Capítulo 10: Uno ya ni puede cagar tranquilo.

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Denki estaba quemando la cocina.

[...]

Kirishima y Kaminari se quedaron unos segundos en silencio, con la mirada perdida, mientras observaban cómo ardía la cocina.

—¡¿Y ahora qué hacemos?! —reaccionó el rubio exaltándose y desesperándose al ver las bonitas llamas rojas.

—¡Hay que apagarlo, rápido! ¡Necesitamos agua! —respondió el pelirrojo algo nervioso pero tratando de hacer lo que sea para controlar la situación.

—¡Yo no pienso meterme ahí! —exclamó Denki señalando la zona del grifo y cómo el fuego había impedido el acceso a ello.

—¡El baño! —siguió Eijirou y se dirigió rápidamente hacia dicho lugar seguido por su pareja.

Pero, lamentablemente, cuando Kirishima trató de abrir la puerta, esta estaba con cerrojo.

Todoroki estaba cagando.

—¡¿En serio?! —se quejó Denki cada vez más nervioso; sobre todo porque el fuego se iba a ir expandiendo poco a poco.  

—¡Abre, por favor! —insistió Kirishima tocando la puerta repetidamente.

Ocupado —la serena voz de Shouto les hizo entender que quizás no había salvación.

“¿Uno ya no puede ni cagar tranquilo?” Pensaba el joven de cabello bicolor mientras proseguía su momento cultural en el baño y abría su revista sadomasoquista favorita.

—Me tengo que comprar esto —murmuró para sí con un brillo en sus ojos.

Ni a Kirishima ni a Kaminari se les había ocurrido llamar a los bomberos.

—¡¿Y ahora qué hacemos?! ¡Midoriya no está! —siguió Denki mordiéndose las uñas y aterrado.

—¡Ya sé! —respondió Eijirou al habérsele ocurrido un plan brillante.

Dicho y hecho, Kirishima optó por tocar la puerta de la habitación de Katsuki, el cual se suponía que estaba ahí y no había salido.

Iros a la mierda.

Iba a ser difícil, pero el dúo de idiotas no se iba a rendir.

—¡Bakugou, por favor! ¡Se está quemando la cocina! —se unió Kaminari a insistir tocando repetitivamente dicha puerta y desesperando cada vez más al amargado.

—¡QUE ME DA IGUAL!

—¡¿Acaso quieres que nos echen a todos del piso?! ¡A Midoriya le hacía ilusión que a la sexta vaya la vencida! —explicó Eijirou recordando lo que dijo Izuku la primera vez que se presentaron.

—¡Eso, eso! ¡Piensa en Midoriya! —siguió Denki con una leve sonrisa al darse cuenta de que quizás así sí iba a funcionar.

Y funcionó.

Compartiendo piso con imbéciles [Boku no Hero Academia] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora