meten con todos -término la frase por el mayor-

El pelinegro odiaba aceptarlo, pero Nam era de las pocas personas con la cual podía hablar cómodamente sobre cualquier tema, por primera vez un "trabajo" le preocupaba tanto, no quería que a Jin, Tae o Nam les pasara algo, tampoco quería que Yoongi resultara lastimado y él (Jungkook) al ser el mas fuerte del equipo no permitiría que nada malo les pasará. Jungkook levantó su mirada viendo al rubio removerse en el sofá, estaba despertando ¿que haría con el?.

—¿Tu noviecito nos servirá de algo? -preguntó Nam observando al rubio- luce tan...indefenso

—Jimin no es como nosotros -suspiró pesadamente-

—Con que ese es su nombre... -murmuró aquello- cuando este problema de Yoongi terminé tendrás que explicarme como es que terminaste con un chico tan contrario a lo que esperábamos de ti

—Dile a Tae que me envíe la información -dijo el pelinegro ignorando las palabras de su amigo- nos vamos, despideme de Jin hyung por mi...

Sin esperar respuesta el pelinegro se colocó su máscara, puso la capucha y el cubrebocas en Jimin y lo cargo en su espalda sorprendiéndose de lo liviano que era esté, salió de la oficina de su amigo para después de unos minutos estar fuera de aquel edificio, recostó al rubio en los asientos traseros del auto y comenzó su camino regreso a casa.

***

El rubio fue abriendo los ojos lentamente y se acomodó en la cama, estaba devuelta en aquella habitación ¿cómo llegó allí?, se reincorporó en la cama observando a su alrededor tratando de acostumbrar su vista a la luz.

—Veo que por fin despiertas -esa voz tan conocida, un escalofrío recorrió su cuerpo al ver al pelinegro recargado en la puerta observándole, aún no se acostumbraba a verlo sin máscara-

—Si -susurro apenas audible- ¿v-vas a castigarme?

—No lo sé, dímelo tú, ¿qué crees que hiciste mal? -pregunto mientras se acercaba a paso lento quedando frente al rubio-

—Dije que éramos novios... -respondió sintiendo sus mejillas calentarse-

—Si, lo dijiste, salvaste tu vida diciendo eso -realizó una pausa analizando el rostro del rubio, que por cierto, aún no le dirigía la mirada- pero me metiste a mi en ese problema

—Tu me metiste en tus problemas desde que decidiste secuestrarme -respondió el rubio girando para ver al pelinegro quedando completamente pérdido en su mirada, aún no comprendía por qué se le hacía tan familiar-

—Te di la oportunidad de marcharte -contestó con su típico tono desinteresado- te dije que te quedaras con Tae, desobedeciste cada orden y por eso ahora vamos a tener que seguir con este estúpido jueguito de novios

—¿Por qué no lo negaste entonces? pudiste haber dejado que me matará -su voz sonó baja, claro que agradecía que Jungkook le  siguiera la mentira, no quería morir aún-

Hubo una pausa, Jimin notó una mirada extraña en los ojos del chico frente a el, parecía estar pensando en que decir, hasta que abrió la boca y soltó las palabras.

—Aún me sirves, cuando dejes de ser útil no tendré problema en que te maten, de hecho lo haré yo mismo

Dicho esto el pelinegro abandonó la habitación dejando a Jimin sin palabras ¿qué pasaba con el? ni siquiera el mismo se comprendía ¿por qué le dolieron tanto las palabras de Jungkook? realmente pensaba que habían conseguido un avance... pero no era así... Jungkook no cambiaría. Jimin dejó caer su peso nuevamente en la cama ocultando su rostro entre las almohadas, ¿por qué dolía tanto? ¿qué pasaba con el?.

Las horas pasaron, el rubio no pudo volver a dormir, observó por la ventana, el sol comenzaba a ocultarse, un hermoso atardecer se podía apreciar desde allí, sintió su estomago gruñir lo que le  recordó  que no había comido nada en todo el día, no podía bajar sin el permiso de Jungkook, pero solo tomaría unos minutos, con suerte no pasaría nada, así que con cuidado salió de la habitación, pero al hacerlo chocó contra un duro pecho que lo hizo tambalearse un poco, levantó su mirada encontrándose con los oscuros ojos de Jungkook, observándolo con mayor detalle se dio cuenta que este llevaba un traje negro con camisa blanca sin corbata y unos cuantos botones de esta desabrochados, el hombre parecía un modelo de revista.

Jimin se congelo en su lugar sin saber que decir, estaba nervioso y aún más sintiendo la mirada del pelinegro en él, que aún no decía nada, el rubio separó sus labios para hablar pero su cuerpo hablo por si mismo, su estomago volvió a gruñir haciendo a Jimin sonrojarse a más no poder, la vergüenza inundo su rostro, levantó su mirada para ver al pelinegro que seguía con la misma mirada indescifrable.

—Cambiate de ropa, vamos a cenar fuera -dijo el pelinegro sorprendiendo al rubio-

—Okay  -contesto para después voltear para regresar a su habitación pero antes de hacerlo sintió una de las grandes manos de Jungkook posarse en su cabello, se quedó quieto sintiendo las caricias de este, su tacto era tan delicado que solo logró confundirlo-

—Apresurate

El rubio asintió y entró en la habitación sintiendo su corazón retumbar contra su pecho ¿qué estaba pasando con el?.