XXII

13 1 1
                                    

La última vez que hablamos dijiste algo sobre mi parecido con ella.

Tus palabras fueron un yunque atado a mis pies.

Y lo sabes, te fuiste sabiendo eso. Se que mi silencio no será remunerado, y que las palabras que nunca dije jamás serán absueltas, pero por favor, reconoce que me heriste, tal vez mas que lo que yo te herí a ti.

Y que estámos a mano, de una vez por todas.

Drayos y Centenas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora