XIX

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Una vez en mis sueños, escuché una voz. Corrí un largo rato por los caminos lobregos, y me detuve cansada en el suelo.


Había oscuridad, deseé un poco de luz para saber a donde me dirigía.

La obtuve, y fue para observar que me hallaba en soledad.

La voz que ya había escuchado, soltó una carcajada, corrí aterrada, pero mis pies no pudieron evitar oir sus palabras.

"Te puedo mostrar estrellas, pero siempre verás alguna morir".



Drayos y Centenas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora