el diario de kagome higurashi

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El diario de kagome higurashi.

"misterio"

Habían muchas cosas que resultaban misteriosas últimamente, una de ellas era el reciente aumento de energía maligna en el área, olas de maldad y energía demoníaca que inundaban regiones enteras alterando a las personas y a cualquier ser vivo en general.
Los rumores corrían acerca de que alguna maldición se había desencadenado sobre las tierras de toda la isla de Japón alterando la naturaleza de las cosas.
Ese eres el primer misterio, el segundo era la razón por la cual inuyasha estaba más agresivo con todos, especialmente con kagome pues, buscaba cualquier pretexto para pelear con ella por más ridículo que fuera.
-que?! Como que ya no hay sopas instantáneas?!!
-ya te las comiste todas, que quieres que haga?
-es que no puedes ser útil ni una sola vez?!
-oye no me hables así inuyasha!! - le reclamó la joven enfadada.
-es la verdad! No sirves para nada!!!

El sonido contundente de una bofetada resonó en toda la aldea aparte de las numerosas veces en las que el híbrido azotó contra el suelo.

Ese era el segundo misterio y ahora el tercero se hallaba frente a sus ojos descansando en su escritorio con su nombre en la portada.
-abuelo, y este libro?. - preguntó la chica mientras se secaba el húmedo cabello con una toalla.
-lo encontré en las cosas viejas del templo, pensé que quizás de niña lo había olvidado ahí y te lo traje de regreso.
-oh, gracias abuelo.
"aunque no recuerdo haber escrito un diario así"

Terminó de arreglarse para ir a dormir sin tomar mucho en cuenta el libro, pero ya que aún era temprano quizá debería leerlo para saber que tanto había escrito de niña.
Quizás puras tonterías y sueños rosas, como cualquier otra niña.

" si ya estás leyendo esto, prepárate porque tu vida está por cambiar como no tienes idea...."

Aquella sola frase bastó para llamar por completo la atención de kagome pues aquello sonaba como algo que no escribiría una niña pequeña.

"por nuestra propia seguridad he hechizado este diario para que no puedas leer las demás páginas antes de tiempo ni tampoco pueda caer en manos equivocadas, seguramente te estarás preguntando de qué se trata esto.

La manera más sencilla de decirlo es:

Soy tú, kagome higurashi, pero mucho mayor de lo que eres ahora, éste diario lo escribí para ayudarte a atravesar por lo que serán los años más importantes de tu vida.

Ahora mismo estoy segura de que tendrás cerca de 17 años, debes estar cerca de cumplirlos y es importante que ese día estés en el sengoku, asegúrate de ir al valle del caído.
No puedo decirte más que, el destino de todo el mundo, pasado y futuro depende que estés ahí ese día, lleva este diario contigo siempre y no se lo muestres a nadie, no le digas a nadie por el bien de todos, estoy segura de que sabrás hacer lo correcto.

Debo decirte que, la persona que soy ahora, se arrepiente de haber hecho muchas cosas, una de ellas es haber confiado y amado a la persona equivocada, créeme, la vida trae muchas sorpresas y te aseguro que tú cumpleaños 17, será un día que nunca olvidarás.

Lo último que te puedo decir, por ahora, es:
Se fuerte, quizá llores lágrimas de sangre pero te aseguro que valdrá la pena al grado de que cuando todo haya terminado podrás mirar hacia atrás y estarás dispuesta a pasar por todo lo que vas a pasar con tal de tener el final que tendrás.

Atte: kagome higurashi. "

La chica cerró de golpe el diario, lo abrió de nuevo y leyó todo varias veces hasta finalmente asimilar lo que acababa de leer, no podía dar crédito a lo que decía ese diario, pero si era cierto...

-¿que debo hacer?

" Sabrás hacer lo correcto"

-mi cumpleaños 17 es en tres días, y si este diario dice la verdad... Entonces debo aprovechar el tiempo con mi familia, por si acaso.

Aquella noche no pudo dormir mientras inspeccionaba aquel diario confirmando que todas las demás páginas estaban en blanco, el libro parecía muy, muy antiguo, pero en buenas condiciones, en la portada sólo decía "diario de kagome higurashi" en letras doradas y en la contra portada tenía una luna menguante color azul fuerte, muy pequeña como para ser tomada en cuenta a la primera.

Su cabeza le dio vueltas al asunto hasta que el sol comenzó a salir por el horizonte y la hizo tomar la decisión definitiva.
-lo haré.

Se dijo muy segura de sí, algo le decía que eso era lo correcto, así que guardó el libro en un cajón de su escritorio y se dispuso  bañarse antes de desayunar.

"buena suerte, kagome"