Choques continuos.

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*Suena despertador*

-¿Qué... qué esta...?-Lance abrió los ojos confundido. Miró por la ventana. Todavía estaba oscuro. Después miró su móvil que estaba cargándose encima de la mesa.- ¿Las 6 de la mañana? 

-Buenos días.-dijo Keith apagando el despertador y levantándose de la cama.

-¿Qué haces? ¿Sabes qué hora es? -dijo molesto por haber sido depertado de aquella manera. Hasta las 10 no tenía que ir a clase. 

-Bueno, tengo que preparar las mesas de la cafetería y ayudar con los desayunos.

-¿Y tengo que aguantar tu maldito despertador? -dijo malhumorado.- Sólo molestas...

- Te acostumbrarás.-dijo buscando sus pantalones y sonriendo a Lance con orgullo de haber molestado al chico. 

-¿Eres el cocinero?- no quería que su comida dependiera de aquellas manos que a saber donde habían estado.

-Soy camarero. -se quitó la camiseta y se puso una camisa que le había proporcionado la residencia para el trabajo.

-Joder...-Lance se dio la vuelta en la cama y se tapó la cara con la manta. Encima tenía que aguantar aquello. 

Keith fue al baño para asearse. Se peinó y se afeitó (aunque apenas tenía barba) para dar una buena impresión. Además aprovechó pars repasarse el esmalte negro de las uñas.

-Dulces sueños. -dijo dando un pequeño portazo de despedida para enfadar aun más a Lance.

-¡Lo odio!- farfulló bajo las mantas. Ahora le costaría volver a coger el sueño. Maldito Keith y su estúpido trabajo.

Keith bajó a la cafetería y montó las mesas para los residentes. El desayuno, comida y la cena la cubría la residencia si pagabas 230 euros al mes. En su caso evitaba pagar a cambio de sus servicios, aunque le tocaría alimentarse de lo que sobrase en cada comida. No le importaba, además él sólo cubría desayunos y cenas, y estas últimas no todos los días.

Los alumnos pasaban por un pequeño buffet en el que elegían entre té, café o leche con cacao, tostadas o bollería y una pieza de fruta o yogourt. Era más de lo que habría imaginado.

-Buenos días.-dijo sonriente a la primera chica que bajó.- ¿Qué te sirvo?

-Hola.-dijo algo sonrojada.- Pon café... las tostadas y la fruta.

-Ahora mismo.

La chica comenzó a cuchichear con sus amigas, lo que provocó algo de nerviosismo en Keith. ¿Estaría haciendo algo mal? Tal vez era solo que estaban en la edad de las hormonas revueltas. De echo, juraría que una era la que había estado la noche anterior con Lance.

El turno pasó más rápido de lo que pensaba, sus compañeros eran agradables y no requería demasiada habilidad. Hasta un idiota podría hacerlo.

-Buenos dias, ¿qué le sirvo?-dijo retirando la mirada de la caja.  Hablando de idiotas. - ah, tú.-dijo poniendo los ojos en blanco al ver a Lance.

-¿Este servicio es el que ofreces? Tendré que quejarme.-dijo cruzando los brazos.

-¿Qué le sirvo?-dijo fingiendo una sonrisa. Quería matarlo.

-Eso esta mejor. Veamos....-miró todo.- Pon el café, y quiero tostadas y el suplemento bollería, luego el yogourt. Pagaré el extra.-dijo sacando el 1.5 que costaba el extra de bollería.

-¿Todo eso? -lo tecleó.- Te pondrás como una bola y saldrás rodando.

-Tranquilo, lo quemo rápido.-dijo sarcásticamente. - Hago mucho ejercicio. -levantó las cejas con una sonrisa maliciosa.

BLESSED [Klance]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora