El diario de kagome higurashi 10
"de enemigo a pretendiente"
Definitivamente debía estar loca para poder aceptar lo que pasaba, su viaje con sesshomaru era muy distinto a lo que esperaba y algo completamente diferente a lo que acostumbraba con inuyasha, el dayoukai era diferente con ella que con cualquier otra persona, hablaban de cosas importantes y escuchaba sus opiniones con cuidado, era cortes y la trataba como a su igual, se preocupaba por sus acciones y pensamientos ofreciendo su ayuda para lo que fuera, era obvio su interés.
-entonces vienes de occidente. - quiso confirmar el albino.
-si. - le respondió ella de forma calmada mientras ambos caminaban a través del bosque.
-cómo son tus tierras? Son diferentes a estas?
-si, tenemos....-trató rápidamente de recordar como era Grecia en los libros que había leído. - montañas rocosas, predomina el trigo, es una especie de hierba de un color dorado de la cual se extrae el trigo para hacer pan, igual que aquí extraen el arroz.
-y de que se alimentan?
-depende de las estaciones del año, antes solíamos comer pan, vino, quesos y carne, aunque el vino y la carne sólo se ofrecían en fiestas y banquetes en honor a los dioses, luego del ocupamiento romano las cosas cambiaron y ahora solo hay guerra por culpa de los humanos.
-y sus dioses?
-en el olímpo, quizá, viendo como nos destruimos entre nosotros.
-entiendo, es difícil liderar a la gente cierto?
-bueno al menos aquí, todavía existen los seres sobrenaturales.
-en occidente acaso desaparecieron?
-ni exactamente, los pocos que sobrevivieron al avance humano están escondidos en lugares de difícil acceso.
-pelearon contra los humanos?
-si, pero... La mayoría de las criaturas que vivían en occidente eran seres de la naturaleza, hadas, nereidas, elfos, duendes, ellos no estaban hechos para pelear sino para ayudar a la misma naturaleza a seguir su curso, cuidaban de los bosques y los ríos, cuando los humanos comenzaron a corromper la tierra... Muchos murieron, los que quedaron se alejaron de los humanos manteniéndose ocultos para tratar de seguir viviendo.
-que hay acerca de los que son como tu?
-no lo sé, quizá también están escondidos o simplemente se marcharon a tierras lejanas, a nadie le interesa vivir en el mismo mundo corrompido por humanos.
-los humanos no saben hacer más que destruir.-dijo el demonio con ira.
-yo no creo eso, hay humanos que valen la pena, muchos aún se dedican a adorar a los dioses antiguos y cuidan de las áreas pertenecientes a las hadas, ellos quizá no son muchos pero aún siguen leales.
-sólo es cuestión de tiempo para que se cansen.Kagome recordó los libros que había leído de niña, familias que cuidaban reservas naturales donde supuestamente habían hadas, siendo una labor de generaciones sin fallar ni una vez, todos dispuestos a defender lo poco de magia que quedaba en el mundo.
-te aseguro que no será en un futuro cercano.
-y que piensas hacer cuando termines tu misión?
-con mi suerte eso esta lejos de pasar, la verdad... Nunca he pensado en ello, me gustaría pensar que volveré a casa, pero quizá eso tampoco ocurra pronto.
-no piensas emparejarte?Aquella pregunta finalmente había llegado, parecía que era a donde él quería llegar finalmente, ella no sabía que responder.
¿Que decirle?
-yo... Nunca he pensado en eso.
-es inevitable pensar en eso tarde o temprano, emparejarse y reproducirse.
-yo... Realmente no pienso en ello.
-nunca has pensado en emparejarte con algún amante?
-no, porque nunca he tenido alguno.Aquello tomó por sorpresa al demonio quien la miró como si acabará de admitir ser un alien y no una virgen.
-acaso no has...?
-no, yo...
-me parece muy extraño que ni una vez tu..
-de donde vengo solía servir a los dioses y ser casta era un requisito para ello, por eso... Nunca tuve intimidad con nadie.
-oh, entonces era eso, eso significa que serás casta el resto de tu vida?
-no hay necesidad, ellos ya no necesitan de mi.Sesshomaru pareció aliviado, por un momento el tener que respetar su voto de castidad lo había perturbado, no podía el destino ser tan insensible con él.
-menos mal, sería injusto que muriera sin haber conocido los placeres del sexo.
Kagome así se atraganta al escuchar eso, no esperaba que el fuera tan directo con ella sobre ese tema, pero qué hacer si estaba en su destino? Sería bueno darle entrada? O esperaría un poco más?
-si, supongo que es cierto, al menos no quisiera morir siendo una completa doncella virgen y casta, sería patético no haber dado siquiera un beso ¿no?
-no pensé que tu culto fuera tan estricto que ni siquiera te hubiesen permitido dar un beso.
-el servicio a los dioses era exigente.
-eres... Como una sacerdotisa. - aquella palabra hizo toser a la chica quien se recompuso de inmediato para no levantar sospecha, era cierto, su comportamiento actual era como el de una sacerdotisa, no podía arriesgarse a ser descubierta tan pronto, pero tampoco podía abrir las piernas y pedirle a sesshomaru el favor, su dignidad no se lo permitiría.
-no, claro que no! No soy ninguna adolescente, solo que mi prioridad ahora es cumplir con mi misión en lugar de buscar un hombre con quien intimar.
-y no te importaría si yo me ofrezco para eso? Así ya no tendrías que buscar a nadie.
"maldita sea sesshomaru! A caso no tienes moral?! Dignidad?!! Eres un pervertido!!"
-ah.... Yo..
-prueba besándome. - le dijo seriamente, ambos se detuvieron y miraron sus rostros fijamente, él hablaba en serio y ella no podía activar como una colegiala asustada o él podría reaccionar mal.
-está bien. - trató de disimular como si fuera algo normal, él la tomó de la cintura y la acercó a su cuerpo con fuerza, rozó sus labios y Comenzó a besarlos lentamente.
-abre la boca.Ella obedeció dejándose llevar por sus caricias y sus apasionados movimientos, penetro su boca con su lengua haciéndola responder por completo a su toque, sin querer comenzó a soltar pequeños gemidos y su respiración se hizo más fuerte, era delicioso, era apasionado, era violento.
Simplemente perfecto.Sin darse cuenta la tenía acorralada contra un árbol, sus manos acariciaban sus piernas y cintura pegandola más a él, aquello estaba subiendo de tono rápidamente y justo cuando él logró meter un dedo dentro de la ropa interior de ella, un sonido los alertó.
Kagome empujó al demonio y atrapó la flecha antes de que los hiriera, la destrozó con su propio poder y miró en dirección hacia donde estaba su atacante.
-no me quedan dudas, eres una sacerdotisa. - gritó kikyo mientras salia de su escondite. - eres una híbrida igual que naraku, ahora entiendo tu naturaleza y tu deseo de obtener los fragmentos, los quieres para ser una youkai completa!Kagome recordó lo del diario, kikyo trataría de difamarla y rozaria la verdad varias veces pero ella debía negar lo todo, aún no era tiempo de que se supiera la verdad.
-estas loca. - le dijo sin molestarse.
-eres una traidora a tu especie, siendo una sacerdotisa te acuestas con un youkai y ansias convertirte en uno también!
-vete de una vez... Miko, no tengo porque aguantar tus insultos, soy libre de hacer lo que quiera con quien quiera y tus afirmaciones están erradas por mucho, por que no vas a deborar almas?
-esto no se ha acabado! Descubriré quien eres, no creas que me engañas! Hay algo raro en ti.
-avísame cuando lo encuentres, querida.Kikyo fue elevada por sus serpientes dejando a los dos youkai algo irritados aunque por razones diferentes, sesshomaru había dejado que la oportunidad de poseer la se le resbalara entre los dedos y kagome estaba algo agradecida porque de no ser por kikyo ya no sería virgen a esas alturas.
-esa mujer es un dolor de cabeza. - mascullo kagome.
-seguro.
-lo siento, pero tendremos que dejar esto para otro momento, será mejor que sigamos.
-hnm.El resto del día transcurrió con una sola batalla contra un oso enorme que murió antes de siquiera despeinar a la pareja, la cual siguió con su camino, pero había algo que kagome no podía quitarse de la cabeza, la presencia que había sentido no era de kikyo, ella usaba una barrera para ocultarse y lanzar su flecha, entonces de quien era la presencia que había sentido?!
Y ahora parecía que algo la vigilaba desde las sombras lo cual la incomodaba sin saber que secretamente Pandora veía cada uno de sus movimientos muriéndose de rabia por no estar en su lugar junto a sesshomaru.
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el diario de kagome higurashi
FanfictionUn mal desconocido amenaza al sengoku, kagome trata de investigar al respecto pero decide volver a sí época al no tener respuestas, un misterioso diario aparece entre las cosas antiguas del templo y grande es la sorpresa al ver que tiene su nombre e...