IV

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En la plaza, un hombre de piel oscura sostenía entre sus dedos arrugaddos un pincel demacrado con trazo suave y firme.

—"¿No siente desesperación cuando encuentra un lienzo vacío?".

En cuanto pregunté alzó sus ojos oscuros escrutándome con la mirada.

— "Encuentro mas desesperante alguien que, consigue uno y decide no llenarlo".

Sonreí.

Justo esa era mi situación.

Drayos y Centenas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora