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El diario de kagome higurashi 11

"la furia de kagome"

Los meses pasaban rápido cuando eras un youkai, kagome se percató de ello al vivir siendo demonio, tal y como decía el diario habían logrado recolectar lo que restaba de los fragmentos de shikon y se habían estado topando mucho con el grupo de inuyasha.
Kikyo era astuta, cada que se topaba tenía más información acerca de cómo era imposible que la existencia de "aome" fuera cierta, estaba segura de que algo escondía y no paraba de sacar a luz sus teorías sobre ella, había dicho que se trataba de una extensión de naraku, una espía, una sacerdotisa maldita, un hanyou, entre otras cosas y cada vez que ella trataba de discutir con la gente youkai, ésta hacía lo que aconsejaba el diario, ignorarla.
Hasta que el día llegó.

La pareja iba rumbo al este siguiendo sus sentidos los cuales indicaban una gran acumulación de energía maligna la cual definitivamente pertenecía a naraku, él los estaba llamando a propósito y ambos lo sabían, sin embargo eso era lo que querían, la ansiada pelea final.
-oh por los dioses. - exhalo kagome al sentir el aroma de su ex grupo.
-no tenemos porque quedarnos, si volamos nunca nos alcanzarán.
-no, es necesario ponerles un alto, mi paciencia se agota.

De un salto aparecieron kikyo e inuyasha seguidos por sango y miroku montados en Kirara, la miko sonreía como si hubiese descubierto su talón de aquiles y estuviera a punto de gritarlo al mundo.
-finalmente te descubrí.
-ah, ahora qué vas a decir?
-finalmente descubrí lo que eres..

Aquella afirmación por un momento alteró el corazón de kagome aunque se recompuso rápidamente para no hacer sospechar a sesshomaru, debía mostrar seguridad ante todo, no podía dejar que la descubrieran tan pronto.
-y según tú... ¿Qué soy?
-ya no finjas, nos engañaste, incluso yo casi creí tu mentira, pero siempre sospeche que no estabas del todo muerta, nunca me hiciste las cosas fáciles, siempre dándote aires de inocente y santa cuando en realidad le vendiste tu alma a quien sabe qué demonio para convertirte en uno, ¿tanto querías belleza y juventud? ¿O es que acaso solo lo hiciste para acostarte con el hermano de inuyasha?

"diablos! Kikyo está demasiado cerca de la verdad, no tengo otra opción"

-me estoy hartando de tus acusaciones.
-deja de fingir, eres una sucia y perdida, remedo de miko, maldita seas ka....

Kagome desenvaino su espada y en un movimiento rápido la energía del arma hizo un corte en el cuello de la miko de barro sorprendiendo a todos a su alrededor, los ataques de ella no eran débiles y la fuerte energía demoníaca en su espada destruyó gran parte del cuerpo de kikyo liberando las almas en su interior, por suerte esas almas fueron al sello donde yacía su alma humana y no al cuerpo que entonces poseía, de haber ocurrido eso hubiera sido muy difícil de explicar.
Los gritos de inuyasha y los demás no se hicieron esperar, la furia y lágrimas del híbrido lo descontrolaron, tanto era su amor por ella que se lanzó sobre la youkai enloquecido de dolor.
-tanto la amabas?. - le preguntó mientras esquivaba uno de sus arañazos.
-era la única mujer que he amado en la vida!! Nunca amé a nadie más que a ella!
-ni siquiera a esa chica que solía acompañarte?
-ella no era nada para mí!! Kikyo era la única!!!
-maldita youkai, pagarás por matar a kikyo!

"sango y miroku también... Ya veo, ellos me olvidaron rápidamente porque nunca fui relevante, incluso inuyasha la prefería a ella, no me hubiese importado que me lo dijera claramente, pero ¿¡por qué tuvo que mentirme?! Porque me hizo creer en el amor?!"
-no vales la pena. - dijo en un susurro, aún así no quería matarlo, le dolía pero no podía matarlo, quizá en el fondo... Fuera débil para acabar con ellos.

Sesshomaru no se metió en la pelea por petición de ella, solo observó tranquilamente como la dayoukai se libraba de los tres al mismo tiempo, de un golpe con su espada agrieto a tessaiga, rompió el bumerang de sango y partió en dos el báculo del monje lanzandolos contra los árboles, pensó que los mataría, estaba dispuesto a dejarla seguir con ello pero, se detuvo.
-ésta será su única advertencia, dejen de meterse en mi camino, la próxima no saldrán con vida, ¿quedó claro?!

Ninguno estaba en condiciones de responder, malheridos y apenas conscientes solo se quejaban del dolor tratando de no moverse mucho, ella tomó los fragmentos que kikyo guardaba en sus ropas y les dio la espalda quebrandose por dentro.
Lamentaba hacer eso, pero era necesario, ellos no debían estar en la pelea contra naraku, por su propia seguridad.

"es por su propio bien chicos, espero que puedan perdonarme"

-no vas a matarlos?
-no, no vale la pena.

Los dejo a su suerte con la esperanza de que sobrevivieran mientras caminaba junto a sesshomaru rumbo a la batalla que tanto había esperado.

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