Capítulo 16: Su mapache la abrió.

3.5K 624 214
                                    

Kaminari y Kirishima tenían un problema

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Kaminari y Kirishima tenían un problema.

El mapache de Todoroki había regresado al cuarto de este y, ahora, la puerta de la habitación estaba abierta.

Ninguno sabía qué hacer en aquel momento, aunque, de todas formas, nada bueno saldría de ahí.

—¿Llamamos a Bakugou? —sugirió Denki con una sonrisa nerviosa—. Digo, bueno… Quizás, así, Todoroki nos perdone la vida si se entera que él estuvo con nosotros.

—Tenemos que afrontarlo por nuestra cuenta, Kaminari —respondió el pelirrojo levantando un puño y decidido.

—Entonces tocamos su puerta, ¿no? —dedujo el rubio señalando con el pulgar dicho cuarto.

—Sí, ¡vamos! —accedió sin dudarlo.

[...]

—¿De verdad está bien que hagas esto? —inquiría cierta mujer mientras le otorgaba 3000¥ a Izuku—. Tienes pareja, ¿no?

—Sí, y no te preocupes… —respondió Midoriya con una triste sonrisa—. Llámame cuando me necesites.

[...]

—Veamos… —murmuraba Todoroki para sí mientras buscaba víctima random entre la multitud de gente.

[...]

—¡Bakugou! —exclamaron Kirishima y Kaminari mientras tocaban repetidamente la puerta del cuarto de Katsuki, el cual frunció el ceño y apretó los dientes al verse interrumpido.

—¡MIERDA! —maldijo, levantándose de la cama y abriendo la puerta con rabia—. ¡¿QUÉ PASA?!

—¿No quieres ver el interior de la habitación de Todoroki con nosotros? —inquirió Denki con una sonrisa nerviosa.

—¡Se ha ido y tardará más de cuatro horas en regresar! —agregó Eijirou.

Bakugou, ante esa provocativa opción, se mantuvo en silencio durante unos segundos hasta optar por lo correcto.

—¿Está abierta? —se limitó a inquirir, saliendo de su cuarto y cerrando la puerta.

—Su mapache la abrió —informó Kaminari.

Porque, en realidad, todos se morían de ganas por saber qué era lo que tanto escondía Todoroki ahí dentro y por qué no dejaba que nadie contemplase el interior.

Así, los tres jóvenes, liderados por Bakugou, se dirigieron hacia la oscura habitación a medio abrir, cuya puerta fue empujada por Katsuki y, uno por uno, entraron.

—No se ve casi nada —comentó Denki ya que todo el interior estaba oscuro—. Pero hay una cosa que parece estar saltando por doquier...

—Tiene todas las ventanas cerradas y las persianas bajadas —respondió Eijirou—. Y creo que esa es la cosa sospechosa que vi la primera vez que Todoroki me abrió y solo asomó su rostro...

Bakugou, ignorando la conversación de aquella pareja, cerró la puerta por completo, haciendo que la poca luz que entraba desde el pasillo desapareciera y dejando todo completamente negro.

—¡Enciende la luz! —exclamó Denki comenzando a ponerse más nervioso, retrocediendo y aferrándose a Eijirou.

—Cállate, mierda —aplicó Katsuki, pasando sus manos por la pared hasta encontrar el interruptor.

Una vez que hubo luz, lo que se podía observar en aquel cuarto dejó perplejos a los tres jóvenes.

—¿Pero qué…? —comentó Bakugou, abriendo los ojos sorprendido al observar lo que se hallaba al fondo de la habitación.

[...]

× Algunas convivencias de Todoroki Shouto ×

El joven de cabello bicolor estaba cansado de ver a su padre por la televisión.

Era un hombre importante, pero Shouto le guardaba cierto rencor ya que, un día, por la culpa de ese señor, su mamá le echó agüita hirviendo en un lado de la cara.

Y, por ese motivo, Todoroki tenía un plan.

Básicamente quería meter a su padre en una residencia.

Por lo tanto, y gracias a todos sus contactos externos, Shouto, de alguna forma, logró ingresar a su padre a una residencia.

—Debe de ser un error —reclamaba el hombre mientras un par de enfermeras lo guiaban por el pasillo del centro—. No soy tan viejo como para ir a una residencia de ancianos.

—Eso es lo que dicen todos —se limitó a comentar una de las chicas con nulo interés.

Una vez cumplido el primer objetivo del joven Todoroki, ahora procedía la segunda parte de su plan; básicamente, quemar la residencia con su padre dentro.

Era un reto muy complicado de superar; quizás, se jugaba la vida en ello...

Pero Shouto tenía que hacerlo.

Una noche cualquiera, con un lanzallamas en la espalda, una mochila y un pasamontañas para cubrir su rostro, se infiltró en la residencia logrando abrir la puerta fácilmente gracias a uno de los hombres que había contratado.

Atravesando los oscuros y silenciosos pasillos, se dispuso a buscar la habitación en la que se hallaba su querido padre durmiendo. Durante el camino, había estado rociando un líquido altamente inflamable que guardaba en la mochila, eso sí, dejando un camino para poder salir ileso.

Cumplido ya su objetivo, el cuarto de su padre fue lo primero que prendió fuego.

Rápidamente, siguió utilizando el lanzallamas con suma tranquilidad, retrocediendo hacia la salida y contemplando cómo ardía todo y las alarmas antincendios se activaban.

“Oh, no...” Pensaba el joven al ver el agua que caía por arriba.

Y, para su mala suerte, al poco rato llegó la policía y los bomberos.

—Queda usted detenido por atentar contra esta residencia de ancianos.

“La próxima vez será.” Creía mentalmente mientras se lo llevaban esposado al coche.

Así fue como, después, fue llevado a un interrogatorio donde respondió con total sinceridad la razón por la que hizo aquello.

—Bueno, es que ahí metí a mi padre.

Al final, gracias al dinero que poseía, los sobornos y los buenos abogados que tenía, Todoroki no duró mucho tiempo en prisión.

De hecho, fue una interesante experiencia.

[...]

Las convivencias de Todoroki no están en orden (ya que lo del canario sucedió después), aunque igualmente es un detalle sin importancia xD

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Las convivencias de Todoroki no están en orden (ya que lo del canario sucedió después), aunque igualmente es un detalle sin importancia xD.

Compartiendo piso con imbéciles [Boku no Hero Academia] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora