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–Jimin ¿a cual juego deberíamos subir ahora? -preguntó la chica mientras se aferraba al brazo del ya nombrado-

– Al que tú quieras -sonrió lo más que pudo pero era realmente difícil cuando el mundo parecía odiarlo-

Habían pasado bastantes días ya desde esa noticia que destruyo su felicidad y corazón, ahora básicamente había regresado a la vida de antes, complaciendo a sus padres, estando con la chica "perfecta" la cual había ido a buscarlo a su departamento hace algunas horas diciéndole que lo llevaría a un lugar divertido, Jimin acepto solo porque quería distraerse y tratar de olvidar todo aquello que apretujaba su corazón dolorosamente, ya era de noche bastante tarde y la curiosidad por saber a que lugar irían también influyó.

La chica al final lo había arrastrado a un parque de atracciones, si, ese mismo parque de atracciones donde habían ido anteriormente el y Jungkook, así Jimin pudo confirmar que el mundo lo odiaba recordándole una y otra vez a aquella persona que causaba tanta tristeza y amor en su corazón.

Durante todo el tiempo que habían pasado allí Eun arrastro a Jimin a cada juego que se le ocurría, mientras que el solo se dejaba arrastrar. Ahora caminaban por el sector de los pequeños juegos, exactamente donde Jungkook habia ganado a Cooky para el, dios...realmente necesitaba ese conejo de felpa en estos momentos.

–Jimin -lo llamo la chica- ven quiero ver ese lugar

El chico asintió y nuevamente Eun lo arrastro hacia uno de los puestos.

"La vida me odia"

Fue lo que pensó Jimin, Eun lo había llevado al mismo lugar donde Jungkook había jugado, el mismo lugar donde vio a Cooky por primera vez, solo que ahora habían algunos peluches distintos, ninguno igual a su Cooky. Eun lo miro suplicante, era claro lo que quería esa chica, Jimin suspiro resignado y miro unos segundos a la pareja que estaba jugando, eran dos chicos uno estaba disparando y el otro observaba mientras lo apoyaba a disparar, finalmente el chico logro obtener un pequeño oso de peluche mirándolo con clara decepción pero el otro chico lo felicitó enseguida sonriendole para después abrazarlo y finalmente besarlo, Jimin sonrió con tristeza al ver aquella escena, pensó en que debió haber besado mas veces a Jungkook cuando tuvo la oportunidad, Eun por su parte observaba con claro disgusto aquella escena.

–Que desagradable deberían respetar que hay mas personas aquí -dijo la chica-

–Eun si miras a tu al rededor esta lleno de parejas besándose -respondió Jimin suspirando con frustración-

–Pero son parejas normales y ellos..

–Eun, no tienes el derecho de juzgar lo que es normal y lo que no, así que mejor guardate tus comentarios -respondió, nunca le había llevado la contra a la chica pero era realmente desesperante oírla- además ni siquiera sabes de lo que hablas, son personas como tu y yo sin importar a quien amen

–No nos compares con gente así -respondió la chica soltando el brazo de Jimin, quien sonrió internamente por aquello- esos idiotas...

–Te puedo asegurar que aquí la idiota es otra Eun

Solo basto decir aquello para sentir un ligero ardor en su mejilla izquierda, la chica enojada le dió una bofetada llamando la atención de las personas a su alrededor, Jimin hizo una pequeña mueca y vio como la chica se marchaba corriendo, lo correcto sería ir tras ella, pero no quiso hacerlo, si lo hacia seria aceptar que ella tenia la razón cuando en realidad no era así. 

El día había sido una completa mierda, e ir a ese parque fue la cereza del pastel que término por arruinar todo, Jimin suspiró y se dispuso a marcharse, necesitaba dormir, cosa que era lo que más hacia últimamente.

–Joven -escuchó una voz tras el-

Jimin se volteo confundido, era el hombre dueño de aquel juego quien enseguida se acerco a el cargando con el una gran bolsa negra que claramente contenía algo en su interior.

–¿Que sucede? -preguntó Jimin cuando el hombre ya estuvo frente a el-

–Eres el chico de aquella vez, si, estoy seguro que eres tu -dijo el hombre muy seguro de sus palabras-

–No se de lo que habla... -no quería volver a recordar aquello-

–Si, tu eres el que estuvo aquí hace un tiempo con el otro chico, jamas podría olvidar aquello, ese chico que estaba contigo wooah fue realmente increíble

–Ah..si..

–Bueno, en fin a lo que vine -continuó hablando mientras extendía hacia Jimin la bolsa negra-

–¿Que es eso? -observó aquello con cierta desconfianza-

–Mmm... pues... como ya te habrás dado cuenta he cambiado los peluches y pues me sobraron algunos de los antiguos y como a ti te gusto tanto ese conejo rosa de felpa aquellas vez... -sonrió  cuando el chico por fin recibió el objeto- me sobró este...

Jimin ni siquiera espero, abrió enseguida la bolsa encontrándose con el conejo de felpa rosado allí, sonrió con pequeñas lágrimas asomándose por sus ojos y abrazo el gran animal de felpa, se sentia tan cálido, era como tener a Cooky entre sus brazos, incluso podría jurar que tenía el mismo aroma.

–Gracias -dijo Jimin una vez logró calmar sus lágrimas, el hombre asintió enternecido por la escena y se marcho a seguir atendiendo su puesto-

Limpio las lágrimas de sus ojos y se dispuso a marcharse, al menos algo de algo había servido todo lo que había pasado, ahora tenia un nuevo Cooky aunque claramente nunca podría ser igual al que Jungkook gano para el.

Cuando por fin se encontraba en la salida del parque pudo respirar tranquilo y soltar su fuerte agarre en el conejo de felpa, ya había pasado el peligro de que se le pudiera caer o cualquier otra cosa. Siguió caminando mientras ahora jugaba con las orejas del animal de felpa, pero por hacer eso no iba atento al camino cosa por la cual sintió un fuerte golpe en su costado lo que lo hizo tirar el peluche pero al menos no lo tiro a el, Jimin soltó una pequeña maldición levantando su mirada para ver al culpable de su golpe y la caída de su querido nuevo Cooky, pero se avergonzó enseguida al notar que el había sido el culpable pues iba caminando en sentido contrario.

–Eh..y-yo..lo siento.. -se disculpo el rubio observando como la persona frente a el que al parecer era un chico recogía su conejo-

No pudo ver claramente a la persona pues llevaba una capucha negra y un cubrebocas del mismo color además de que ya era de noche y las luces de la calle no alumbraban nada. El chico desconocido acomodo su capucha cubriendo aun mas su rostro y le entregó el conejo de felpa a Jimin quien estaba completamente asustado, asustado de no saber porque su corazón latía tan rápido.

–Gracias... -susurro Jimin-

El chico desconocido asintió y se marcho enseguida pasando por el lado de Jimin sin si quiera dirigirle la palabra. Jimin se quedo inmóvil unos segundos apretando el peluche contra su pecho, dio un paso para marcharse justo cuando una suave brisa a sus espaldas trajo consigo ese aroma que el conocía perfectamente bien...

Ese suave olor a chocolate caliente con una pequeña pizca de tabaco...












Solo conocía a una persona que tenia ese aroma....

Mr. Bunny Killer 《KookMin》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora