VI

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— ¡Hey! 

Vuelvo a verte.

— ¡Hola!

 Me alegra que tu sonrisa sea radiante, como si nada, esa sonrisa compartida cuando reímos, que pinta nuestros recuerdos. Sí, esa historia, voraz y común.

— No te había visto.

Te extraño, ya no es desesperado, es un simple augurio en el corazón, un deseo.

— Esta todo bien.

— Que bueno.

Quizá ya no deba decirlo, pero resulta doloroso,  dos espaldas caminan hacia un mismo rumbo y de pronto se separan. El estupor causa las lágrimas y los errores que cometimos un dolor inexplicable... he de sincerarme, cuando te veo, me pregunto un si hubiera. ¿ Y si mi voz no hubiese callado, y si todo fuera igual que hace años?

—Bueno, debo irme.

Pero esta es nuestra realidad.

— Adiós.

Un beso en la mejilla.

Como dos personas desconocidas.

Marchamos, tomando destinos opuestos.

Así hemos decidido, así ha de ser.

Drayos y Centenas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora