No puedo creer que esto este pasando, yo no era nadie y hoy tengo todo lo que me puede hacer feliz, hoy estoy aquí en el lugar en donde siempre pertenecí, mi padre hizo esto para mi madre y para mi, ellos ya no están pero quiero que ellos se sientan orgullosos de mi, así que voy a cuidar mucho de la empresa y haré lo posible para que esta empresa crezca mucho y nunca se caiga, juntos lo vamos a lograr.
- ¿Todo bien hija? - pregunta papa al ver mi cara de admiración por esta empresa.
- Todo perfecto papa, gracias - ahora entiendo que todas esas veces que yo creía que me odiaba y me secuestraba solo me estaba salvado la vida, si alguien mas me hubiese dicho todas estas cosas yo no se que hubiera hecho, pero lo que si se es que hubiera sido mas difícil y lo tomaría como una inmadura, no digo que ahora se la mas madura, pero por lo menos no hice ninguna tontería como lo solía hacer antes de conocer a papa Raul.
Esto es tan hermoso, nunca pensé que a mis padres les gustaba lo mismo que a mi, y que mejor que dedicarme a algo que me gusta, la moda y las tendencias. A la primer sala que entramos es un lugar como para recibir a las personas y al lado izquierdo a la mitad de la sala esta la recepción principal, en donde dan información y al fondo de la sala se encuentran dos elevadores en color dorado metálico, las sillas de espera son de diversos colores, todos pasteles. Hay una puerta amplia a cada una de las esquinas, en una de ellas puedo alcanzar a leer que es una cafetería y al lado esta hay unas escaleras con alfombra color rojo quemado, me encanta.
- Hija, adelantate al tercer piso en el elevador, en un momento las alcanzamos, si tienes problemas basta con decir que eres la dueña, ya que hay una persona bastante...difícil digámoslo así - Dice papa al ver que estaba entrando un hombre alto, moreno y con traje como de unos 34 años, supongo vendrá a hacer un pedido, inversión o algo así.
- Esta bien papa, nos vemos ariba.— y como se supone que vamos a saber en donde es la oficina de papa si esto es tan grande. Legnali y yo avanzamos hacia los ascensores del brazo como amigas.
Nos subimos a los ascensores y como ya no recuerdo si alguna vez he usado uno de estos oprimí mal el botón y puse el piso dos, pero ni modo, después avanzamos al tres.
— Y si mejor nos bajamos en el segundo piso y vamos al tercero por las escaleras, yo la verdad la prefiero, porque la vista es realmente preciosa, sirve de que conoces mas las instalaciones, después vamos a dar una vuelta por aquí—sugiere Legnali con una sonrisa y los ojos cafés casi negros hermosos le brillaron como nunca.
—¿Segura que es solo eso? parece algo mas amiga.—sonreímos las dos juntas.
— Es que hay alguien que me gusta de ese piso, en vigilante, se acaba de recibir, apenas cumplió los 18 y pues solo nos lleva tres, me gusta demasiado, pero no se si yo a el. — lo sabia, no por nada tiene ese brillo.
— Esta bien, juntas descubriremos que siente el por ti, no te preocupes amiga— salimos ambas sonrientes para dirigirnos a las escaleras.
Aquí afuera también esta hermoso, veo que el tema de la empresa es super colorido, principalmente colores de tendencia y tiene cuadros de fotos Tumblr por todas partes, la decoración es hermosa, todo es tan tranquilo, bueno...
—¿A donde van gatas?— nos detiene una joven como de nuestra edad por la espalda, me parece realmente odiosa.—No te basta con solo venir a contaminar que ahora te traes a toda tu prole?— sonríe cínica y victoriosa al intentar humillarnos.
— No te cansas de molestar Nancy, te va a arrepentir de lo que acabas de decir.
— Por favor, eso nunca ocurrira, ademas no me digas Nancy, no somos iguales.—me fastidia que traten asi a mi mejor amiga, no se puede quedar asi.
— Exactamente, no somos iguales, por que aqui tu ere una simple empleada mas, y yo soy la due*a de todo esto que ves aqui, y ella es la mejor amiga de la dueña, asi que no voy a permitir que la trates asi, ponte a trabajar y deja de andar molestando- le contesto en un tono vurlon para que aprenda.
— Hay aja, ya quisieras chiquita, ni que fueras Sofia, la sobrina del jefe Raul, se nota que ganas tienen mugrosas.— parece que no se quiere dar por vencida, pero solo lo empeora mas, se destruye a si misma.
— Sofia, ¿Que haces aquí hija? este no es el tercer piso— creo que el semblante de la tal Nancy a cambiado a una cara apenada y sorprendida — espérenme en la oficina por favor, ahora las alcanzo hijas.— se van los tres y nosotras nos damos la vuelta.
— Perdón, yo no sabia, lo siento... perdóname.— dice Nancy arrepentida y con cara de preocupación.
— No lo se, lo pensare.— Legnali y yo reímos al unisonido y continuamos hacia nuestro destino.
— Buenas tardes señoritas, bienvenidas, pasen por favor. Que te vaya bien Legnali, nos vemos después. — dice un joven alto, de tez media y con ojos azules, supongo el sera el enamorado secreto de mi amiga.
— Gracias—decimos al unisonido y codeo a Legnali ligeramente y le sonrió mientras comenzamos a subir las escaleras.
La vista es realmente preciosa, no me imagine que tanto, tiene ventanas enormes de vidrio que da a un enorme patio trasero con albera y diversas esculturas de ropa, ademas es una área con demasiado verde, justo como me gusta, esto me hace recordar la casita oculta de la casa de papa en donde nos ocultamos Legnali y yo.
—El es quien me gusta,¿que opinas?- pregunta nerviosa y ansiosa.
— Pues la verdad yo...—hago una pausa y pongo cara seria— yo... yo opino que le encantas, lo traes loco,a caso no vez como te mira, se pierde en tus ojos, le interesas, así que... intenta acercarte mas a el, veras como si funciona, por cierto ¿Quien es esa tal Nancy que se siente con tanto poder aquí?
— A, esa... es la hija de la secretaria de Raul, a su madre le interesa el, pero a tu tío no, pero ella ya se siente la que manda aquí, pero a ellas dos solo les interesa el dinero y el poder, no tienen nada, pero prefieren hacerse ilusiones las pobres.
— Lo siento por ellas, pero se les acabo su teatro, a partir de hoy eso sera diferente, esta empresa es mía y tengo derechos, quiero que tu papa sea socio de la empresa, para que también sea jefe, la tal Nancy o se comporta o se va, y su madre la tiene difícil, la verdad soy muuuuy celosa y no voy a permitir que se acerque mas a papa, ahora tiene quien lo cuide.— Reímos juntas y llegamos al tercer piso.
Ahora entiendo como no se equivocan con la oficina de papa, solo hay una sala de espera y una sala de reuniones y su oficina, hay cuadros de diseños de ropa como decoración de la sala, la oficina tiene las puertas mas grandes de todo el piso, tiene una ventana enorme que da directo a los demás edificios, entra mucha luz, no tiene cortinas.
— Y bien... ¿en cual departamento te gustaría trabajar Sofi?
— Aun no lo se, tal ves en algo relacionado con la ropa y el maquillaje.
— Perfecto, porque te quería proponer el puesto de la aprobación y supervisión de ropa y maquillaje, eso de probar el maquillaje para ver formulas y todo eso que ustedes saben mejor. — dice papa emocionado al ver que es el tema que me gustaría trabajar.
— Me encanta, ya quiero empezar.— me toma del hombro y nos dirigimos al quinto piso, por si se lo preguntaban, en total tiene siete pisos.
Sin duda este es mi lugar favorito, hay muchas personas cociendo, mezclando y... ¿Haciendo zapatos? esto es increíble, todo esto lo tengo que aprobar yo, cada uno tiene su sala de cristal por departamentos, pero hay una sola y en blanco.
— Si, esa oficina que vez ahí es para ti, tu la puedes decorar a tu gusto, haz una lista de lo que necesites y tu asistente ira por todo.
— ¿Enserio, tengo mi propia asistente? - esto me encanta, y todo gracias a papa Raul que nunca la dejo caer.
— Claro, te dejo que hagas la lista en tu oficina, tengo cosas que hacer, nos vemos al rato, tu asistente es Karla y esta en el cubículo de costura.— se va con el papa de Legnali y nos deja ahí.
— Bueno pues felicidades, voy a trabajar en los zapatos, los voy a probar, después te los llevo a tu oficina para que los revises.— se va mi amiga a trabajar y yo tomo una pluma y papel para hacer la lista.
ESTÁS LEYENDO
Cuando El Amor Se Acaba...
Teen FictionEra una niña normal... era, porque ya no, y todo por su culpa, Raúl y mi hermanita Elizabeth, mi familia me quería mucho, pero después ese amor se convirtió en odio, nadie me quería hasta que conocí a un hombre mejor que cualquier otro. -Por que no...