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Todo estaba perfectamente organizado, la cama tendida, los trastes utilizados para el desayuno ya estaban perfectamente limpios y ordenados en su lugar correspondiente, el rubio ya estaba perfectamente vestido con su jeans ajustados, su camiseta blanca pues era un día bastante soleado, sus fieles converse rojas y su hermoso cabello rubio perfectamente peinado en un flequillo que lo hacia ver menor de lo que era. La universidad en si era un infierno, pero lo peor de esta sin duda alguna era levantarse temprano, lo bueno era que gracias a está podía ver a su novia un mayor tiempo.

Sin más que hacer el rubio tomó su mochila dispuesto a salir, vivía solo desde los 18 años, aun así seguía en contacto con su familia, tenían muy buena relación, ahora el rubio ya se había adaptado a la independencia en un humilde departamento, lo bastante cercano a la universidad. Salió de su departamento, por supuesto cerciorándose de que todo quedara bien cerrado, subió al ascensor,  como todas las mañanas se despidió del conserje y fue a tomar el bus que siempre lo dejaba lo suficientemente cerca de la universidad, el resto eran solo unos pocos pasos que servían para despejarse.

El sin duda alguna amaba su humilde vida, recordaba como sus compañeros siempre le contaban anécdotas increíbles y el solo callaba ¿que iba a decir? si su vida era normal, vivía solo en un pequeño departamento, tenia una novia a la cual quería mucho, estupenda relación con su familia, trabajaba de medio tiempo en una cafetería lo que le alcanzaba para costear el arriendo y el alimento para el mes, nada fuera de lo normal.

Una vez salió de sus pensamientos gracias al bus al cual tenia que subir, pagó el monto total y se sentó en los asientos traseros junto a una anciana que a penas lo vio intento hacerle vida social hablándole de cuan cara era la comida de su perro, el rubio por supuesto sonrió y disimuladamente se puso sus auriculares fingiendo escucharla, solo podía ver como la anciana movía sus labios y hacia un sin mil de expresiones con su cara, hasta que todo lentamente comenzó a verse borroso...

Se durmió

***

—Joven esté es el fín del recorrido -escuchó una voz que lo llamaba a la distancia-

Abrió lentamente sus ojos mientras la imagen del conductor se le hacia más clara, entonces entendió, miro hacia afuera notando más buses de la misma compañía del cual estaba.

Mierda

Salió como alma que lleva el diablo corriendo del bus, miró a todos lados para ubicarse pero no tenia ni la más remota idea de donde se encontraba, miró la hora en su móvil...

Doble mierda

Ni modo, no alcanzaría a llegar a la universidad, quizá si se apresuraba llegaría a las últimas horas, pero no valía la pena, lo mejor era regresar a casa, primero tenia que saber donde estaba y encontrar alguna parada de taxis, sería lo más simple, aunque odiaba gastar dinero de más.

Comenzó a caminar sin rumbo aparente, estaba muy cohibido, ese barrio claramente no era nada seguro, habían hombres fumando, y no precisamente tabaco, que lo miraban con cara de querer comérselo.

Que asco

Pensó y apuró el paso, sin darse cuenta se encontró en un callejón sin salida, se propuso salir de allí lo antes posible pero la voz de un hombre llamó su atención.

— N-no lo..v-volvere a..ha-hacer -decía esa voz al borde de la desesperación-


El rubio dio unos pasos sintiéndose como los protagonistas de las películas, esos idiotas que en vez de correr del peligro se acercaban a ello, y pues el hacía precisamente lo mismo. Su visión por fin enfocó a un hombre de avanzada edad tendido en el suelo con un gran charco de sangre a su al rededor, iba a correr a ayudarle hasta que visualizó una silueta saliendo de las sombras, su sangre se congelo sin poder mover músculo alguno, se quedo allí de pie, mirando como la silueta con una extraña mascara de conejo disparaba directamente en la frente del hombre con una rapidez y precisión increíble. El cuerpo del hombre quedó inmóvil al igual que el cuerpo del rubio que para ese momento parecía gelatina, pero aún así no podía moverse, entonces cometió otro error que cometían los protagonistas de las películas.

Miró al asesino

A pesar de que llevaba una mascara que impedía ver cualquier rastro de su rostro además de que el callejón estaba jodidamente oscuro pudo sentir la mirada del asesino sobre el, un escalofrío recorrió su cuerpo cuando esté dio un paso hacia el, pensó en correr pero el miedo era mayor, además de que su cuerpo no reaccionaba.

El asesino dejó caer un papel sobre el cadáver y prosiguió a dar otro paso hasta él ya más que asustado rubio, pero unas voces al final del callejón provocó un cambio de planes al parecer.

No me olvides kitten

Se escuchó una voz masculina, joven pero a la vez grave y bastante dominante salir detrás de esa mascara, el rubio solo allí atinó a reaccionar, corriendo torpemente lo más rápido que pudo lejos de aquel hombre.

Ahora tendré que perseguir un lindo gatito.

Fue lo último que dijo aquel hombre antes de perderse en las sombras, dejando atrás el cadáver ya desangrado del sujeto.

Mr. Bunny Killer 《KookMin》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora