XXXV

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Y que triste.

Que los quince 

sean para hablar de sexo,

sollozar por un visto,

descubrir el alcohol,

tocarse hasta el bello mas minúsculo.

Y no para intentar fugarse,

hablar de sueños, 

enamorarse abnegadamente,

cometer inocentes travesuras

y esperar con ansias el mañana.


Nos llenamos de vicios,

de depresión, suicidio y anorexia...

Ya no encontramos en cualquier lugar 

un amigo.

Queriendo crecer

nos olvidamos de soñar.

Por precaución,

se nos fue arrancada la inocencia.

Drayos y Centenas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora