Karol.
No querer oír las advertencias de Katja y Chiara fue lo más estúpido que e echo, aunque creó qué fingir demencia y ignorar el hecho de que Ruggero salia con Cande lo fue aún más. Se qué el dijo que término con ella, el era consciente de eso pero yo no.
Y aun así seguí dejandome llevar.
Ellos han terminando ciento de veces y terminan volviendo. Si hubiera sido otra la situación yo pensaría que se acosto conmigo para olvidarse de ella, pero no fue asi. Los dos estábamos ebrios en cierto punto y no estábamos consciente de que lo que hacíamos, asi que el único culpable aqui es; el alcohol.
No recuerdo haberlo disfrutado y dudó qué hubiera sido asi, el simple echó de perder la virginidad en una noche alocada no es nada lindo, agradezco no recordar aquel momento y maldigo el dolor entré mis piernas.
No iba a ser la típica chica qué se niega a estar enamorada, siempre lo digo soy una persona muy transparente y sincera. Probablemente yo le confiese a Ruggero qué estoy enamorada de el desdé qué se me plante en frente y se que sonara absurdo pero no lo admitía antes porque tenia novia.
Ahora tengo luz verde y no perdería la oportunidad de quitarme aquél pesó de encima. Se qué el siente lo mismo por mi, solo un ignorante lo negaría, parecemos dos tontos enamorados cuando estamos juntos y eso no pasa desapercibido.
Si, después de llorar como una Magdalena mientras mis amigas me consolaba me detuve frente al espejo y me insulte un buen rato, era eso o pasar el resto del dia con un humor de perros.
Mi parte orgullosa decidió que me quedará en mi habitación esperando qué Ruggero vuelva o llamará otra vez para poder hablar... O tal vez estoy aquí encerrada porque debo alistarme para la firma de discos.
Mejor crean la primera opción.
-Genial, ire a un funeral -sonrio amargamente al ver el conjunto que me eligió Katja, si salia sin eso de mi habitación ella seria capaz de terminar nuestra amistad.
Y no bromeaba.
Tocan las puerta de mi habitación y ruedo los ojos ajustando la bata de baño mientra caminaba a está- Katja creó qu... Ruggero.
-Hola -saluda en un tono timido seguro temiendo por mi reacción.
-Hola -contestó aclarando mi garganta.
Lo miró y se qué ya esta listo para ir a la firma de disco, niego y se que voy bastante retrasado ya que me falta vestirme, maquillarme y peinarme.
-Bien voy algo retrasada así que tu entrarás y me esperaras hasta que me aliste para poder hablar, ¿si? Gracias. -dejándolo con la palabras en el aire tomo mi ropa y todo lo que necesito y me adentro al bañó velozmente.
Me embolsó en los pantalones color negro qué se ajustan perfectamente a mis piernas y el cuál tiene un pequeño moño en el frente del mismo colos, me coloco la blusa también de color negro envuelta en encaje y con el cuello en V. Finalmente me pongo los tacones color piel que para mi desgracia deben tener unos ocho centímetros.
Empiezo a creer que Katja me odia.
Dejo mi pelo suelto con unas leves ondas y empiezo a maquillarme con sumó cuidado no quiero que el delineador termine en todo mi rostro, las sombra oscura hacía que mis ojos resaltaran más lo cual estaba a mi favor, término poniéndome mi labial de un tono cafe claro.