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El diario de kagome higurashi 17

"el pecado del amor"

El albino la observó desde el aire constituye dos contra uno y aun así estar ganando, ella pudo percibirlo claramente pero, apenas y le dedicó una mirada, ni tenía tiempo ni ganas para distraerse a mirarlo, su espada se movía veloz bloqueando los ataques de naraku y lanzando ataques hacia Pandora quien desesperada trataba de alcanzar su caja sin éxito.
-maldita sea, naraku haz algo!! - le grito furiosa, el aludido la ignoró olímpicamente mientras trataba de herir a kagome pero era inútil, algo había cambiado en ella, parecía que sólo estuviera jugando con él y no lo tomaba en serio.
-que pasa naraku? No me digas que tienes miedo... - le susurró casi al oído, una descarga eléctrica le atravesó el cuerpo a modo de advertencia, se alejó de ella de un salto y sintió unas gotas deslizarse por su frente, estaba sudando, tanto miedo le había dado que sin darse cuenta sudaba frío.
"que pasa?! Porque no logro dañar la siquiera?! Espera, ahí está sesshomaru, si hago que él arremeter contra ella y pierda el balance mental que tiene... Quizá logre matarla"
-señor sesshomaru que bueno que vino, seguro viene a cobrarse las mentiras de kagome.

El albino no respondió, solo miraba fijamente a su mujer imperturbable totalmente concentrada en la batalla nido quiera lo miraba a él, era lo que una vez él había sido, un asesino perfecto.
Solo que ella tenía una razón, quería proteger a los demás a pesar de todo, incluso a él.
-mujer...
-si tienes algo que decirme puede esperar, si no vas a pelear entonces no interfieras.-le dijo kagome fríamente, esa frase pareció hacerlo reaccionar, descendió hasta ella y puso su espalda contra la de ella a modo de señalar que estaba de su lado. - encárgate de naraku, yo iré por Pandora. - él asintió y cambiaron lugares, mientras él mantenía ocupado al híbrido kagome fue hasta Pandora y la tomó del cuello, su disfraz había comenzado a caerse.
-no me pongas las manos encima, niña!
-es hora de que expies tus pecados.
-no sé de qué hablas!!
-entonces dos un paseo por tus recuerdos. - le dijo antes de usar la perla en su mano para hacerla revivir su pasado.
Se aislaron de la batalla envueltas por una niebla espesa que las hizo volver al momento en que la griega había recibido la caja de los dioses.

"-escucha Pandora, tu deber es ser la guardiana de esta caja y jamás abrirla ni dejar que otros la abran, te confiamos una gran responsabilidad.
-si, acepto humildemente la misión que me encomendaron.

*que fue lo que hiciste Pandora?
*nunca te has enamorado? El amor fue lo que me condenó, me enamoré de un hombre que decía ser mi amigo, él y su hermano venían a jugar conmigo todos los días y por un tiempo eso me hizo feliz, pensé que todo era perfecto y que mi futuro era brillante como el sol, pero no era así...
-vamos déjame abrirla-pedía uno joven castaño de piel morena.
-no! Mi deber es mantenerla cerrada, los dioses se enfadaran si la abro.
-pero si soy yo quien la abre no tendrás problemas cierto?
-vamos di que sí!
-.... Pero!
-acaso no confías en mi? Sabes que te amo y que nunca haría nada por dañarte!
-pero yo... No puedo.... Es que...
-si no nos dejas abrirla por las buenas la abriremos por las malas...
-que? No!!!-uno de ellos la sujetó mientras el otro abría el cofre pese a todas las protestas de ella liberando un tornado de oscuridad formado por espíritus malignos que oscureciendo el cielo escapando en todas direcciones.
-ah!! Huye hermano!
-vamonos!!!
-nooo!!! Que han hecho?!. - gritaba desesperada Pandora tratando de cerrar el cofre con todas sus fuerzas pero, ya era tarde, cuando lo logró todos los males habían salido al mundo.
-que has hecho Pandora?!! Te encargamos no abrir el cofre y nos desobedeciste!!!
-no! No fue mi culpa!! Yo juro que traté de impedirlo!!
-tu crimen fue confiar en quien no debías y por eso pagarás, no serás recibida en el inframundo hasta que te arrepientas de lo que has hecho y pidas perdón, en cuanto a los dos que causaron esto, su destino será sufrir eternamente en manos de hadas una infinidad de castigos que durarán eternamente!!!
-no! Escuchen por favor!!
-serás exiliada de esta tierra y vagar as causando repulsión a quien te vea, vagaras por la eternidad sin poder descansar en paz hasta que expies tu pecado.
-no! Se los suplico!! Yo no hice nada!!! NOOOOO!!

*los dioses me corrieron de ese lugar condenada a una inmortalidad que yo no quería, nunca tuve la culpa de ello, mi único crimen fue amar!! Pero acaso ellos tuvieron compasión de mi?! No!!! Me desterraron y maldijeron sin darme una oportunidad de explicarme!!! Me culparon de las acciones de otros!!! Me castigaron de manera injusta y por eso destruí su precioso mundo!! Me dediqué a hacerlos tan infelices como lo era yo!! Todos sus hijos y sus amadas criaturas fueron asesinadas por los humanos gracias a mi y cada día que paso en este mundo lo convertiré en una tragedia para ellos!!! Haré que se arrepientan por haberme condenado injustamente!!!
*y no quieres algo más?
*que cosa podrías darme???! No puedes hacer nada por mi!!!
*te equivocas, soy una sacerdotisa, puedo liberarte de tu sufrimiento, tu alma irá al cielo, a nuestro cielo, pero solo si me das la oportunidad.
*por qué he de creerte?!
*porque lo único que quiero es que todos estén bien, déjame ayudarte.
*como estas tan segura de poder enviar un alma como la mía a tu paraíso.
*déjame lo a mí, solo dame la oportunidad de demostrartelo
*..... Está bien..."

La niebla desapareció dejando ver los restos de la ropa de Pandora en manos de kagome quien acababa de purificar su alma enviándola a donde pertenecía, todo el mal que había en ella fue diluido en su propia energía sagrada hasta que no quedó ni rastro de ella.
-sesshomaru destruye el rosal!. - le grito la chica desde lejos mientras ella iba por el cofre, el albino pateó a naraku y fue a cumplir con lo que la chica le pedía, con una ráfaga de energía el rosal se destruyó dejando salir a toda la ora de demonios mientras naraku reía frenético.
-te has vuelto loca acaso?! Aunque le gradezco que haya liberado a los demonios por mi!!

Estaba bastante segura de que se lanzaría al remolino junto con ellos y así fue, no lo pensó dos veces para dejarse llevar.
-sesshomaru sal de ahí!!

El albino apenas logró escaparse de ser llevado por el viento, una vez estuvo fuera de peligro la miró caminar hacia el remolino con el cofre entre las manos, lo abrió y absorbió a todas las almas incluyendo el cuerpo de naraku quien tan solo soltaba risas creyendo que ella acababa de cometer un gran error.
El cofre fue cerrado con mucho trabajo y el trozo faltante de la perla cayó del cielo hasta las manos de kagome quien luego de un día tan exhausto se dejó caer en el suelo con la caja aún en sus manos.

Estaba cansada de todo, solo quería irse y tomar un largo baño, unió la perla y mientras pensaba en lo siguiente que haría escuchó a sesshomaru caminar hacia ella.
-mujer..
-mi nombre es kagome, lo siento pero ahora soy yo quien tiene cosas que hacer, búscame cuando te dignes en llamarme por mi nombre.

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