•19"LA FIESTA"

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En cuanto bajo a la sala de estar siento como todas las miradas se posan en mí, la verdad me pone un poco nerviosa y ruborizada.

-¿Ya están listos? -pregunto con algo de esfuerzo.

-Claro sofi, ¿vamos?.- dice extendiendome su mano derecha,dicho esto mi primo Francisco grita a mi tío. -¡Ya nos vamos padre, regresamos en la noche!

-Esta bien,pero no lleguen muy tarde por favor, ¡cuidense!

-¡siii!- Gritamos todos al unisonido y salimos de la casa subiendo a la camioneta para ir a la fiesta, una noche de diversión.

Al final de la carretera se ve una tienda un poco chiva pero muy elegante cubierta de marmol y puertas grandes y anchas de cristal.

-Dale a la tienda primo, vamos a comprar lo esencial de la noche.- dice Francisco dirigiéndose a nuestro Primo que manejaba la camioneta, se a lo que se refiere con "lo esencial de la noche"

Mi primo afirma con la cabeza y se estaciona fuera de la tienda, ambos salieron del coche y entraron a la tienda para poder comprar.

Antes de subir de nuevo al coche fueron a la parte trasera del coche para poder subir todo el alcohol y algunas frituras para la fiesta.

-¿Falta mucho para llegar?-digo un poco ansiosa por estar allá.

-No, ya casi llegamos, no te impacientes.

-Ok.

El paisaje es realmente hermoso, a mi me encanta la naturaleza, ver como todas las personas son tan unidas y pueden salir de sus casas sin la preocupación de que alguien les haga daño alguno y sin tener que pensar que al regresar a casa la encontrarán casi vacía, en la ciudad desgraciadamente eso no existe,tal vez en unos países sí, me encantaría saber en cuales. No cabe duda que estar en el rancho me hace cambiar de la nada, lo bueno es que es para bien.

Después de 15 minutos, que para mi fueron realmente eternos al fín ya estábamos fuera de la casa de la fiesta, habían varios coches estacionados fuera y otros dentro de la amplia cochera, hay demaciados coches para ser un pequeño rancho.

En la gran puerta principal había un gran letrero que decía "bienvenida", me emocionaba la idea que al menos unas personas se habían tomado el tiempo para arreglar esto para mi. Después entramos y ya estaban la mayoría de los invitados dentro con un vaso de alcohol y alguna bebida, los que si me conocían se acercaban a nosotros para saludarnos con un cálido abrazo de familiares y amigos. Al final de lo que parece ser la sala de estar se encontraba una gran mesa llena de bebidas alcohólicas y al lado hizquierdo se encontraba una barra con mas bebidas, unas de las que trajeron los primos de la tienda.
pusieron la música a alto volumen y alguien grito por el micrófono:

-¡LA FIESTA COMENZO...!-empezaron a prender y apagarse unas luces de colores dentro de la casa por todas partes.

Yo me integré a un grupo de jóvenes que se veían muy animados con el ambiente, en él se encontraba mi prima janeth, no le hablaba mucho antes, pero desde que la ayude a levantarse cuando un burro la tumbó en un charco de lodo nos comenzamos a llevar mejor a cambio de que yo no fuese a decir nada de lo ocurrido. El caso es que después se integraron unos muchachos muy guapos, pero no tango como pata cometer el mismo error que cometí con Ivan, ya ni caso tiene recordar todo lo que pasó, sólo queda divertirme e intentar ser feliz lo ultimo que me queda aquí, tal vez y sea mucho el tiempo que estaré aquí abandonada por mis padres.

—¿En qué piensas Sofia?—pregunta mi prima janeth.

—Eee...en nada con importancia, no te preocupes.

—bueno...¿Qué se hace en estos casos?

—Divertirse y disfrutar el momento, porque la vida es corta y solo hay una.

—¡Exacto!,Bienvenida Sofi.—nos dedicamos una leve sonrisa y nos dirigimos todos juntos a la barra.

Ya estaba tan devastada por todo esto que pasó que de lo unico que tenia ganas en este momento es de ir por un trago y divertirme al máximo en todo el tiempo que esté en el rancho.

Yo pedí que me sirvieran una margarita muy cargada para poner ambiente, me urgía que hicieran efecto en mí, así que me la tome toda de un trago.

—¡FOONDO! ¡FOONDO! ¡FOONDO!

Gritaban todos los precentes al ver que me habían servido una bebida mâs. Sonreí por instinto y me tome todo el contenido del vaso de vidrio. Al terminar el líquido todos se giraron y siguieron con sus asuntos, de repente una tipa que desconocía comenzó a bailar encima de una mesa redonda, en menos de un segundo ya estaban todos mirándola con una cara de extrañados, después pidió que bajaran la música y se agachó para tomar el micrófono que se encontraba a un costado de ella dejando a la vista una gran parte de su trasero, varios la miraron con cara de desprecio.

—¡EEE...STA FIESTA DEE...BERIA DE SE...R PARA MI... A NO SE...R POR E...STA QUE LLE...GO!— Grito arrastrando las palabras por su evidente mal consumo del alcohol.—¡ LA...RGATE DE AQUI...!— por lo que me habían contado ella esa la más popular del rancho, la mayoría de las fiestas son dedicadas para ella, y por lo que puedo notar ella esta muy molesta conmigo porque de repente llegué y toda la atención fue hacia mí.
No supe que decir, era tanta la envidia que me tenía en esté momento.

—¡La que se va a largar de aquí eres tú si sigues con esos comentarios tan estúpidos, ya entiende que ella es nuestra prioridad en este momento y aunque no este aquí, siempre la vamos a querer!

—¡¿ES... ELLA O YO...?!— dice muy alterada.

—No te conviene darnos a escojer, sabes que perderías al instante, siempre la elegiriamos a ella, porque ella si es una muchacha decente y se da a respetar, no como otras. —En ese momento me sentí la peor de las basuras, espero y nunca se enteren de lo que pasó, de la contrario me van a echar de aquí a patadas.

Ella se bajo de la mesa tambaleándose muy molesta y avergonzada entendiendo a la perfección todas y cada una de las palabras dichas por mi primo.

—Gracias por defenderme, pero no lo necesito—A decir verdad parecía que sí, porque me quedé inmóvil y como si me ubiesen cortado la lengua, pero es que no se en ocurrió alguna respuesta en ese momento. Ambos sonreímos e ignoramos lo que sucedió para seguir disfrutando de la fiesta, mi fiesta.

Pasamos como unas cinco horas bailando, tomando y cotorreando, ya son las 2:00 a.m, me siento bastante mariada, hablo, grito y hago cosas que la verdad no se si me atrevería a hacer estando sobria, aunque quien sabe, estoy tan loca. El caso es que yo siento como si me hubiera pasado de copas, pero a la vez como si tuviera ganas de más y cada vez más, como si estuviera sedienta de alcohol, ya es un poco tarde para mi tío, no se si me dejaría estar otras dos horas mas, y si se entera de que ando así de ebria me va a regañar y probablemente hasta regresar a mi casa.

—Ya es hora de irnos a casa Sofi—dice haciendo una mueca de desagrado.

—Un ratito mas por favor.— por suerte aunque este borracha puedo hablar casi a la perfección.

—No, ya me hablo mi padre, es hora de regresar. ¡OH POR DIOS!—grita sorprendido.— tienes los ojos hiper rojos.

—Pero solo es alcohol— eso ed exactamente lo que me delata cuando e tomado demasiado.

—Mi padre nos va a matar si te ve así Sofi, vamos ya para que en el camino o se te baje la borrachera.

—No,por favor no, espera aunque sea media hora.

—¿por qué?

—No se que me pase, pero creo que tengo un mal presentimiento.

—¿Qué es lo peor que puede pasar? Anda vamos.

Cuando El Amor Se Acaba...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora