Bangtan Zombies

25

Esa misma noche TN se sentía flotando en una nube. De repente todo estaba bien. Sentía cosquillas en el estómago y se le escapaba la risa en voz alta, incluso estando sola. Una escena no se iba de su cabeza: la de Yoongi acariciándole el pelo mientras besaba sus labios. Aún le resultaba irreal. Habían ocurrido tantas cosas desde que el destino los había unido de esa manera... Atrás quedaba ese momento en que creían que estaban a punto de morir y Yoongi le confesó sus sentimientos, el malentendido posterior por el que se retractó de sus palabras y esos días terribles en los que ella pensó que lo había perdido para siempre. TN tenía esa sensación en todo el cuerpo que le decía que todo iba a estar bien desde ese momento en adelante.

Con ese estado de ánimo se dedicó a hacer tiempo paseando por el barco hasta que Taehyung acabase su turno en la enfermería. Cuando él la vio sentada en un banco al final del pasillo,se dirigió a su lado sonriendo, mientras negaba con la cabeza.

—¡Me ha besado!—Dijo ella en cuanto lo tuvo cerca, sin poder ocultar la emoción. 

—Lo sé. Yo y el resto de pacientes que había en la habitación.—Contestó Tae sentándose a su lado.—Tengo que admitir que me ha sorprendido, no pensé que lo fueras a tener tan fácil...

—¿En serio? Yo pensaba todo el tiempo que estabas de mi parte...

—Bueno, ¡no iba a echar por tierra tus ilusiones! Pero conozco a Yoongi hyung desde hace años y te aseguro que esto no es lo común.

—¿Y qué sería lo común?—Preguntó TN, con curiosidad.

—Yoongi es orgulloso, creo que es una de las facetas que tienes la suerte de no conocer aún. —Dijo con una sonrisa.— Después de lo que pensó que pasaba con Jungkook... el hyung que yo conozco hubiese eliminado cualquier oportunidad, aunque se muriese de ganas.

—¿De verdad?

—Claro, además es muy testarudo y cuando se convence de algo es imposible sacárselo de la cabeza... Imagino que ya te enterarás...—Añadió mirándola con una sonrisa maliciosa en los labios.

—¡No digas esas cosas! Yo no creo que sea así... Es bueno y desinteresado y creo que a veces un poco incomprendido.

—No digo que no tenga cosas buenas, pero te advierto de las malas. Es lo que haría un buen amigo. —Dijo Tae dulcificando su discurso.—En realidad estoy deseando conocer más de esa persona de la que me hablas...

—¡Pues se han acabado los cotilleos Taehyung! No diré nada más sobre este tema.

Taehyung abrió la boca muy ofendido.

—¿Después de todo lo que te he ayudado? ¿No me vas a confiar nada más con lo aburrido que es este maldito barco?

—... Bueno... Tienes razón, te lo acabaré contando. —TN sabía que era una causa perdida prohibirse tener esos momentos de intimidad con Tae, su mejor amigo desde que todo había comenzado.—¡Pero prométeme que cualquier cosa que te diga no saldrá de entre nosotros!

Taehyung hizo el gesto de cerrar sus labios con cremallera y después le sonrió ampliamente.

—¿Quién nos iba a decir que las cosas acabarían así?

...

Durante la cena todo transcurrió con normalidad, aunque los chicos comentaron lo contenta que veían a TN esa noche. No había rastro de la pareja de delincuentes que los había molestado desde que llegaron al barco y era mucho más tranquilo el ambiente así. Jungkook les informó de que el hombre de los tatuajes, al que llamaban DK, había sido arrestado esa misma tarde. Al parecer protestó y se resistió todo lo que pudo pero los oficiales habían determinado que sería buena idea interrogarlo y mantenerlo alejado del resto de la tripulación, al menos hasta que pudiesen estar seguros de que no suponía un peligro. Se enteraron por medio de Jungkook de que, a pesar de que el Almirante, el militar con mayor rango del portaaviones, había sido reticente a tomar esas medidas, no era algo inusual y ya se habían encargado de alejar a otros sujetos por el bien de la convivencia. Si les quedaba alguna duda de que ese hombre los detestaba, ahí tenían su respuesta. Tenía tan enturbiado el juicio de emociones que estaba dispuesto a correr el riesgo de tener suelto a un posible violador, antes que actuar si la petición venía de ellos. Por suerte no era el único alto cargo y muchos eran más objetivos que él.