En tu piel

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Lance despertó a las cuatro de la tarde. Se abrazó un poco a la almohada y abrió los ojos lentamente, dejándose acariciar por unos ligeros rayos de sol que se colaban entre los agujeros de la persiana. De forma suave bostezó y buscó en la habitación a Keith, que seguía en el escritorio.

Es verdad. Había vuelto, ya no estaba en Italia. Al ver al chico aun sentado en la mesa suspiró. ¿Cuántas horas llevaba ahí estudiando?

-Keef.-lo llamó , incorporándose en la cama.- hey, deberías descansar... Son las cuatro ya...-dijo viéndole. - Oye, greñas.-dijo al ver que no respondía. No debía oírle con los cascos.

Lance se levantó y fue de forma lenta por su espalda para no asustarlo, y cuando llegó tras él se quedó quieto. Vio que tenía delante el móvil, y tenía 4 llamadas perdidas de Shiro.

Sintió un grito en su interior cuando vio los ojos del pelinegro sombríos, como si se debatiera entre una verdadera encrucijada. No. No quería que volviera a pasar por eso.

Lance sintió que algo se abría en su pecho al ver esos ojos , ahora al borde del llanto al recibir otra llamada. Entonces no dudo. Lance cogió el móvil de Keith y colgó, dejando el móvil de lado. Con cuidado , le quitó a Keith los cascos de música, dejándoselos en el cuello.

-Keith.-dijo para hacerle volver a éste mundo. - oye, Keef.-dijo haciéndole una suave caricia en la mejilla . - ya esta... Oye, ya has estudiado bastante. Vamos, cámbiate. Nos vamos a por una copa Super Fresa.-dijo sonriendo y cogiendo la mano de Keith, levantándolo de la silla.

-Lance...-susurró mirando el móvil, que había quedado a un lado de la mesa.

-No. -dijo Lance poniéndole el dedito en los labios.- no digas nada. Nos vamos, vístete.

Keith suspiró y asintió antes de soltar con cuidado la manita de Lance y caminar al armario. Se puso unos pitillos negros y una camiseta apretada granate.

-¿Has visto mi chaqueta roja?-dijo Keith sin verla, mirando tras la cama.

-Creo que esta en el cubo de ropa sucia...-dijo Lance.- toma, ponte mi sudadera gris.-dijo lanzándosela.

Keith gruñó al notar como le caía en la cabeza, tapándosela. Cuando se la quitó de la cabeza y fue a rechistar, se quedó mudo al ver a Lance sin camiseta frente a él. Estaba mucho mas fuerte.

-Wow.-dijo mirándolo, con la sudadera en sus manos y la carita hundida en esta, tapándose hasta la nariz.

-¿Qué te pasa a ti, emo?-dijo Lance girándose a verlo, riendo un poco.

-¿Has estado entrenando o algo?-dijo sin perder de vista esos pectorales y abdominales. Lance rio aún más cuando lo dijo.

-He tenido tiempo libre, y teníamos gimnasio en la resi.-dijo pasándose la mano por el cabello, aún sin vestirse.- ¿Qué pasa, quieres tocar?-dijo sacándole la lengua para picarlo.

-¿Puedo?-dijo Keith de forma inocente.

Lance se sonrojó a más no poder al recibir esa contestación. Sin duda, no esperaba que le dijera eso, ni de lejos.

-Ehm... Bueno, si...-dijo antes de dar unos pasos hacia él. Keith sonrió y se acercó también, y de forma suave rozó el vientre de Lance, pasando su dedo para dibujar sus abdominales. Lance cerró los ojos al sentir su mano pasear ahora por su pectoral, y luego por su hombro y su brazo.

-Woah... -dijo Keith maravillado.- estas muy fuerte.-dijo antes de mirarlo. Al encontrar un sonrojo en Lance, se quedó mudo también, mirándolo.

Ambos se miraron unos segundos, tragando saliva. Mierda.

BLESSED [Klance]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora