Karol.
-¿Estas enojada?
Dejó de teclear mi computador para darle mi atención a Ruggero, desdé qué me subí en el avión no volví a intercambiar una palabra con el. Al principio si estaba enojada pero a medida que pasaba el tiempo el enojo se fue esfumando, tenía qué verle el lado bueno a esto y es que conoceré un lugar más del mundo y tal vez pasé unos buenos dias con el Italiano a mi lado qué debo admitir qué se lucio con está idea.
-Sólo estoy algo sorprendida aún -le restó importancia.
-Ya veo -entrelaza su mano con la mia y besa mis nudillos- te va a encantar las Bahamas.
-Sólo esperó que sea cierto que vayamos alli, el año pasado estabas ahi y raramente también en Mexico grabando conmigo... Contigo nunca se sabe.
-Sólo quería despistar a las fans de qué estabamos grabando el final de Soy Luna, pero ya vez qué éste Fandom tiene complejo de FBI. No se les puede ocultar nada.
-Yo me sigo preguntando como es que lo hacen -miro la pantalla de mi ordenador- se enteran de todo.
-Si, hasta qué me dejaste de seguir en Twitter hace dos dias, ¿en serio Karol? Qué hice ahora.
-Estabas muy distante los ultimos dias y me desquite dejándote de seguir en la última cuenta que nos faltaban, además me divierto viendo como el Fandom entra en crisis cuando pasa este tipo de situaciones.
-Eres malvada.
-Tal vez -me encojo de hombros- pero no te hagas el santo qué yo se todo lo qué haces, fui testigo del Bullying que le hiciste al Fandom porque trataban de investigar de quién era la mano que se apoyaba en el hombro de Luna en el último capítulo.
-Soy culpable de aquél acto lo admito.
Sonrió a medías, prosigo a apagar mi ordenador y a dedicarme a una largo conversación sin sentido junto a el como método de acortar las horas de vuelo.
Al final de todo como era de esperarse me quede dormida el restó del viaje.
×××
Sólo diré una sola cosa; estoy muriendo de calor.
En el avión el hecho de que llevó puesta ropa de invierno no era ninguna molestias a causa del aire acondicionado, pero desde que puse un pie fuera del avión el caluroso clima de las Bahamas me invadió por completo y sólo queria llegar al hotel para cambiarme de ropa.
Por otro lado Ruggero estaba felizmente en una vermuda, con una refrescante camisa blanca con los primero dos botones desabrochados y sus lentes de sol, ahora es qué me vine a percatar de su vestimenta y sólo quiero golpear mi cabeza contra la pared a ver si me quedo inconsciente y dejo de sentir qué me estoy cocinando.
-¿Quien más es cómplice de esto? -dejó de mirar a través de la ventanas las hermosas calles de las Bahamas.
-Katja me ayudó con el lugar y Chiara se encargó de la reservación y todas esas cosas, bueno ya sabes lo qué hizo Valentina -me sonrie.
-Sabía que se traían algo entré manos -niego quitándome la chaqueta y recojo mi pelo en una coleta- ¿falta mucho para llegar?