Capítulo 9: No me arrepiento de nada.

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—Sabes cocinar… ¿verdad? —se preguntaron a la vez.

El desastre en la cocina solo acababa de comenzar.

[...]

—¡Supongo que habrá que improvisar! —exclamó Kirishima algo nervioso

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—¡Supongo que habrá que improvisar! —exclamó Kirishima algo nervioso.

—¡C-Cierto! —dio Kaminari la razón—. ¡Primero hay que pensar qué menú prepararemos!

Se quedaron en silencio y analizaron todos los ingredientes que tenían a su disposición; huevos, pescado, alitas de pollo, lechuga, mostaza, ketchup, jamón, especias, ajo, sal, azúcar, arroz, aceite, tabasco y canela.

—¡Arroz! —dijeron al unísono y sin dudarlo.

—¡Y podríamos utilizar los complementos para darle sabor al pescado y a las alitas de pollo! —sugirió Denki con una sonrisa.

—¡Y batir los huevos para rebozarlos! —añadió Eijirou al recordar cierto programa que vio en la televisión—. ¡Como en Monsterchef!

—¡Oh, sí! ¡Y que la lechuga sea para decorar! —siguió el rubio felizmente.

Tenían grandes esperanzas en el almuerzo que prepararían. Nada podía salir mal porque ya lo tenían todo planeado, así que decidieron dividirse las labores; Kirishima haría el arroz y Kaminari lo demás.

Eijirou comenzó abriendo un paquete de arroz y echando más o menos la mitad de él en una olla para luego echar agua hasta el borde de dicha olla y finalizar echando medio bote de sal “por si acaso”.

Kaminari, por otro lado, cogió el pescado (sin quitarle las espinas, cabeza, ni cola) y las alitas de pollo y las colocó en una sartén. Luego echó un poco de todo. Un poquito de mostaza y ketchup al pescado; azúcar, ajo, sal, especias y canela a las alitas y finalizó con jamón y tabasco a ambas cosas para luego mezclar todo con su mano.

—¡Va a estar buenísimo! —decía con una sonrisa al observar la bonita mezcla.

Luego partió varios huevos y los echó en la sartén (cabe decir que como no sabía partir bien unos huevos, parte de la cáscara cayó dentro). Ahora solo faltaba encender el fuego… pero antes echó un cuarto de litro de aceite en aquella sartén y por encima de todo lo que ya estaba puesto.

—Kirishima, ¿cómo se encendía la hornilla? —inquirió Denki mirando a su pelirrojo que parecía estar pensativo observando su olla de arroz.

—Uhm… creo que había que girar las cosas negras de ahí y usar una cerilla al mismo tiempo —dijo aún con dudas.

Uraraka no tenía vitrocerámica en la cocina porque la luz era muy cara. Era mejor usar hornillas de gas; la economía ante todo.

—¡De acuerdo, hagámoslo juntos! —exclamó el rubio sacando de un cajón una cajita de cerillas.

Compartiendo piso con imbéciles [Boku no Hero Academia] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora